Sheinbaum exige a Estados Unidos que aclare la captura de El Mayo: “Todavía no se recibe información suficiente”

La presidenta hace un primer llamado de atención a Washington sobre la crisis de violencia en Sinaloa y pone la cooperación en seguridad en el centro de la relación bilateral y de la próxima reunión con el embajador Ken Salazar

Claudia Sheinbaum habla durante la rueda de prensa matutina de este martes, en Palacio Nacional.José Méndez (EFE)

La cooperación en seguridad será el tema principal de la primera reunión del nuevo Gobierno de México con Estados Unidos. Así lo anunció la presidenta, Claudia Sheinbaum, tras presentar la estrategia de su Administración para combatir el crimen organizado y enfrentar la ola de violencia que azota al país. Sheinbaum habló de la crisis que atraviesa Sinaloa, inmersa desde hace un mes en una guerra intestina entre Ismael El Mayo Zambada y Los Chapitos, e hizo un primer llamado de atención a Washington para que aclare las condiciones que precipitaron el arresto de El Mayo y el objetivo del operativo de captura del pasado 25 de julio. “Todavía no se recibe información suficiente”, afirmó la mandataria en La Mañanera. También se informó de que el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, se desplazará este mismo martes con otros miembros del Gabinete a Culiacán para supervisar la respuesta de las autoridades.

Sheinbaum adelantó esta semana que el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, y el embajador estadounidense, Ken Salazar, tienen previsto reunirse en la Cancillería. El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador decretó a finales de agosto una “pausa diplomática”, después de que Salazar cuestionara la elección directa de jueces propuesta en la reforma judicial que impulsó el entonces presidente, que ha enfriado los contactos entre ambos países. La mandataria ha marcado la línea que su Gobierno quiere seguir para superar el bache: tratar el tema de Seguridad con un enfoque de responsabilidades compartidas, sobre todo en Sinaloa, donde la captura de El Mayo desató una onda expansiva de violencia.

La presidenta dejó a entrever también un cambio de formas: el representante de Estados Unidos ya no tendrá derecho de picaporte a la oficina presidencial en Palacio Nacional, como con López Obrador. La mandataria ha delegado el manejo de la relación bilateral a De La Fuente, que fue representante de México en Naciones Unidas durante la pasada Administración. Salazar se ha mostrado reacio a asumir la responsabilidad del conflicto entre El Mayo y Los Chapitos, antiguos aliados bajo el paraguas del Cartel de Sinaloa. “Lo que se está viendo en Sinaloa no es culpa de Estados Unidos”, declaró el embajador el pasado 20 de septiembre.

Sin embargo, México ha dado visos de que se empieza a agotar la paciencia frente al silencio de Washington sobre El Mayo. Sheinbaum fue la última en pedir más información, pero también lo hizo López Obrador y la Fiscalía General de la República, que abrió su propia investigación para esclarecer lo que pasó en territorio mexicano el día del arresto. A dos meses y medio de la captura, ni el Gobierno mexicano ni el Gobierno estadounidense han podido dar una explicación convincente y respaldada con pruebas de cómo fue que uno de los capos más poderosos del mundo acabó en un avión rumbo a Texas y fue detenido sin que se disparara una bala.

Sheinbaum también respaldó al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, y confirmó que no está siendo investigado por la FGR por el secuestro de El Mayo a manos de Joaquín Guzmán López, el hijo de El Chapo, la principal línea de investigación de las autoridades mexicanas. “No hay ninguna prueba en contra del gobernador Rocha”, dijo sobre su compañero de partido, en el ojo del huracán desde que se dio a conocer la captura y después de que Zambada mencionara que fue “emboscado” tras ser citado a una reunión con él. “No soy un delincuente. Nadie me está investigando”, dijo Rocha el lunes. “En un día no se va resolver”, dijo la presidenta sobre la visita de Harfuch a la entidad. “La seguridad es un problema que requiere de responsabilidad compartida y una respuesta unificada”.

Claudia Sheinbaum, López Obrador y Rubén Rocha Moya, en un evento oficial en El Rosario (Estado de Sinaloa) en agosto pasado. Presidencia

Sin tomar partido en las elecciones de Estados Unidos

Sheinbaum señaló que no tiene preferencias entre los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos, la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, y dijo que es una decisión que corresponde a los ciudadanos estadounidenses. “Vamos a trabajar con él o con ella y va a haber un buen trabajo”, aseguró la presidenta. La guerra contra el narcotráfico y la contención de la inmigración han sido temas centrales en las campañas. Trump ha mantenido un discurso de mano dura y ha coqueteado con la idea de atacar a los carteles en territorio mexicano. Harris, una opción más amable en el papel, ha prometido medidas más estrictas para frenar la migración ilegal y restringir las solicitudes de asilo.

En la línea con la política exterior de México, la presidenta ha optado por mantenerse al margen y esperar. Los estadounidenses saldrán a votar el próximo 5 de noviembre y está previsto que el nuevo Gobierno inicie en enero. La elección entre Trump o Harris será determinante para la relación bilateral, las presiones que enfrentará Sheinbaum desde Estados Unidos y el tono que prevalecerá entre ambos países. Antes de eso, la nueva mandataria de México ha pedido aclarar un par de puntos a la Administración de Joe Biden.




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