Asesinado un niño de 12 años durante un ataque a balazos del crimen organizado en una playa de Cancún

Un niño de 12 años se ha sumado a la lista de víctimas de la violencia que desangra a México. Las autoridades del Estado de Quintana Roo, al sureste del país, han informado de que la tarde del domingo el menor murió a causa de las heridas generadas por un ataque armado perpetrado por integrantes del crimen organizado en una disputa por venta de drogas. El chico pasaba la tarde con su familia en una playa de Cancún, el bastión turístico de la región, cuando unos hombres armados que se trasladaban en moto acuática dispararon a mansalva. No se registran más víctimas por este incidente.

La Fiscalía estatal ha informado en un comunicado de que el suceso ocurrió en el Bulevar Kukulcán, la principal avenida de la Zona Hotelera de Cancún, a las 15:00 hora local del domingo, cuando la familia disfrutaba de la temporada de vacaciones de verano. La institución, que mantiene reservada la identidad del menor y sus familiares, ha iniciado una carpeta de investigación por el “delito de homicidio calificado”.

Las primeras investigaciones señalan que los atacantes abrieron fuego cerca de la playa desde el mar, a bordo de una moto acuática y dispararon “contra unas personas presumiblemente en disputa por venta de droga”. Las primeras pesquisas arrojan que el ataque iba dirigido a una persona que se encontraba en la zona de la playa conocida como Caracol, que huyó del lugar, aunque las autoridades no han dado más detalles.

En el ataque resultó herido de gravedad el niño, que, ha especificado la Fiscalía, “no era el objetivo” de los atacantes. Medios locales han informado de que los turistas que disfrutaban del sol en la playa buscaron refugio en los hoteles cercanos al escuchar los disparos y algunos de ellos llamaron a los servicios de emergencia. Un equipo de paramédicos trasladó al menor hasta un hospital de localidad, pero el equipo sanitario no pudo salvarle la vida. La policía local acordonó la zona del incidente para realizar las investigaciones periciales, aunque el lunes la zona recuperaba la normalidad. “Las autoridades llegaron de inmediato y se trasladó al menor al hospital, donde lamentablemente perdió la vida”, ha informado la institución.

Los integrantes de la familia afectada por la balacera del domingo son de nacionalidad mexicana, vecinos de Cancún. La Fiscalía, en colaboración con los integrantes de la Coordinación para la Construcción de Paz y Seguridad en Quintana Roo, sigue con los trabajos “para llevar ante la justicia a el o los responsables de este delito”, han informado las autoridades.

El incidente alteró el que era un domingo normal veraniego en uno de los mayores destinos turísticos de México, que en temporada de verano recibe a decenas de miles de turistas. La zona hotelera de Cancún es conocida por su tranquilidad, aunque han crecido los hechos de violencia que alteran el ritmo caribeño de esa pujante región económica. Las bandas criminales han desatado una batalla por el control de la venta de drogas y el cobro de derecho de piso (extorsiones) en negocios de la zona, por lo que las autoridades han tenido que desarrollar operativos para garantizar la seguridad de los turistas. Es cada vez más común ver desplegados a oficiales de la policía entre los visitantes que disfrutan las playas de aguas turquesas del Caribe mexicano.

Los empresarios del turismo han presionado a las autoridades para evitar una escalada en la violencia y que la joya de la corona turística de México corra la misma suerte que Acapulco, el otrora paraíso del Pacífico mexicano convertido en un infierno por la guerra entre grupos del crimen organizado, con continuos ataques y enfrentamientos y noticias de cuerpos decapitados esparcidos en la ciudad. El aumento de la inseguridad en Acapulco ha hecho que varios comercios echen el cierre, en medio de los esfuerzos por reactivar al actividad económica tras el azote destructivo del huracán Otis.

México ha mantenido los altos niveles de violencia y registró 30.523 asesinatos en 2023, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), que recoge la estadística de los archivos de las fiscalías estatales. La cifra de víctimas se mantiene arriba de las 30.000 por sexto año consecutivo, según el SESNSP, consolidando el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, de Morena, como el más violento de la historia reciente del país.

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