El periodista de EL PAÍS Alejandro Santos gana el Premio Nacional de Periodismo de México por una entrevista al defensor de la tierra Pablo López Alavez

El reportaje de América Futura ‘El viaje de un mal hereditario y sin cura de los Pirineos a las montañas de Veracruz’, escrito por Andrea Jiménez y con fotos de Nayeli Cruz es reconocido con una mención honorífica

Alejandro Santos Cid, periodista de EL PAÍS.Gladys Serrano

El periodista de EL PAÍS Alejandro Santos ha sido galardonado este martes con el Premio Nacional de Periodismo de México por Dentro de la cárcel con Pablo López Alavez, 13 años preso por un crimen que no cometió: “Espero que mi voz llegue a los oídos de López Obrador”, una entrevista con López, defensor de la tierra de origen zapoteco, encarcelado en Oaxaca desde hace más de una década. “Esta pieza periodística destaca por su brillante construcción literaria, que narra el testimonio de un líder indígena zapoteco acusado injustamente de asesinato por defender los bosques. El trabajo combina fotografía, video y una prosa conmovedora para visibilizar la lucha de quienes se oponen a la tala ilegal, a menudo impulsada por intereses económicos y políticos”, ha destacado el jurado del premio.

El texto galardonado es producto del encuentro con el defensor de los bosques, de 54 años, en el interior del Centro de Readaptación Social (Cereso) en Villa de Etla, Oaxaca, y muestra la fuerte violencia institucional y la represión que se ejerce contra los defensores de la tierra en México, uno de los países más mortíferos para los medioambientalistas.

Tanto la entrevista como las fotografías de Rodrigo Oropeza muestran las condiciones infrahumanas en las que vive López Alavez desde hace 13 años. De acuerdo a instancias internacionales, el activista fue detenido de manera “arbitraria” y su proceso judicial estuvo plagado de “irregularidades”. En mayo de 2023, el Estado mexicano pidió perdón a otro defensor, Damián Gallardo, que aprovechó el acto institucional para exigir la libertad de López Alavez. Mientras tanto, el campesino y líder social de San Isidro Aloápam, sigue tras las rejas.

Pablo López Alavés en su celda en el Centro de Reinserción Social de Villa de Etla.Rodrigo Oropeza

El jurado ha resaltado que el trabajo de Alejandro Santos muestra también las fallas del sistema judicial mexicano y visibiliza la lucha de quienes se oponen a la tala ilegal, a menudo impulsada por intereses económicos y políticos. “No me arrepiento de ser defensor de la naturaleza. Todo lo que yo venía haciendo es hacia el bien del futuro de mis hijos y nietos, de mi comunidad”, dice el ambientalista en sus declaraciones. “No sé cuántas generaciones van a pasar (...) Si dejamos que nuestro municipio siga talando año tras año, ¿qué va a pasar?”, agrega.

Después de una condena, una ratificación, varios amparos y recursos, el proceso en su contra se encuentra de nuevo en “etapa de instrucción en el sistema penal tradicional”, a la espera de una nueva decisión judicial que puede liberarlo o dejarlo preso. “Hasta la fecha no me acostumbro a la cárcel. Simplemente me adapto a las reglas para que pueda yo ganar más privilegios. Los días de tristeza son casi todos, si te dijera. Mi lucha, mi esfuerzo, es lo que me calma. Hay veces que de repente me quiere dominar [la tristeza], pero como vengan los golpes los tengo que enfrentar para poder salir adelante”, dice el indígena zapoteco.

El jurado también ha destacado con una mención honorífica en Periodismo científico y cultural el reportaje de América Futura El viaje de un mal hereditario y sin cura de los Pirineos a las montañas de Veracruz, escrito por Andrea J. Arratibel, colaboradora de este diario, y con fotografías de Nayeli Cruz. El trabajo aborda la ataxia espinocerebelosa de tipo 7, una enfermedad neurodegenerativa con la prevalencia más alta del mundo en una zona campesina de la sierra mexicana. “Este reportaje destaca por su lenguaje claro y comprensible al abordar el tema de una enfermedad hereditaria rara que afecta a una población en Veracruz. A través de entrevistas y testimonios de afectados y especialistas, la pieza logra trasladar el sentimiento de la comunidad y generar empatía en el lector (...) Además, se reconoce el buen trabajo en la fotografía, que acompaña la narrativa y estuvo como finalista en las categorías de fotografía”, ha señalado el jurado.

Marilú Peña cuida a su hija Marely Hernández Peña, quien padece ataxia. Nayeli Cruz

Entre los galardonados de este año están una crónica de la periodista Marcela Turati sobre la la desaparición y el asesinato de Alicia De los Ríos durante la Guerra Sucia en México, publicada en el medio A dónde van los desaparecidos. En la categoría de Opinión, se ha premiado el artículo Ayotzinapa 9 años: militares y espías que se mandan solos, de Témoris Grecko Berumen, publicado en Pie de Página, y en la de Fotografía, una imagen de Rodrigo Oropeza sobre los estragos causados por el huracán Otis en Acapulco, Guerrero, publicada por AFP. El premio a la Trayectoria se lo ha llevado Soledad Durazo, una figura clave del periodismo mexicano, con más de 35 años de experiencia en radio, televisión, prensa digital e impresa.



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