Tomas Zerón, sobre las acusaciones de torturar a un detenido en el ‘caso Ayotzinapa’: “Lo amenacé, pero nunca lo torturé”
El exfuncionario, prófugo en Israel, participa en un documental de la ‘BBC’ sobre la desaparición de los 43 estudiantes y defiende su inocencia
Tomás Zerón, exdirector de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía mexicana, ha reaparecido en una entrevista concedida a la BBC para un documental sobre los 10 años del caso Ayotzinapa. Desde su exilio en Israel, donde se resguarda de las órdenes de detención en su contra por tortura, desaparición forzada y delitos financieros, Zerón ha defendido la “verdad histórica”, la versión ofi...
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Tomás Zerón, exdirector de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía mexicana, ha reaparecido en una entrevista concedida a la BBC para un documental sobre los 10 años del caso Ayotzinapa. Desde su exilio en Israel, donde se resguarda de las órdenes de detención en su contra por tortura, desaparición forzada y delitos financieros, Zerón ha defendido la “verdad histórica”, la versión oficial del Gobierno de Enrique Peña Nieto sobre el móvil de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, y ha intentado limpiar su mancillado nombre. El exfuncionario, mano derecha del entonces fiscal general, Jesús Murillo Karam —preso ya por desaparición, tortura y obstrucción de la justicia—, hizo referencia al video donde se lo ve maltratando a un líder local de Guerreros Unidos, Felipe Rodríguez Salgado, El Cepillo, la principal prueba que sustenta la acusación de tortura en contra de Zerón: “Se ve [en el video] que yo lo amenacé, okay, pero nunca lo torturé”, dice el exfuncionario con tranquilidad. “Yo era el jefe de la Agencia de Investigación Criminal, yo no tenía necesidad de torturar a nadie”, sostiene.
Como suele hacer en sus esporádicas apariciones públicas desde su huida de México, Zerón ha vuelto a sostener que es víctima de una persecución política. Solo que, ahora, el exfuncionario se ha quejado de que le han dejado solo, un dardo lanzado a su entorno político en el PRI y en el peñismo. “Yo me volví muy importante como para ser culpado, pero no tan importante como para que alguien saliera en mi defensa”, afirma a la BBC. El documental del medio público británico está dividido en cuatro partes, de las que se han publicado hasta ahora dos. A Zerón se lo ve sentado con comodidad para la entrevista, con aspecto cuidado, en una locación indeterminada. En algunas escenas el exfuncionario aparece hablando por teléfono o mirando el paisaje de una ciudad por un balcón, recargado en un barandal.
El documental incluye entrevistas a amigos y familiares de los jóvenes de Ayotzinapa, a los forenses argentinos del EAAF, a los expertos del GIEI, a periodistas y a exfuncionarios de la Fiscalía. Zerón relata cómo fue que el entonces fiscal general, Murillo Karam, lo involucró en la investigación, pocos días después del 26 de septiembre de 2014. “La magnitud y la presión de este caso fue mayúscula”, refiere el exfuncionario. “Todavía no teníamos ninguna teoría de lo que había pasado”.
Zerón insiste en que los autores de la desaparición fueron delincuentes locales coludidos con funcionarios de Iguala, desde policías hasta el entonces alcalde, José Luis Abarca, una versión muy criticada por los investigadores externos, que ven detrás un intento por quitar responsabilidad al Gobierno federal. “En el caso de los estudiantes, todo enfocaba directamente a la participación e instrucción directa del alcalde Abarca”, refiere Zerón. También habla de cómo los primeros detenidos, en su mayoría policías municipales, mencionaron el basurero de Cocula, donde supuestamente fueron incinerados los cuerpos de los 43, en una pira a cielo abierto que ardió toda la noche. “En sus declaraciones narran y describen qué es lo que había pasado con los estudiantes y es como nosotros llegamos al basurero”, dice.
El video de la BBC despliega las grabaciones en las que Zerón recorre el río San Juan guiado por otro detenido, Agustín García, El Chereje, otro líder de Guerreros Unidos, que presuntamente le estaba mostrando el sitio donde fueron dispersados los restos incinerados en el basurero. Esas imágenes fueron polémicas en su día porque esa diligencia de Zerón, clave para sustentar la “verdad histórica” del Gobierno de Peña Nieto, no constaba en la carpeta de investigación. “Mi idea era, primero, llegar al basurero, pero, cuando estábamos sobrevolando el río, el detenido dijo: ‘Fue en este lugar donde nos paramos y donde tiramos las bolsas’. El detenido nos está narrando que eran ocho bolsas donde pusieron los restos de los estudiantes”, cuenta Zerón. “Y dice que los aventaron al río. Entonces llegamos al lugar, él me dice que a ese lugar del basurero de Cocula, que ahí los hicieron polvo, para después ir a depositar sus restos al río San Juan”.
Casi al mismo tiempo que la BBC publicó los fragmentos de su documental, Radio Fórmula dio a conocer una breve entrevista hecha a Zerón en las calles de Jerusalén este fin de semana. Allí, el exfuncionario, más esquivo, sin detenerse a hablar, responde escuetamente las preguntas de dos reporteros mexicanos. “¿Confía usted en que va a salir bien librado de esta situación?”, le preguntan los periodistas. “No lo sé, mis abogados están trabajando en eso”. “¿Entonces, usted es inocente de todas las acusaciones?”, le cuestionan. “Así es, así lo he manifestado”, dice él. Luego le preguntan si cree que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador utiliza el caso políticamente. “Yo creo que sí, pero es tema de él”, responde. Zerón dedica unas palabras de compasión a Murillo Karam, detenido por los mismos delitos de que se le acusa a él mismo. “Es una lástima, lo lamento mucho por el licenciado Murillo”, dice.
El Gobierno de López Obrador ha pedido con insistencia al de Israel la extradición de Zerón. El presidente considera que el exfuncionario está siendo protegido en Israel por empresarios a los que benefició con contratos gubernamentales desde la AIC, según lo ha contado el mandatario en su último libro, ¡Gracias! (Grijalbo, 2024). Una de las acusaciones contra Zerón, la relacionada con desvíos de recursos y corrupción, señala que el exfuncionario desvió más de 1.000 millones de pesos en la compra fraudulenta de equipos de espionaje.
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