Aeroméxico suspende sus vuelos entre Ciudad de México y Quito tras la crisis diplomática
La aerolínea cancela sus viajes entre julio y diciembre después de que la policía asaltara la Embajada mexicana en Quito para capturar al exvicepresidente Jorge Glas, refugiado allí tras una condena por corrupción
Aeroméxico suspenderá sus vuelos entre Quito y Ciudad de México a partir del próximo 1 de julio, según ha anunciado en un comunicado el Ministerio de Transporte y Obras Públicas de Ecuador. En diciembre, la aerolínea “evaluará su continuidad, debido a la ocupación para el servicio de pasajeros, carga y correo en forma combinada, que en promedio se manejaba con un 71%, según lo comunicó mediante oficio enviado esta tarde a la Dirección General de Aviación Civil”.
La suspensión de vuelos de la aerolínea es uno de los primeros impactos que ha tenido en una gran empresa la ruptura de relaciones diplomáticas entre México y Ecuador, después de que la policía ecuatoriana asaltara la Embajada mexicana en Quito el 5 de abril para detener al exvicepresidente Jorge Glas, condenado en su país por dos causas de corrupción. El Gobierno mexicano había ofrecido asilo político a Glas horas antes.
“La compañía protegerá a los pasajeros cuyo viaje sea posterior al 30 de junio de 2024. Sin embargo, el Gobierno ecuatoriano vigilará el cumplimiento de esta protección y garantizará que no haya afectación a los usuarios”, se lee en el comunicado del Ministerio de Transporte y Obras Públicas de Ecuador. “Los pasajeros que necesiten viajar desde Ecuador a México lo podrán hacer en otras aerolíneas con conexión, por ejemplo, Copa con escala en Panamá o Avianca con escala en Bogotá”, recomienda la institución.
El jueves de la semana anterior, el presidente del país norteamericano, Andrés Manuel López Obrador, reiteró que su Gobierno no piensa retomar las relaciones diplomáticas con Ecuador. López Obrador acusó este martes también a su homólogo ecuatoriano, Daniel Noboa, de autoritario, irrespetuoso y desconocedor del derecho internacional.
El mismo día, el Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas (TIJ) rechazó la concesión de medidas cautelares contra Ecuador que había solicitado el Gobierno mexicano, que consistían en que se brindase protección a su sede diplomática en Quito y la residencia de sus representantes, mientras se resuelve el fondo de la demanda. El TIJ consideró que las garantías ofrecidas por Noboa eran suficientes.
La Cancillería ecuatoriana celebró la resolución, que “reconoció la buena fe” del país andino. López Obrador espetó que esperará a que se resuelva el fondo de la demanda y confió en que el resultado será favorable a su país. Para México, el asalto a su embajada en Quito representa una grave violación de su soberanía y las leyes del derecho internacional recogidas en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que consagra la inviolabilidad de las embajadas y también el derecho al asilo, como un acto de justicia.
“Ni en los peores momentos de las dictaduras latinoamericanas sucedió algo así. Ni Pinochet ni Videla. Ningún dictador...”, declaró la secretaría de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcenas, en entrevista con EL PAÍS. El Gobierno mexicano considera que Noboa mantiene una persecución motivada por razones políticas contra Glas.
Por su parte, la mayoría de los ecuatorianos, un 60%, aseguró estar de acuerdo con el asalto a la embajada para capturar a Glas, de acuerdo con la encuestadora Perfiles de Opinión. La comunidad internacional rechazó rotundamente la manera de actuar del Gobierno de Noboa.
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