El MARCO de Monterrey presenta la mayor retrospectiva de Damián Ortega, uno de los principales exponentes del arte contemporáneo de México
El artista, ganador del prestigioso Zurich Art Prize 2023, muestra por primera vez en México y en Latinoamérica su producción artística de más de 30 años de trabajo
Es uno de los artistas contemporáneos más cotizados del panorama artístico en México y en Latinoamérica y por primera vez reunirá en una exposición en un país latinoamericano una gran retrospectiva de 30 años de trabajo. Se trata de Damián Ortega, pico y elote, que ahonda en la producción de este afamado creador mexicano, cuya obra se ha expuesto en reconocidos museos y galerías de Europa y Estados Unidos, como el Tate Modern de Londres; e...
Es uno de los artistas contemporáneos más cotizados del panorama artístico en México y en Latinoamérica y por primera vez reunirá en una exposición en un país latinoamericano una gran retrospectiva de 30 años de trabajo. Se trata de Damián Ortega, pico y elote, que ahonda en la producción de este afamado creador mexicano, cuya obra se ha expuesto en reconocidos museos y galerías de Europa y Estados Unidos, como el Tate Modern de Londres; el Institute of Contemporary Art, de Boston; o el Centro Botín, en Santander, España. En esta ocasión, cuenta el autor, se interesa por exponer los procesos de producción, de industrialización y también la decadencia que ha sufrido este trabajo industrial en los países que más han avanzado en esta forma de producción.
La retrospectiva abrirá al público en MARCO desde el 26 de agosto y estará disponible hasta el 11 de febrero. Los visitantes podrán apreciar muchas de las obras que han dado fama a Ortega, quien ha ganado el prestigioso Zurich Art Prize 2023. Ortega ha generado un gran interés internacional con muchas de sus obras, como el ‘vocho’ que desintegró pieza a pieza y lo suspendió del techo, una obra que nombró Cosmic Thing y revolucionó el panorama artístico en la Bienal de Venecia de 2003.
En esta ocasión, la curaduría estuvo a cargo de José Esparza Chong Cuy y desde MARCO explican que el autor utiliza el pico y el elote “como metáforas para abordar las nociones de trabajo, producción e industrialización en relación al lenguaje, las herramientas y la transformación de la materia y la energía”. Para Ortega, la exposición también pretende dialogar sobre la idea de prosperidad, de las consecuencias de los progresos técnicos, de la influencia de la tecnología, pero también su contraparte, lo que tiene que ver con lo orgánico, la alimentación con la salud.
“Lo que tenemos es un interés casi mítico con el maíz”, explica el autor en entrevista por Zoom. “El maíz ha sido visto a través de la historia como un elemento clave, que incluso hizo al hombre, según el Popol Vuh, que habla de que los dioses crearon al hombre y la mujer se asume, del maíz. Entonces, las aproximaciones que yo tengo son en muchos sentidos esa mitología, pero también tiene una parte política que es la soberanía, alimentaria, la cultura de la identidad que tiene la tortilla el maíz en nuestro país particularmente”, agrega Ortega.
La relación de Ortega con el arte comenzó cuando era muy joven. Él fue caricaturista y publicaba viñetas en periódicos, pero su sueño era convertirse en muralista en un país que ha dado grandes nombres en el muralismo. Junto con otros artistas jóvenes ansiosos de revolucionar el arte en México creó espacios para poner sus obras y entre esos espacios nació galería Kurimanzutto, una las más prestigiosas del continente.
“El muralismo me gusta mucho siempre, porque fue como una fuente de de de interés y de complicidad desde la infancia, pues me gustaba ver los muros pintados, me gustaba la historia de este personaje como Orozco, una figura mítica. De niño me interesó siempre ir al Palacio Nacional o a Bellas Artes a ver los murales, siempre fueron una referencia de un mundo de artistas mexicanos que habían tenido un impacto internacional. Entonces, como que siempre ahí quedó esa imagen y yo comencé mucho con la idea de que quería pintar murales”, Cuenta Ortega. El artista siguió otros caminos, que lo han llevado a ser uno de los creadores mexicanos más cotizados a nivel internacional y como homenaje a ese éxito y reconocimiento, el MARCO ofrece esta primera gran muestra de 30 años de trabajo, que incluye obras recientes e inéditas, como 120 jornadas, cerámica (2020-2023), compuesta por 120 esculturas de barro con la forma de botellas de Coca-Cola distorsionadas, y Cadenilla (2014-2023), un textil elaborado en colaboración con un artesano oaxaqueño. ”Es un placer trabajar este proyecto, mostrarse siempre ha sido muy emocionante, porque además es la forma de de dar y recibir, es realmente un diálogo y me da gusto que aquí en Monterrey tuvieron esa iniciativa, porque hasta ahora no se habían animado ningún museo y pues aquí han tomado este riesgo”, dice Ortega.