Nuevo León hacia la crisis: la pugna entre Samuel García y el Congreso deja al Estado sin gobernador interino
La Suprema Corte invalida el nombramiento del magistrado Arturo Salinas, impulsado por el Legislativo, y el de Javier Navarro, delfín del mandatario con licencia
El Estado de Nuevo León se asoma a una crisis de gobernabilidad, a raíz de la solicitud de licencia del mandatario, Samuel García, para volverse candidato a la presidencia de México por Movimiento Ciudadano (MC). García y el Congreso, dominado por los opositores PRI y PAN, han sostenido una intensa batalla por la gubernatura provisional. Mientras García designó mediante un decreto a su secretario de Gobierno, Javier Navarro, como “encargado de despacho...
El Estado de Nuevo León se asoma a una crisis de gobernabilidad, a raíz de la solicitud de licencia del mandatario, Samuel García, para volverse candidato a la presidencia de México por Movimiento Ciudadano (MC). García y el Congreso, dominado por los opositores PRI y PAN, han sostenido una intensa batalla por la gubernatura provisional. Mientras García designó mediante un decreto a su secretario de Gobierno, Javier Navarro, como “encargado de despacho”, el Legislativo tomó protesta como mandatario interino al magistrado Arturo Salinas, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado y un panista de años. Por un momento Nuevo León tuvo dos mandatarios, y ahora está en riesgo de no tener ninguno. La Suprema Corte de Justicia ha invalidado provisionalmente el nombramiento tanto de Navarro como el de Salinas, y ha ordenado al Congreso designar un nuevo mandatario interino. La licencia solicitada por García al Legislativo surte efectos a partir del 2 de diciembre.
El ministro del Supremo Javier Laynez resolvió dos controversias constitucionales, una promovida por García en contra del nombramiento de Salinas, y otra, interpuesta por el Congreso contra la designación de Navarro. García también solicitaba a la Suprema Corte impedir al Legislativo hacer un nuevo nombramiento hasta que se resolviera el fondo de su recurso. El ministro Laynez concedió la suspensión de las dos designaciones, “con el objeto de no poner en riesgo el principio de separación de poderes”, pero dejó a salvo las facultades del Congreso local para designar a un nuevo gobernador provisional, pues “darle tal extensión a la suspensión [impedir a los diputados nombrar un interino] podría poner en peligro la gobernabilidad misma de la entidad federativa ante la licencia concedida al gobernador”.
García reclamaba que Salinas, si bien solicitó licencia al cargo de presidente del Tribunal Superior de Justicia, no renunció a ser magistrado de la judicatura. La Constitución de Nuevo León señala, en efecto, que ningún funcionario del Poder Judicial puede tener un cargo en el Ejecutivo, como el de gobernador. El ministro Laynez razonó que esa circunstancia “provoca una tensión importante en el principio de división de poderes”. El Legislativo, por su parte, reclamó que la designación unilateral de Navarro por parte de García invade las facultades de los diputados para determinar a la persona que debe ocupar el interinato de la gubernatura. Laynez también halló amenazas a la división de poderes en la actuación de García.
Al margen de estos dos recursos en manos del Supremo, García también llevó el asunto al Tribunal Electoral federal, que ha elaborado un proyecto —aún no se vota en el pleno— en el que le concede la razón, en el sentido de que el magistrado Salinas no puede ser designado gobernador provisional, dada la explícita prohibición que le establece la Constitución estatal a un juez de tener un cargo en el Ejecutivo. La Carta Magna de Nuevo León nombra un catálogo de funcionarios impedidos para ser mandatarios interinos. El secretario de Gobierno y delfín de García, Navarro, sí tiene la posibilidad de asumir ese cargo, pero no si es designado directamente por el mandatario con licencia; tendría que nombrarlo el Congreso, algo que se antoja imposible, vista la guerra cantada entre las dirigencias del PRI y el PAN, y García.
Luego de que el excanciller Marcelo Ebrard declinó la invitación de Dante Delgado, dirigente de MC, para abanderar al partido naranja en las presidenciales de junio de 2024, todo apunta a que el gobernador García se convertirá en la carta fuerte de la formación. Disputará el máximo cargo de México a Claudia Sheinbaum, abanderada de Morena, y Xóchitl Gálvez, del Frente Amplio, la coalición del PAN, PRI y PRD. La mayoría de las encuestas coloca a García en el tercer sitio de las preferencias electorales, pero no muy lejos del segundo puesto, que ostenta Gálvez. Las dirigencias del Frente Amplio han acusado a García de dividir el voto opositor y ayudar con ello a Morena y al presidente, Andrés Manuel López Obrador. Mientras estas discusiones se dan en el plano nacional, los ciudadanos de Nuevo León están a la expectativa de quién será su gobernante en los próximos meses.
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