Adrián Alcalá: “Con este gobierno y con el siguiente seguiremos tendiendo puentes para demostrar la utilidad del INAI”
El nuevo presidente del Instituto de Transparencia asegura que “si hay que hacer más con menos, se hará” y que defenderán al organismo en el Tribunal Constitucional si es necesario
Adrián Alcalá Méndez (Mexicali, 48 años) es ahora la cabeza visible de uno de los organismos más atacados públicamente, el Instituto Nacional de Transparencia Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI). Recién elegido presidente el domingo pasado, despertó con la mañanera del presidente López Obrador, en la que anunció una iniciativa para que desaparezcan los organismos constitucionales autónomos, entre ellos el INAI,...
Adrián Alcalá Méndez (Mexicali, 48 años) es ahora la cabeza visible de uno de los organismos más atacados públicamente, el Instituto Nacional de Transparencia Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI). Recién elegido presidente el domingo pasado, despertó con la mañanera del presidente López Obrador, en la que anunció una iniciativa para que desaparezcan los organismos constitucionales autónomos, entre ellos el INAI, porque “no sirven para nada”. No era la primera vez que lo decía, ni el último ataque que ha recibido. El sexenio ha sido una caja de truenos para el instituto, que ha intervenido en algunos de los proyectos punteros del gobierno, como el tren maya o el caso Ayotzinapa, en lo que respecta a la información que sobre ellos se ofrecía públicamente. En el ojo del huracán, el INAI se vio sacudido también por unas noticias recientes que obligaron a separar de sus cargos a dos secretarios, Óscar Guerra Ford y Rosendoevgueni Monterrey, por usar dinero público en un prostíbulo de la capital que luego se cerró por trata de mujeres. Lo hicieron pasar por “una cena con compañeros”. Por si fuera poco, la elección de Alcalá Méndez ha estado salpicada de acusaciones internas por opacidad e “inmoralidad”. Pero el enemigo externo parece ser más feroz y a ello dedica parte de esta entrevista el presidente, un hombre que se dice “muy familiar, tenaz y apasionado de su trabajo”. Casado y con tres hijas, este abogado dice que su lema es hacer las cosas rápido y bien, no rápido y mal ni lento y bien. Fue durante años abogado litigante y así sigue. “Este instituto es una caja de cristal”, dice en alusión a la transparencia.
Pregunta. Pues ¿cuánto gana usted?
Respuesta. 110.346 pesos netos. Sin emolumentos adicionales, salvo los viáticos por trabajo.
P. ¿Y esos cuántos son?
R. Para alimentos con pernocta, 4.600, y sin pernocta 2.550. Los pasajes para locomoción no tienen límites, solo elegimos los más económicos.
P. ¿Y el alquiler anual de esta sede del INAI?
R. 74.554.000 pesos de arrendamiento financiero, con opción de compra.
P. Tuvo una votación complicada, con varias rondas que disolvió la presidenta. Además, la comisionada Julieta del Río Venegas le acusó de “inmoral” y se habló de opacidad.
R. Fue una votación democrática. Siempre hay pluralidad de opiniones. Pero salimos fortalecidos para defender a la institución frente a la iniciativa con la que nos recibe el presidente de desaparecer el instituto. Respecto a las quejas de opacidad, esta presidencia tiene cero tolerancia a acoso sexual [que también ha habido], laboral o de desvíos públicos. Las carpetas que recibí de la comisionada Julieta del Río las estamos analizando para turnarlas al órgano correspondiente. Somos conscientes de que se tienen que ir adecuando y fortaleciendo los mecanismos de transparencia, anticorrupción y conflictos de interés. No habrá detenimiento, ni influencia. El comité de ética del organismo es independiente.
P. ¿Cómo van las investigaciones sobre el caso Guerra y Monterrey?
R. Precisamente el órgano interno de control es independiente, por cuestiones procedimentales no nos informan de cómo van avanzando, respeto los procesos.
