Estrellas rentables y nuevos sonidos: las claves del éxito para el AXE Ceremonia

Diego Jiménez, fundador del festival, cuenta cómo la autocrítica y la apertura han sido vitales para consolidar la fidelidad del público de la capital. Este año mandan Kendrick Lamar, LCD Soundsystem o Fuerza Regida

Asistentes al festival Ceremonia 2023, en el Parque Bicentenario, en abril del año pasado.QUETZALLI NICTE-HA

Este año, el festival musical AXE Ceremonia celebrará por segunda ocasión una edición de dos días, en medio de un año en el que no han parado los conciertos y festivales de nuevo cuño. En su camino por ser uno de los punteros más completos y queridos de la Ciudad de México (CDMX), las lecciones aprendidas no han sido pocas ni suaves.

En 2013, ...

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Este año, el festival musical AXE Ceremonia celebrará por segunda ocasión una edición de dos días, en medio de un año en el que no han parado los conciertos y festivales de nuevo cuño. En su camino por ser uno de los punteros más completos y queridos de la Ciudad de México (CDMX), las lecciones aprendidas no han sido pocas ni suaves.

En 2013, Ceremonia tuvo que debutar en el aún incipiente panorama de los festivales musicales del país, con un cambio de sede y expectativas notables que los llevaría rápidamente a entrar por la puerta grande. El cartel de ese año no se parecía en nada a la curaduría de ofertas consolidadas como el Vive Latino, o el Corona Capital nacido apenas tres años antes. Animal Collective, Justice y Nicolas Jaar darían el pistoletazo de salida desde Toluca.

Pero los cambios de sede no han sido las únicas vallas sobre la pista. A Ceremonia también le ha tocado sortear un clima impredecible, logísticas de traslado, cancelaciones hasta incluso estar en números rojos, pasar por las respectivas suspensiones por pandemia y un percance climático que echó abajo un escenario completo en 2017, pasando por una reformulación de su oferta, experiencia y alcances.

Al día de hoy, y con poco más de una década de vida, el festival AXE Ceremonia se encamina a ser el más fresco y heterogéneo de la capital en cuanto a su música, personalidad e innovación se refiere, incluyendo a su vez diversas industrias creativas locales que lo complementan.

“Ha sido un tema de mucho trabajo interno con los equipos, de encontrar la manera de construir un festival que explore y resalte la cultura joven dentro de una ciudad que tiene una cantidad muy grande de festivales. Creo que es de los lugares en el mundo que más festivales de este tipo tiene. Ha sido un proceso de encontrar nuestro lugar dentro de un espacio musical que es muy amplio y muy rico”, cuenta en entrevista Diego Jiménez Labora, miembro fundador y director de AXE Ceremonia, que este fin de semana vuelve al parque Bicentenario de la capital.

La cantante británica M.I.A., en el festival Axe Ceremonia del año pasado.Marco Ugarte (AP)

En contraparte a su periplo y constante reconfiguración para entregar un enfoque distintivo frente a la sobreoferta de carteles musicales masivos en el país, AXE Ceremonia ha tenido una apertura lo suficientemente holgada como para equilibrar a las figuras consagradas y rentables de la música popular internacional (Massive Attack, Julieta Venegas, Snoop Dogg, Beck), con un foco en nuevos talentos y sonoridades más arriesgadas, que con el paso del tiempo se han convertido incluso en fenómenos multitudinarios (Rosalía, Bad Gyal, Natanael Cano, etc.).

El festival se precia de ser pionero en incluir artistas de corridos tumbados pero también de hacer que el reggaetón, el trap, la electrónica, el rock, las diversidades y el abanico subterráneo de la música club global se dieran la mano. Este año llega a su onceava edición con lo que para su director es un cartel de ensueño y perseguido por años, el cual incluye al rapero Kendrick Lamar, LCD Soundsystem, los mexicanos Fuerza Régida, la venezolana Arca, James Blake, entre otros.

El secreto, de acuerdo con Diego Jiménez, es la búsqueda de la sorpresa y la vigencia incluyendo un sentido de apertura y autocrítica con una meta común: ser el referente de la cultura joven.

“Para mí ese ha sido siempre el concepto de Ceremonia, ¿y cómo bajas esa idea grande a lo que está pasando? Pues no tiene que ver con un género, nunca quisimos decir “Ah, vamos a hacer un festival de música electrónica, de indie o sólo de hip hop”, sentimos que eso nos limitaba mucho en lo que queríamos hacer a largo plazo. Y eso también incluye a Traición y el espacio queer del festival, que lo vemos también como un tema de autocrítica. Cuando empezamos tal vez no teníamos la misma visión que tenemos ahora, fue un proceso de años, de integrar un espacio para esta comunidad, de hablar de ciertos pilares que representan a esa cultura joven entonces”, dice Jiménez Labora.

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