Gerardo Fernández Noroña, el factor disruptivo

Contestatario y polémico, el único aspirante postulado por el PT en la carrera para suceder a López Obrador asegura que está firme en el tercer lugar y que no le incomoda ser subestimado ni excluido del grupo de favoritos

Gerardo Fernández Noroña, en su registro como precandidato de Morena, el 16 de junio 2023.Mario Jasso (Cuartoscuro)

Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal. En los últimos dos años, desde que Andrés Manuel López Obrador inauguró el llamado club de las corcholatas a mediados de 2021, cuatro nombres han acaparado la conversación política y la cobertura mediática en la carrera por la sucesión más larga en la historia moderna de México. Casi al mismo tiempo, ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal. En los últimos dos años, desde que Andrés Manuel López Obrador inauguró el llamado club de las corcholatas a mediados de 2021, cuatro nombres han acaparado la conversación política y la cobertura mediática en la carrera por la sucesión más larga en la historia moderna de México. Casi al mismo tiempo, Gerardo Fernández Noroña, entonces diputado por el Partido del Trabajo (PT), levantó la mano para buscar la presidencia, pero su anuncio fue recibido con una lluvia de burlas e incredulidad, que se prolongó hasta los primeros meses de este año. Fiel a su estilo, Noroña—como se le conoce a secas—respondió en más de una ocasión: “Se burlan de mí (…), pero de carpita en carpita me los voy a chingar”. Hasta hace unos meses, su irrupción en la contienda interna de Morena, el PT y el Partido Verde parecía impensable para muchos. Hoy, varias encuestas lo sitúan en el tercer lugar, aupado en su estilo contestatario y polémico (que le ha valido odios y simpatías por igual), en una imagen cercana al pueblo, en una apuesta permanente por las redes sociales y en la convicción de que México necesita un “presidente radical”. “Me han subestimado, decían que no iba a llegar a esta final y aquí estoy”, afirma mientras se traslada a un acto en el Estado de Puebla. “No tengo nada que perder”, agrega.

Licenciado en Sociología, Noroña inició su trayectoria política como líder estudiantil. A finales de los ochenta incursionó en varias formaciones de izquierda, como el Partido Mexicano Socialista y el Frente Democrático Nacional, para después ser miembro fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Desde sus primeros años, se caracterizó por su carácter aguerrido y sus protestas públicas. En 1996, cuando el país arrastraba las secuelas de la crisis económica, se lanzó al paso del entonces presidente Ernesto Zedillo para manifestarse a favor de los deudores de la banca, fue encarcelado por unos días y liberado después de que López Obrador, entonces presidente del PRD, intercediera por él.

En ese instituto político, Fernández Noroña fue encargado de Comunicación Social, portavoz en la campaña presidencial de López Obrador en 2006 y llegó por primera vez a la Cámara de Diputados en 2009. Pese a tener una curul, se le impidió el acceso a uno de los informes de gobierno de Felipe Calderón y en otro periodo como legislador, al último informe de Enrique Peña Nieto. Sus adversarios políticos no han escatimado en calificativos y lo han llamado “demagogo”, “chupóptero” o “porro”. Él ha contestado en cada ocasión, acusándolos de “farsantes”, “traidores” y “vendepatrias” o haciendo señas obscenas. “Soy un político serio, contrario a la imagen que me han querido crear”, afirma, aunque también reconoce que “su pecho no es bodega” y a veces se deja llevar. “Yo me muero en la raya, voy a ser de izquierdas toda la vida, ninguna aspiración va a hacer que me mueva de mis principios”.

— ¿Se sintió ninguneado porque en un inicio López Obrador no lo consideró entre los aspirantes?

— No, en un principio el compañero presidente tenía su visión y no me tenía en el radar. Yo no sentí ningún ninguneo porque era su percepción y su plan de sucesión, que es correcto. Él es el líder de la nación y el líder del movimiento y ese proceso es fundamental para garantizar la continuidad. Creo que le rompí el esquema. Cuando yo sentí un trato incorrecto fue después de haber reconocido que estaba en la carrera por buscar ser su relevo, me humilló primero y luego me excluyó de una cena que tenía como objeto discutir el camino de las reglas para determinar la sucesión. Ese es un trato incorrecto, sectario, que no es de compañeros y que en su momento reclamé con la firmeza y con la camaradería necesaria.

Noroña, el único aspirante propuesto por el PT, dice que ese desacuerdo con el presidente está superado. “Francamente, este es el proceso más importante en el que yo he participado en mi vida”, asegura. A diferencia de otros aspirantes, en sus primeros días de recorridos por todo el país ha evitado formular propuestas después de que el Instituto Nacional Electoral dictara medidas cautelares, tras quejas de la oposición de que la contienda de Morena es una precampaña adelantada por la presidencia. “Este proceso interno está limitadísimo”, comenta. “Yo comenté que me parecía riesgoso tener al abanderado con tantos meses de anticipación, sin poderse mover porque, apenas asome la cabeza, lo van a agarrar a palazos”, señala sobre la decisión de acelerar los tiempos para tener un candidato a principios de septiembre y no en noviembre como estaba previsto, y como prevé también la ley electoral.