P. Dice el presidente López Obrador que el INAI en caro e inservible.
R. Ni caro, ni inservible, ni oneroso. Tenemos un presupuesto de 1.097 millones de pesos para el año que viene. Es una inversión con retornos, con beneficios. Le cuesta siete pesos al año a cada mexicano para su presupuesto. Y sirve. En el tema de corrupción y de ejercicio del presupuesto hay una cadena muy robusta para su control. Y a través de la actuación del INAI se revelan datos públicos que usan los medios de comunicación, los investigadores, académicos, y las personas particulares. Si no se contara con el instituto de transparencia, el ciudadano no podría conocer contratos, adjudicaciones, datos que son públicos a los que tienen derecho. No combatimos la corrupción, prevenimos, visibilizamos actos para que las autoridades competentes puedan determinar después si están apegados a derecho. No juzgamos.
P. Miles de ciudadanos salieron a defender el INE de los ataques del Gobierno. ¿Le gustaría que la gente saliera así a la calle a defender el INAI?
R. Por supuesto que sí. Porque no hablamos de defender a personas, sino de derechos conquistados, logros de la ciudadanía. La gente se apropió del INE porque todo el mundo lo lleva en su cartera, lo conocen, cuando nosotros ejercemos los derechos son intangibles, pero necesitamos que se conozca.
P. ¿Cree que el INAI ha sido más atacado que el resto de organismos autónomos?
R. Sí, porque somos incómodos al poder, develamos la cosa pública y es el ataque sistemático, se utilizan estas situaciones para desprestigiar la conducta en base a intrigas y mentiras y atacan la moral pública de una persona sin sustento sin evidencia, para dinamitar, crear un idea de que el INAI no sirve para nada.
P. Los ciudadanos no lo conocen mucho.
R. La última encuesta que publicó el Inegi en 2019 determinó que solo el 50% de los encuestados lo conocía y de ellos, solo un 3,6% solicitó información. Tenemos que hacer políticas públicas para llegar, ir a las comunidades y sectores para decirles que usen este derecho. Hay gente que ha conseguido a partir de recabar información adecuada que le restituyeran el servicio público de agua, o encarcelados que recobraron la libertad a raíz de conocer su expediente, que no se lo daban. O iluminar su colonia después de acceder al presupuesto público para ello. El INAI tiene una utilidad social muy amplia que la vieja gobernanza no ha podido resolver porque el gobierno no puede estar en todo. Y en materia de datos personales, también: si el doctor no me da mi expediente para que yo pida una segunda opinión puedo pedirlo a través del INAI. Hemos visitado a 17.000 estudiantes y el 95% no sabía de la existencia del instituto.
P. Hay quien sostiene que las dependencias gubernamentales tienen unos buenos sistemas de transparencia como para que no sea necesario el INAI.
R. La recurribilidad venía siendo de un 5% y ahora está en un 5,3%, es decir, de cada 100 solicitudes de información del ciudadano en la Administración no se les contesta o se niegan los datos en 5,3 ocasiones. Esas llegan al INAI. Aunque los gobiernos le apostaran a la transparencia, habría que tener contrapesos. Resolvemos en segunda instancia, y nuestras resoluciones son definitivas e inatacables. Somos como un tribunal administrativo. Dice el presidente que no damos información, es que no la damos, eso le corresponde a las autoridades reclamadas.
P. ¿Siempre, en todos los países, es necesaria una agencia autónoma de información?
R. La transparencia administrativa no puede estar sujeta a momentos políticos o gubernamentales. Aun en las democracias más consolidadas existe la tentación de no entregar información que es pública. Debe haber una entidad independiente, autónoma, que garantice ese derecho.
P. En el caso de México, donde la corrupción es tan extensa, ¿quién garantiza que el INAI está libre de ella, por más autonomía e independencia que tenga el organismo?
R. Hay mecanismos de control, el consejo consultivo, el comité de adquisiciones, la autoridad superior de la federación y publicamos toda la información como es debido. Somos una caja de cristal donde no hay nada que esconder. No estamos exentos de tener corrupción, pero la oficina de control interno vigila que cumplamos, hay controles externos e internos. Pero sí es necesario revisar la normativa para implementar mejor los mecanismos de control y actualizarlos a los sistemas actuales.
P. Sin embargo, en el caso de Guerra y Monterrey, en 2014, el asunto estuvo oculto o desconocido hasta que lo desvelaron los medios de comunicación.
R. No estuvo oculto, porque hubo una petición de información en 2016 pero los comisionados determinaron considerar confidencial los estados de cuenta de esas personas por las razones que se establecen…
P. Porque no se podía publicar el nivel adquisitivo de los comisionados. ¿Es eso aceptable en un instituto de transparencia?
