Los pobladores de Zacualtipán queman la casa del alcalde como protesta por la muerte de un vecino presuntamente a manos de la policía
Los habitantes del municipio hidalguense también han quemado varias camionetas de las autoridades
Una turba enfurecida de vecinos han vandalizado este martes, al grito de “¡asesinos, asesinos!” la casa de Edgar Moreno Gayoso, el alcalde de Zacualtipán, un pequeño municipio del Estado de Hidalgo, después de la muerte de un vecino muy mayor presuntamente a manos de la policía local. El asalto ha puesto la guinda al pastel de un día lleno de altercados y protestas por la muerte de un señor de 60 años que ha sido identificado como Estanislao Hernández. Las autoridade...
Una turba enfurecida de vecinos han vandalizado este martes, al grito de “¡asesinos, asesinos!” la casa de Edgar Moreno Gayoso, el alcalde de Zacualtipán, un pequeño municipio del Estado de Hidalgo, después de la muerte de un vecino muy mayor presuntamente a manos de la policía local. El asalto ha puesto la guinda al pastel de un día lleno de altercados y protestas por la muerte de un señor de 60 años que ha sido identificado como Estanislao Hernández. Las autoridades municipales han informado, a través de un comunicado publicado en las redes sociales, que han puesto en marcha una investigación para esclarecer los hechos.
Los videos sobre lo ocurrido se esparcen como la pólvora por las redes sociales. Una decena de manifestantes han conseguido colocar una escalera que llega hasta la ventana de la casa del alcalde, y desde allí van sacando objetos. A un lado, detrás de la verja del garaje, se puede ver cómo arde en llamas una camioneta, presuntamente propiedad de Gayoso, elegido alcalde del municipio hace dos años. Otros muchos se quedan mirando, entre divertidos y consternados, por las personas que tiran mantas, aparatos electrónicos y hasta las almohadas de un sillón por la ventana.
El alcalde, que todavía no ha comentado la escena, ha tenido que salir de su casa por la ventana de atrás, imagen que también han captado los vecinos de Zacualtipán. Los manifestantes también han hecho arder vehículos de la policía municipal y han entrado en varios edificios institucionales, de los que también sacaron papeles, muebles y otros objetos que quemaron en la calle, según reportan los medios locales. El reclamo general es la destitución de los policías que presuntamente le causaron la muerte por golpes a Hernández.
La Guardia Nacional ha llegado hasta la localidad para intentar ayudar a devolver el ordena a las calles. Las autoridades han asegurado que se llevará a cabo “una inmediata investigación” para esclarecer los hechos y saber quiénes fueron los responsables. Los policías que estuvieron involucrados en la tragedia han sido suspendidos de su cargo mientras duran las investigaciones. También condenaron “cualquier tipo de abuso de autoridad”, y exhorta a los demás elementos de las fuerzas policiales a comportarse acorde con los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo y respeto a los derechos humanos.
La agresión que ha desatado esta ola de violencia se difundió en redes sociales el pasado 25 de julio. Un video muestra a varios policías municipales agrediendo, sobre la superficie de una patrulla, a un señor de la tercera edad que presuntamente es el que luego entró en coma en el hospital y falleció unos días después. Los policías le dan patadas y puñetazos sin parar. El señor está sin camiseta y lleva una gorra blanca sobre la cabeza. No ha trascendido la razón por la que fue detenido. El video viene de unos vecinos que estaban justo arriba de la escena, grabando desde la ventana de sus casas y pidiendo a los policías que se detuvieran.
No es fácil que estas denuncias y la posterior investigación lleguen a buen puerto. Los datos apuntan más en otra dirección, la de la impunidad. Entre 2015 y 2020, los ciudadanos denunciaron al menos 33.750 delitos relacionados con eventos de brutalidad policial, pero solo 373 de estos fueron judicializados y apenas 172 terminaron con una sentencia condenatoria por parte de la justicia, según recoge el portal Mexicanos contra la corrupción y la impunidad. Esta organización asegura que la falta de sanción para los agentes involucrados en actos contrarios a los derechos humanos es lo normal.
Eso perpetua el ciclo de violencia y la sensación de impunidad de la que gozan los agentes deriva en eventos como el que sucedió el pasado 27 de julio en Ciudad de México, cuando trascendió un video grabado por una cámara oculta. Varios policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana extorsionan a dos personas en su departamento en la Alcaldía Cuauhtémoc. Mientras les tienen sometidos a golpes sobre el piso, los agentes sacan tarros de marihuana y armas de fuego. Omar García Harfuch, el titular de la dependencia capitalina, aseguró en un comunicado que condena la agresión y asegura la investigación pertinente.
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