La fiebre por el aguacate aumenta la deforestación en México
El comercio del aguacate ha atraído a grupos criminales que extorsionan a los productores, desplazando a la gente y deforestando el campo en Michoacán
Las prácticas ilegales en el corazón del aguacate mexicano, que se está expandiendo rápidamente para alimentar la creciente demanda en Estados Unidos, se producen a expensas de los bosques cercanos, según funcionarios del Gobierno de Michoacán.
Con Michoacán luchando contra una sequía, los productores de aguacate a menudo recurren a tomar agua de lagos o cuencas comunales, drenándolos a niveles bajos preocupantes, según tres funcionarios locales y estatales.
La legislación mexicana exige un estudio de impacto ambiental y un permiso para almacenar y utilizar agua para el cultivo del aguacate, que requiere un uso intensivo de recursos. Datos de la autoridad nacional del agua, Conagua, mostraron que sólo 42 depósitos y pozos en Madero (Michoacán) estaban registrados con permisos.
Las exportaciones de aguacate a Estados Unidos se han disparado un 48% desde 2019, según datos comerciales estadounidenses. Ese mercado representa alrededor del 80% de las exportaciones totales de aguacate de México, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, un comercio valorado en 3.000 millones de dólares el año pasado.
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