España rechaza asistir a la toma de posesión de la presidenta mexicana ante la “inaceptable exclusión del Rey”
Las autoridades mexicanas invitaron al Gobierno, pero no a Felipe VI a la histórica ceremonia
España no estará representada en la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, la primera mujer que asume la Presidencia de México, el próximo 1 de octubre, ante la “inaceptable exclusión del rey” Felipe VI. Así lo ha anunciado esta noche el Ministerio español de Asuntos Exteriores, a través de un comunicado, después de que EL PAÍS publicara que las autoridades mexicanas no habían invitado al Rey, que tradicionalmente encabeza la delegación española en este tipo de ce...
España no estará representada en la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, la primera mujer que asume la Presidencia de México, el próximo 1 de octubre, ante la “inaceptable exclusión del rey” Felipe VI. Así lo ha anunciado esta noche el Ministerio español de Asuntos Exteriores, a través de un comunicado, después de que EL PAÍS publicara que las autoridades mexicanas no habían invitado al Rey, que tradicionalmente encabeza la delegación española en este tipo de ceremonias. “El Gobierno de España considera inaceptable la exclusión de S.M. el Rey de la invitación a la toma de posesión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, el próximo 1 de octubre en Ciudad de México. Por este motivo el Gobierno de España ha decidido no participar en dicha toma de posesión a ningún nivel”, señala la nota oficial.
A solo una semana de la toma de posesión de la nueva presidenta mexicana, la Casa Real española, preguntada por EL PAIS, no había querido confirmar la asistencia de Felipe VI a la ceremonia de relevo. No era por falta de interés o porque algún compromiso le impida asistir. Ni el equipo de transición de la próxima mandataria mexicana ni la actual Cancillería querían confirmar tampoco que hubieran invitado al jefe del Estado español.
Todas las partes implicadas mantenían este martes un férreo mutismo sobre un tema que se considera muy delicado. Fuentes de La Zarzuela se limitaban a recordar que es el Gobierno el que dirige la política exterior y decide qué viajes internacionales realiza el Monarca. Pero Felipe de Borbón, primero como Príncipe de Asturias y luego como Monarca, ha estado presente en unas 80 tomas de posesión en América Latina y su ausencia en esta ceremonia de trascendencia histórica en uno de los países más importantes de la comunidad iberoamericana no pasaría inadvertida. Fuentes del equipo de transición de Sheinbaum aseguraron a este diario que todos los países con los que México tiene relaciones diplomáticas fueron convocados. España, sin embargo, no aparecía en la lista de confirmaciones que se ha hecho pública.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de España también mantenía este martes un gran laconismo en torno a la presencia de Felipe VI en la toma de posesión de Claudia Sheinbaum. Fuentes de dicho departamento se limitaron a señalar que “España no trabaja con ningún escenario que no sea la asistencia de S.M. El Rey a la toma de posesión de la presidenta mexicana”. Es decir, que si finalmente Felipe VI no fuera invitado, España no estaría representada en el acto, ni siquiera por su embajador en México, como finalmente ha ocurrido.
“En concordancia con nuestro protocolo diplomático, el Gobierno de México remitió notas diplomáticas a todas las naciones del mundo con las que mantiene relaciones y organismos internacionales en las que ostenta membresía para participar en la ceremonia de transmisión de mando de la virtual presidenta electa”, afirmó la Cancillería a principios de agosto, después de que surgiera la polémica por la invitación a mandatarios como el ruso Vladímir Putin. Fuentes diplomáticas en México aseguran que Ecuador y Perú fueron los dos únicos Estados no invitados. Quito rompió relaciones con México y Lima degradó su representación a nivel de encargado de negocios después de varios choques diplomáticos.
La realidad es que México invitó a España, pero excluyendo a Felipe VI de la delegación, algo que Exteriores ha considerado “inaceptable”. En el trasfondo de este mal gesto hacía el Rey está la polémica que se desató en 2019 después de que el todavía presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, enviara una carta a Felipe VI instándole a pedir disculpas por los excesos cometidos por los colonizadores españoles durante la conquista de América. Desde un primer momento, el Gobierno español aseguró que esa petición de perdón no se iba a producir y López Obrador se ha quejado en varias ocasiones de que ni siquiera recibió respuesta a la carta, lo que ha enfriado las relaciones entre ambos países a nivel de Gobierno, no así a nivel comercial, donde España sigue siendo un socio importante para México. Se da la circunstancia de que Felipe VI sí acudió a la toma de posesión del propio López Obrador, en diciembre de 2018. Pedro Sánchez tuvo una visita oficial a México un mes más tarde. Fue la última que realizó.