El aspirante también es crítico de algunas reglas que se pactaron en el Consejo Nacional de Morena el pasado 11 de junio, como la ausencia de debates, lo que califica como “un despropósito”. “En mis compañeros hay miedo al debate y a una contienda en condiciones de equidad que, por supuesto, no existen”, señala. También cuestiona la prohibición de dar entrevistas a “medios reaccionarios”, que después se levantó ante las críticas del propio López Obrador. “Cuando dicen que no vayas a medios contrarios a la 4T, pues todos son”, ironiza, “nomás faltaba que prohibieran que usaras el apellido materno e hicieras videocharlas”.

Esta semana criticó a Marcelo Ebrard y a otros que han pedido “piso parejo”, lo que ve como un eufemismo para quejarse sobre el proceso, y asegura que es “natural” que existan puntos de partida diferentes entre los aspirantes. Por ejemplo, entre quienes ocuparon posiciones en el Gabinete (Ebrard, Adán Augusto López) o la Jefatura de Gobierno (Sheinbaum) o la coordinación de la bancada en el Senado (Monreal). “Cuando hablan de piso parejo, les da miedo decir lo que verdaderamente está sucediendo: una campaña con todo el aparato a favor de una sola aspiración”, zanja, aunque evita decir nombres.

- ¿Usted cree que hay una competencia real, que están las condiciones dadas para que sea una campaña o un proceso abierto, que no hay “cargadas” ni “tapados” ni nada de eso?

- Por supuesto que hay “cargada”. O sea, no hay “tapado”, no hay dedazo, pero por supuesto que hay cargada. A ver, otra vez. No quiero definirlo porque no me da la gana y para que los otros que están planteando el tema lo asuman. Yo no me estoy quejando de nada, pero es evidente que está toda la estructura política de nuestro movimiento al servicio de una aspiración. Llámale a eso como quieras, pero son prácticas indebidas que hemos combatido todo el tiempo. Eso ahí está y con todo y eso, les voy a ganar. Yo no estoy pidiendo nada, más que respeten el resultado.

Noroña reclama que muchas veces este tipo de declaraciones son distorsionadas y utilizadas para alimentar “intrigas” y que si no creyera que tiene chances reales no competiría. “Si hay contienda, que sí la hay, quién dice que el tercer lugar no se les puede colar al primero, inclusive creo que estoy mejor posicionado de lo que se reconoce”, asegura.

En los últimos días, se ha quejado en sus videocharlas diarias de que se está alimentando el rumor de que el PT está negociando para que decline, lo que rechaza categóricamente. También dice que se han puesto palabras en su boca cuando se le atribuyen declaraciones de que está a favor de que López Obrador se reelija, lo que también niega y califica como “un planteamiento perfectamente imbécil”. “Son mentiras”, afirma.

En las videocharlas, que comenzaron en medio de la pandemia, Noroña lee los comentarios que sus seguidores hacen en tiempo real, comenta sobre política y efemérides, y agradece las donaciones que le hacen a través de su canal de YouTube, donde tiene más de 652.000 suscriptores. En su última declaración patrimonial declaró ingresos anuales por unos 660.000 pesos en donaciones a través de esa plataforma. “Estoy en comunicación directa con la gente y su generosidad es impresionante”, comenta.

En otro punto de la entrevista, aclara que considera que todos los aspirantes tienen méritos para tomar el relevo y descarta que haya rupturas. “El tema es que los otros compañeros garantizan solo la continuidad y entonces se va a ir reteniendo el proceso de cambio, tienes que ir hacia la izquierda y tienes que profundizarlo, esa es mi convicción”, asegura.

“Hace mucho tiempo, le dije a Marcelo: ‘yo no tengo por qué andarte dando consejos porque yo también quiero ser el relevo, pero si tú quieres tener alguna posibilidad de ganar, deberías renunciar, tu única posibilidad está abajo, cabrón, porque arriba está cerrado”, cuenta. “Esa es mi apuesta y creo que es la apuesta correcta”, agrega.

El aspirante dice que los espectaculares y los grandes mítines no están en sus planes para sus recorridos en las próximas semanas. “No estoy obsesionado, ni voy a estar haciendo desfiguros ni andando de quedabién”, asegura. “Estoy haciendo lo que está en mis manos, que es recorrer el país, algo que he hecho siempre, no estoy haciendo nada diferente”, zanja antes de concluir la llamada. Siempre polémico a lo largo de más de cuatro décadas de trayectoria política, Noroña afirma que seguirá siendo Noroña.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país

Sobre la firma

Archivado En