R. Lo que pasa es que es un criterio para todas las instituciones públicas del INAI, no revelar el poder adquisitivo de las personas
P. ¿Pero no hay un asunto superior que proteger en este caso?
R. Por eso, justo, en mis primeras acciones como presidente pedí al comité de transparencia, avalado por mis colegas, que toda la información relativa a los estados de cuenta se entregue de manera íntegra, salvo el domicilio particular.
P. Usted firmó aquel documento en que se clasificaba como secreta esa información.
R. No. Yo firmé, pero no era mi función aprobar, fueron los comisionados, yo entonces era coordinador técnico en materia de acceso a la información y solo certificada que el asunto era en materia de acceso de información. Así lo aprobaron por unanimidad los presentes. Yo no clasificaba ni revisaba, no estaba entre mis atribuciones.
P. Más allá de que no se revele el poder adquisitivo de una persona, ¿no habría sido conveniente apartarlos de sus cargos?
R. Habría que preguntar al pleno de entonces, nosotros los apartamos de inmediato cuando salió esta situación.
P. Cuando se supo…
R. No lo sabíamos.
P. ¿Se siente usted víctima de un ataque premeditado con estas informaciones que están saliendo de opacidad, etcétera?
R. Por supuesto que sí, siento un ataque contra la institución y han utilizado a mi persona porque la institución es incómoda con el poder, con ciertos intereses. No es casual que haya sido en el proceso de renovación presidencial.
P. Para eliminar al INAI se necesita mayoría calificada en el Legislativo. ¿Temen el fin del instituto?
R. No, porque somos conscientes de la importancia que tiene, y hay controles y mecanismos legales que habremos de activar si es necesario. El presidente lo dijo, si no me toca a mí será mi sucesor, pero un país como México necesita estas instituciones. Por supuesto que habremos de fomentar un diálogos sobre la utilidad social del INAI para cambiar ese mensaje, lo que haya que corregir, se corregirá, si tenemos que implementar mejor los mecanismos de control, lo haremos. Si tenemos que hacer más con menos, lo haremos, pero importa la institución.
P. ¿Qué mecanismos podrían usar ante la amenaza de desaparición?
R. Habría primero que conocer la iniciativa del Gobierno y empezar un diálogo respetuoso que se ha ofrecido en el Senado de la República para conocer nuestros argumentos y que se conozcan también y salgan del anonimato esas personas que han sido beneficiadas gracias a las políticas públicas que llevamos, y que se vea la utilidad social. Pero los mecanismos para defender el INAI pueden ser controversias constitucionales o acciones de inconstitucionalidad. En su momento habrá que determinarlo.
P. Se les acusa a veces de gastos innecesarios o costosos en el ejercicio de su profesión.
R. Vamos a determinar los montos y también diferentes situaciones para mejorar esa percepción.
P. ¿Políticas de austeridad?
R. Hacia la austeridad. Estamos apegados [en los gastos de los comisionados] a los lineamientos federales, para tener un patrón, lo mismo que un secretario de Estado, subsecretario, director general… Seremos más estrictos y revisaremos los montos de las comisiones.
P. ¿Qué expectativas tienen con la llegada de un nuevo gobierno, el año que viene, para el futuro del INAI?
R. Con el actual y con el siguiente seguiremos tendiendo puentes de comunicación para demostrar la utilidad del instituto. Una de las tareas pendientes es solventar esa falta de comunicación. Necesitamos que la ciudadanía se apropie de la institución, porque la estamos defendiendo las personas que estamos dentro y que conocemos de los derechos, pero yo pretendo impulsar políticas de conocimiento, que la gente sepa que existe un camino para llegar a una utilidad social.
P. Dice que ha viajado a Acapulco.
R. Fuimos a comunicar las políticas públicas del ejercicio de información para que la gente conozca y las utilice. Hay personas afectadas psicológicamente y necesitan saber quién puede atenderles. Hay ancianos que perdieron su pulsera con la que reciben beneficios del gobierno y pueden hacer solicitudes de información para ver cómo pueden identificarse de otra manera para recibirlo. Gente sin acta de nacimiento que no saben cómo hacer para cobrar su pensión. Hay que estar en la calle para que la gente se apropie del instituto.
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