En diciembre de 2022, López Obrador también decretó una “pausa diplomática” en las relaciones con Perú, tras la salida del poder de Pedro Castillo y el ascenso de Dina Boluarte como nueva presidenta. El presidente mexicano hizo lo mismo con España en febrero de ese año, después de la polémica por la petición de disculpas por los abusos cometidos durante la Conquista. Como las “pausas diplomáticas” no son una figura reconocida en las Relaciones Internacionales, cada Estado reaccionó de forma distinta.
Perú retiró a su embajador en México y nombró al mandatario y al embajador mexicanos como personas non gratas. España decidió continuar la relación, aunque los contactos a nivel de Gobierno se enfriaron. López Obrador anunció otra “pausa” el mes pasado con Estados Unidos y Canadá tras un encontronazo por la reforma judicial, criticada por ambos países. Washington y Ottawa, sin embargo, sí contarán con representación oficial en la ceremonia de Sheinbaum, aunque no estarán presentes ni Joe Biden ni Justin Trudeau. El caso de Ecuador es distinto porque es el único en el que se hizo oficial una ruptura de relaciones diplomáticas en abril pasado, tras el asalto a la Embajada mexicana en Quito. Uno de los funcionarios consultados comenta que una posibilidad es que la invitación haya sido extendida solo al jefe de Gobierno y no al jefe de Estado español. Este periódico pidió un posicionamiento oficial a la Cancillería mexicana y al equipo de Sheinbaum para aclarar el asunto, pero al momento de la publicación no ha recibido respuesta.
El equipo de transición de Claudia Sheinbaum informó la semana pasada de que 16 mandatarios habían confirmado su presencia en la toma de posesión. En la lista destacan el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el colombiano Gustavo Petro; el chileno Gabriel Boric, y el cubano Miguel Díaz-Canel. De los 16 jefes de Estado y de Gobierno que han confirmado, 13 son de Latinoamérica y del Caribe, y tres, de África. Ningún líder europeo en activo había comunicado su asistencia hasta la semana pasada.
Estados Unidos anunció que estará representado por la primera dama, Jill Biden, esposa del presidente, tras las fricciones entre la Administración de Andrés Manuel López Obrador y el embajador estadounidense en México Ken Salazar en torno a la aprobación de la controvertida reforma judicial. Salazar también estará en la delegación, confirmó la Casa Blanca este martes. Otros funcionarios convocados son Xavier Becerra, secretario de Salud y Alejandro Mayorkas, de Seguridad Interior, así como Liz Sherwood-Randall, asesora de Biden en Seguridad. La representación de Canadá, el tercer socio del Tratado de Libre Comercio (T-MEC) de América del Norte, estará a cargo de Chrystia Freeland, viceprimera ministra.
El boliviano Luis Arce y el paraguayo Santiago Peña completan la lista de asistentes entre los mandatarios sudamericanos. El argentino Javier Milei, que ha tenido roces con el Gobierno de López Obrador en las últimas semanas, no ha comunicado si asistirá a la cita. Tampoco hay hasta ahora una representación de Venezuela, tras el turbulento proceso electoral de finales de julio.
Entre los líderes de Centroamérica destaca la confirmación de Bernardo Arévalo de Guatemala, Xiomara Castro de Honduras y el primer ministro de Belice, John Briceño. El salvadoreño Nayib Bukele, el nicaragüense Daniel Ortega y el costarricense Rodrigo Chaves no han anunciado si acudirán a la investidura en Ciudad de México. Además de la delegación cubana, el presidente dominicano Luis Abinader encabeza la representación del Caribe, donde Dominica, Haití y Santa Lucía han adelantado que tendrán representantes del más alto nivel. Ghana y Libia enviarán a sus presidentes, mientras que la República Árabe Saharaui Democrática lo hará con su primer ministro. Castro y la haitiana Régine Abraham, al frente del consejo de transición en Haití, son las únicas mujeres que aparecen en la lista.
El presidente de Alemania Frank-Walter Steinmayer ha delegado la representación de su país en el expresidente Christian Wulff. El equipo de transición detalló que cuatro vicepresidentes y 17 representantes a nivel ministerial estarán en la ceremonia, aunque no precisó de qué países. La lista se completa con 10 viceministros (subsecretarios), 10 titulares de organismos internacionales y otros invitados especiales, así como representantes diplomáticos y embajadores.
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