La Fiscalía de Chiapas anuncia la detención del presunto asesino del sacerdote Marcelo Pérez
La dependencia estatal informa que ha sido arrestado el supuesto autor material del ataque contra el religioso en San Cristóbal de las Casas
La Fiscalía de Chiapas ha anunciado este martes la detención del presunto asesino del sacerdote Marcelo Pérez. “Se cumplimentó orden de aprehensión en contra de Edgar N, como probable autor material del homicidio del Presbítero Marcelo Pérez”, ha informado la dependencia, que también ha anunciado que el caso será atraído por la Fiscalía General de la República (FGR). El cura, un reconocido activista de los derechos humanos, fue atacado el domingo tras salir de una misa en San Cristóbal de las Casas. El crimen ha cimbrado a un Estado asediado desde hace meses por la violencia.
Hacía años que Marcelo Pérez había denunciado que recibía amenazas. Por su trabajo hace al menos una década en Simojovel, en la región de Los Altos, hasta Pantelhó, donde había tratado de mediar en el conflicto local por el territorio. “He luchado en contra de las injusticias, luchamos por la paz, en Simojovel le pusieron precio a mi vida: 150.000, 400.000, un millón de pesos, pero vivimos bajo la protección de Dios, hay mucha violencia, pero seguimos construyendo la paz. Hemos acompañado a los desplazados, me ha tocado mediar para liberar a funcionarios públicos, seguiremos en la lucha de la opción por los pobres”, dijo el 2 de agosto al periodista Isaín Mandujano. “Chiapas es una bomba de tiempo. Si no se toman medidas, va a estar sometido, esclavizado, al crimen organizado”, insistió en una marcha contra la violencia el pasado septiembre.
A pesar de los avisos, el sacerdote fue asesinado mientras conducía su furgoneta blanca en San Cristóbal. Viajaba solo y sin escolta, según los medios locales, cuando el cristal del piloto recibió varios disparos que acabaron con su vida. Las primeras indagaciones de la Fiscalía apuntaban a que fue atacado por dos personas a bordo de una motocicleta. Una de las dos es quien ha sido arrestada este martes tras los “rastreos de cámaras de seguridad, la investigación de campo y los testigos”, según ha señalado el Ministerio Público.
El caso se ha convertido en un nuevo ejemplo de la violencia que tiene atenazado al Estado. Chiapas, la frontera sur del país, es desde hace un año un territorio tomado por la pugna entre los grupos criminales. Las peleas por el control de rutas para el tráfico de droga, armas y personas ha dejado un reguero de más de 10.000 desplazados y con miles de víctimas de extorsión, secuestro y asesinato. Las organizaciones de derechos humanos afirman que en la zona se desarrolla un “conflicto armado no reconocido”. Este mismo lunes, tras el asesinato del padre Pérez, la Diócesis de San Cristóbal ha escrito: “Urge el desarme, desmantelamiento y desarticulación inmediata de los grupos criminales que imperan en la entidad y sus redes aliadas nacionales e internacionales, interesadas en el despojo y el control territorial”.
En este contexto, el religioso representaba una voz en favor de la paz. Había bajado su perfil en los últimos tiempos. Vivía en San Cristóbal de Las Casas desde hacía un par de años, donde dirigía una de las parroquias más importantes de la ciudad, pero había dejado atrás los años de mayor exposición. Su traslado a la vieja Ciudad Real hacía pensar en un reposo, al menos temporal. Sin embargo, hasta ahí le alcanzaron las balas.