Rubén Rocha minimiza la violencia en Sinaloa y niega que sea investigado por el secuestro de El Mayo

El gobernador acusa una campaña mediática para desprestigiar a su Administración, horas antes de que hombres armados despojaran a la alcaldesa electa de Mazatlán de su camioneta

Rubén Rocha Moya gobernador de Sinaloa durante una conferencia de prensa, el 2 de septiembre 2024.Jose Betanzos/Cuartoscuro

El gobernador de Sinaloa, negó este lunes que sea investigado por la Fiscalía General de la República (FGR) por supuestos vínculos con el crimen organizado o por el secuestro de Ismael El Mayo Zambada. “No soy un delincuente”, señaló Rubén Rocha Moya en La Semanera, su conferencia de prensa semanal. “No tengo ningún temor, nadie me investiga, ¿quién dice que me están investigando?”, cuestionó y acusó una campaña de desprestigio contra su Administración. Rocha también hizo un llamado a la población a “perder el miedo” y minimizó la ola de violencia que azota al Estado, en medio de la guerra interna por el control del Cartel de Sinaloa entre los grupos fieles a El Mayo y Los Chapitos, los hijos de su antiguo socio, Joaquín El Chapo Guzmán. Más tarde, se dio a conocer que hombres armados robaron la camioneta de la alcaldesa electa de Mazatlán, Estrella Palacios.

Palacios viajaba rumbo a Culiacán, la capital del Estado y epicentro de la violencia de las últimas semanas, cuando un comando ordenó a punta de pistola a ella y a su equipo que bajaran del coche a la altura de la sindicatura de Costa Rica, según los primeros reportes. La alcaldesa electa, que tomará posesión el próximo 1 de noviembre, se encuentra a salvo tras el robo, al igual que tres de sus colaboradores. “Seguimos trabajando con mucho entusiasmo para iniciar este nuevo Gobierno”, dijo la política de Morena, en un video grabado a mediodía a bordo del vehículo. “Toma video”, se le escucha decir en oto video que ha circulado en redes sociales tomado antes del hurto.

La última polémica de Rocha se dio a raíz de una publicación de la revista Proceso, a partir de documentos del Centro Nacional de Inteligencia, en la que se da cuenta que el gobernador está siendo “vigilado” y recibiendo un “seguimiento personal” por tener vínculos con el Cartel de Sinaloa. Según esta versión, la investigación se dio durante el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien lo respaldó públicamente en varias ocasiones, y visitó la entidad por última vez tres días antes de que terminara su mandato y entregara la banda presidencial a Claudia Sheinbaum el pasado 1 de octubre.

Fue el propio Zambada quien aseguró en una carta publicada el 10 de agosto que fue “emboscado” y “secuestrado” por Los Chapitos tras ser citado a una reunión con Rocha y su principal enemigo político, Héctor Cuén, para ser entregado en Estados Unidos el pasado 25 de julio. Cuén, exalcalde de Culiacán y diputado federal electo, fue asesinado ese mismo día. La FGR, que abrió un expediente para aclarar las circunstancias de la captura de El Mayo y el homicidio de Cuén, convirtió la carta del capo de 76 años en su principal línea de investigación. El Ministerio Público Federal aseguró el inmueble donde se produjo el rapto y señaló que había elementos suficientes para acusar a Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo detenido junto a Zambada, por los delitos de privación de la libertad y traición a la patria. El único cabo suelto que han dejado las autoridades federales es la supuesta participación del gobernador, quien descartó cualquier vínculo con el narcotráfico y dijo que ese día voló a Los Ángeles para visitar a su familia en California.

La conferencia de Rocha marcó también un cambio de discurso. El gobernador había dicho en las semanas que siguieron a la captura, en el centro de la fractura dentro del Cartel de Sinaloa, que estaba dispuesto a colaborar con las autoridades. “Hay periodistas que tienen interés por que se me compliquen las cosas y sí, tengo que estar expuesto a que se me compliquen las cosas, porque tengo que ir contra la delincuencia, sin importar [de] qué grupo [se trate]”, señaló el mandatario. “Si me investigan, nada me descubren a mí”, comentó. Según la publicación de Proceso también son investigados su hijo, José Rocha Ruiz, y el titular del Servicio estatal de Administración Tributaria (Sates), José Carlos Cárdenas, por la inteligencia militar y civil. Rocha Ruiz es señalado en la publicación de servir como enlace entre el Gobierno de Sinaloa y Los Chapitos. La página del Sates fue blanco de un ataque cibernético el pasado 15 de septiembre, en el que se colgaron amenazas entre los grupos en disputa. El último comunicado que emitió la FGR sobre la detención de Zambada y el asesinato de Cuén fue a finales de agosto.

Tras cuatro semanas de violencia ininterrumpida, Rocha insistió en que los medios han magnificado los hechos y defendió que el Estado no se encuentra entre los focos rojos de la violencia en México. El mandatario hizo referencia a un texto publicado por este diario el fin de semana pasado para argumentar su punto y dijo que Sinaloa es vista como uno de los sitios más inseguros “por el estigma” del narcotráfico, pero sostuvo que hay avances contra la inseguridad. “Sinaloa no está entre los Estados más violentos, estamos por debajo de la media; sin embargo, mientras en otros lugares aparecen tantos muertos, aquí mucho menos, no quiero ser comparativo ni tampoco celebrar nada”, agregó. “Ustedes hagan la suma”, respondió al ser cuestionado sobre el número de muertos que ha dejado la guerra de carteles. Rocha se reunió hace unos días con el nuevo secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, para analizar los próximos pasos de la estrategia de seguridad en el Estado.

Al menos 146 personas han sido asesinadas en Sinaloa desde el estallido del conflicto entre Los Mayos y Los Chapitos, el pasado 9 de septiembre, de acuerdo con cifras del Gobierno federal. Ha habido discrepancias en los datos diarios reportados por la Secretaría de Seguridad estatal, la Fiscalía de Sinaloa, las Fuerzas Armadas y las autoridades federales. Los números también han sido cuestionados por organizaciones civiles y colectivos de búsqueda que, por ejemplo, denuncian casi 40 desapariciones forzadas más que los registros oficiales de las autoridades ministeriales. El próximo miércoles se cumplirá un mes del mayor enfrentamiento que ha habido en el histórico bastión del Cartel de Sinaloa en más de una década.

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