López Obrador especula sobre un acuerdo entre los abogados de las familias de Ayotzinapa y el Poder Judicial
El presidente asegura que “la investigación fue manipulada” y carga contra organizaciones de derechos humanos y los defensores de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos
Semanas de escalada de tensión por el caso Ayotzinapa. Andrés Manuel López Obrador ha vuelto a cargar este lunes contra organizaciones de derechos humanos y los abogados de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos. En medio de un escenario hostil tras el asesinato de un normalista en manos de la policía y la pugna que mantiene el Gobierno con Vidulfo ...
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Semanas de escalada de tensión por el caso Ayotzinapa. Andrés Manuel López Obrador ha vuelto a cargar este lunes contra organizaciones de derechos humanos y los abogados de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos. En medio de un escenario hostil tras el asesinato de un normalista en manos de la policía y la pugna que mantiene el Gobierno con Vidulfo Rosales, el abogado de las familias, el presidente ha especulado esta vez sobre un acuerdo alcanzado entre los defensores y el Poder Judicial, para la liberación de 88 implicados en la investigación a partir de una sentencia de mayo de 2018, en la que se señala que fueron torturados. “Tenemos sospechas de que hubo acuerdos políticos, incluso que utilizaron o participaron conscientemente organismos de derechos humanos y los mismos abogados de los papás de los muchachos”, ha lanzado el mandatario, “cuando sale esta sentencia y liberan a los que presuntamente habían sido torturados, las organizaciones de derechos humanos y los mismos abogados celebran de que se haya emitido esa resolución que fue lo que permitió darle libertad a quienes habían participado”.
La campaña electoral en México ha vuelto a poner el ojo sobre un caso que no puede resolver desde hace más de 10 años, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, una herida que duele a la Administración de López Obrador. Cuando se lanzó la carrera presidencial, a principios de marzo, parte del colectivo de familiares elevó el tono contra el Ejecutivo. Consideran que el actual Gobierno protegió al Ejército y que, según las investigaciones, ocultó información sobre el grupo que atacó a los normalistas en 2014. Las tensiones se convirtieron en protestas, una que acabó incluso a las puertas de Palacio Nacional, donde rompieron una puerta para protestar contra el hecho de que el presidente no reciba a las familias.
El presidente restó importancia a la movilización y barajó la posibilidad de que quienes participaron en la protesta fueran infiltrados que no tenían que ver con la escuela normalista de Ayotzinapa. La actitud presidencial, que lleva semanas intentando fracturar la unión de los padres de los 43, profundizó el enojó de los familiares. Vidulfo Rosales lamentó la postura de López Obrador y dijo que, de no obtener respuesta, llevarían las protestas a los mítines de campaña de la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum. “¿Qué es eso? Ojalá y cambie de parecer el abogado que está convocando”, respondió el mandatario en una conferencia de prensa que luego el Instituto Nacional Electoral le obligó a bajar de internet.
Esta vez la discusión fue por la liberación en 2018 de 88 personas vinculadas al caso, que acusaron haber sido torturadas. Una reportera en la conferencia matutina le preguntó sobre las implicaciones de ese fallo. “Estuvo mal hecha la investigación por ineficiencia o mala fe, pero es cierto, se dejó en libertad a quienes habían participado en la desaparición de los jovenes con el argumento de que habían sido torturados. Y sí, algunos fueron torturados, pero no todos”, ha reclamado este lunes el presidente. El mandatario ha agregado que “la investigación fue manipulada”, “ya sea por malas prácticas o por intereses para proteger a implicados y desviar completamente la investigación”.
Una señal de que esto había sido así, ha señalado López Obrador, es que la sentencia judicial parecía escrita por las organizaciones defensoras de derechos humanos, y no por un abogado. “Es además una sentencia muy peculiar, porque toda la conceptualización esta hecha con palabras vinculadas a derechos humanos”.
Las palabras que salen de Palacio Nacional son gasolina para una disputa que se ha profundizado sin parar en el último tiempo. En la recta final del sexenio, y con más dudas que respuestas sobre la investigación del caso, los padres de los 43 estudiantes insisten en que el presidente les reciba. No quieren, como en otras ocasiones, que les mande algún emisario. El jueves pasado, López Obrador prometió que les iba a atender personalmente. Pero quiere hacerlo solo con ellos. Sin los defensores presentes. “Quiero darles información que estoy seguro no les han proporcionado sus abogados y sus asesore”, ha dicho. “No tienen porqué terminar creyéndome. Lo único que deseo es que ellos conozcan mi punto de vista”.
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