Detenidas seis personas en un operativo entre EE UU y Guatemala por la tragedia vial en Chiapas que dejó 55 migrantes muertos

Las autoridades de Estados Unidos y Guatemala han detenido a seis personas por tráfico de personas a partir del accidente automovilístico que causó en diciembre de 2021 la muerte de al menos 55 personas en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. El Departamento de Justicia de EE UU informó que, en una operación en conjunto, tres hombres y una mujer guatemaltecos fueron arrestados en el país centroamericano, mientras que un quinto, de la misma nacionalidad, fue capturado en Cleveland, Texas. El ministro de Gobernación de Guatemala, Francisco Jiménez, posteriormente cifró los arrestos en seis, sin dar mayores detalles del último caso. La acusación de Estados Unidos apunta que “desde octubre de 2021 hasta febrero de 2023, los acusados conspiraron con otros contrabandistas para facilitar el viaje de migrantes desde Guatemala, a través de México, con el destino previsto de los Estados Unidos”.

El tráiler había salido aquel 9 de diciembre de Guatemala rumbo a Veracruz. En el acoplado del transporte de carga viajaban unos 160 migrantes de manera ilegal. Muchos de ellos habían pagado a unos coyotes para ser subidos a ese vehículo, y casi todos buscaba cruzar la frontera norte de México y perderse en territorio estadounidense. El conductor circulaba con exceso de velocidad cuando chocó de frente primero con un poste de luz y luego con la columna de cemento de un puente, lo que provocó que parte del acoplado colmado de gente se comprimiera y volcara. La imagen que le siguió fue el retrato más duro de la crisis migratoria que golpeó al país en 2021. Decenas de vecinos salieron a socorrer a los migrantes y la carretera se cubrió de cadáveres que pasaron días en el Semefo hasta que pudieron encontrar a su familia.

“Con el primer impacto se abrió la caja y salieron disparados. Muchos eran jóvenes, hasta niños había. Nunca en mi vida había visto esto”, contaba entonces un testigo del incidente a EL PAÍS. Personas que pasaban por allí o residían cerca del sitio se acercaron a asistir a las víctimas, los hospitales de la zona se saturaron y no hubo durante horas ambulancias suficientes para trasladar a tantos heridos. En el vehículo viajaban guatemaltecos, en su mayoría, pero también gente de República Dominicana, Ecuador, Honduras y México.

Tres años después de aquellas terribles fotografías, el Departamento de Justicia reveló que la investigación, presentada en los tribunales del Distrito Sur de Texas, señala que los involucrados “presuntamente reclutaron migrantes guatemaltecos, cobraron el pago y organizaron el viaje a Estados Unidos”. Los niños y menores de edad que fueron subidos al transporte y que viajaban solos supuestamente recibieron instrucciones de qué decir en caso de que fueran detenidos, apunta el comunicado. “Se aprovecharon de migrantes vulnerables y son responsables de este crimen atroz que resultó en la muerte de más de 50 personas y más de 100 heridos”, ha dicho el fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland, según recoge el comunicado de las autoridades estadounidenses.

Los detenidos —Tomas Quino Canil, Alberto Marcario Chitic, Oswaldo Manuel Zavala Quino, Josefa Quino Canil De Zavala y Jorge Agapito Ventura— tienen entre 42 y 21 años y serán juzgados en Texas. Los cuatro que fueron detenidos en Guatemala enfrentarán primero un proceso de extradición. “El anuncio de hoy, en el tercer aniversario de la muerte de las víctimas, demuestra el compromiso de la División Penal de hacer que los contrabandistas rindan cuentas, sin importar dónde se encuentren, por su indiferencia hacia la vida humana en su cruel búsqueda de ganancias”, ha señalado en una grabación Nicole Argentieri, jefa de la División Penal del Departamento de Justicia. Las detenciones fueron realizadas por el Grupo de Tarea Conjunta Alfa, un esfuerzo del Gobierno de Estados Unidos para combatir la proliferación de grupos encargados de traficar personas desde México, Guatemala, El Salvador y Honduras.

El arresto de estas seis personas llega en un momento de auge en la criminalización de los migrantes. El flujo de personas hacia el norte se ha vuelto un asunto espinoso para la relación bilateral entre México y Estados Unidos, desde la victoria de Donald Trump el pasado 5 de noviembre. El presidente electo ha dado señales ya en su discurso de que este tema será una de sus prioridades a la hora de negociar con el vecino del sur.