Varias caravanas criminales causan terror en Tamaulipas
Fin de semana violento en el noreste de México, con decenas de camionetas con hombres armados circulando por carreteras, bloqueos, balaceras y al menos cinco muertos
Nueva señal de alarma en Tamaulipas, Estado que acapara buena parte de las aduanas entre México y Estados Unidos, en la frontera noreste. Desde el viernes, caravanas de vehículos con criminales han circulado por varias carreteras de la región, principalmente en la ele invertida que forman las rutas entre Reynosa y Matamoros, y entre esta última y Ciudad Victoria, la capital. La policía estatal ha informado de la muert...
Nueva señal de alarma en Tamaulipas, Estado que acapara buena parte de las aduanas entre México y Estados Unidos, en la frontera noreste. Desde el viernes, caravanas de vehículos con criminales han circulado por varias carreteras de la región, principalmente en la ele invertida que forman las rutas entre Reynosa y Matamoros, y entre esta última y Ciudad Victoria, la capital. La policía estatal ha informado de la muerte de cinco personas, presuntamente parte de estas caravanas, en diferentes enfrentamientos en la zona.
Usuarios de redes sociales y medios locales han informado de balaceras entre grupos criminales en San Fernando y Jiménez, municipios en la ruta entre Victoria y Matamoros, además de otros puntos de la región. La Secretaria de Seguridad Pública ha explicado en un comunicado este domingo que los criminales bloquearon vialidades en Matamoros y Reynosa. También atacaron una patrulla de la corporación en Méndez, al oeste de Victoria. Solo el domingo, policías y militares se incautaron de al menos doce vehículos, algunos incluso con blindaje artesanal.
Las movilizaciones de estos días ocurren apenas mes y medio después de que criminales secuestraran a un grupo de cuatro estadounidenses en Matamoros. Sin que sepa muy bien por qué, delincuentes interceptaron a balazos, a plena luz del día, a los visitantes, que habían cruzado la frontera porque una de ellos iba a someterse a una cirugía. Dos de los cuatro murieron. Días más tarde, varios hombres aparecieron maniatados en Matamoros, entregados presuntamente por sus jefes. En una cartulina, se les señalaba como responsables del secuestro.
El caso Matamoros mostraba el poder de las mafias en la zona. Pese a todo, la magnitud del despliegue criminal de estos días ha sorprendido en México. Por oleadas, los bloqueos y las caravanas criminales son habituales en Tamaulipas, estado importante para las mafias, por las rutas de trata de migrantes, drogas, armas, etcétera. La movilización del fin de semana ocurre en un contexto de cambio político en el Estado, que hace seis meses recibió a un nuevo gobernador. En octubre, Américo Villarreal, de Morena, sucedía a Francisco García Cabeza de Vaca, del PAN.
En redes sociales se ha especulado con la posibilidad de que la performance criminal respondiera a una presunta incursión de delincuentes de grupos foráneos, concretamente del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Por su lado, el diario Reforma ha señalado la presunta detención la semana pasada de un líder criminal de la frontera, Hugo Armando Salinas Cortinas, alias La Cabra, como posible detonante de las movilizaciones. Ni la Fiscalía estatal ni la policía han informado del asunto.
Con espíritu didáctico, prensa y expertos explican el crimen en Tamaulipas a partir de una división fundamental, aunque no única. En el lado oeste del Estado, con sede en Nuevo Laredo, la mafia dominante es el Cartel del Noreste, escisión o herencia de Los Zetas. En el lado este domina el Cartel del Golfo y células escindidas del grupo. No está muy claro qué ocurre en el Valle de San Fernando, o en la misma capital, Ciudad Victoria.
Las versiones que atribuyen el show criminal de estos días al intento de incursión del CJNG en el Estado señalan igualmente que alguno de los grupos anteriores podría haberse aliado con ellos. Una fuente cercana a las autoridades estatales señala que las movilizaciones de estos días parecen tener que ver con un rompimiento entre las células criminales presentes en Jiménez y San Fernando y las de Matamoros. Ni esta última posibilidad ni las anteriores ayudan, sin embargo, a entender la capacidad de fuego y de movilización de los grupos criminales.
Además del caso Matamoros, Tamaulipas ha sido noticia estos meses también por la virulencia con que el aparato del Estado ha atacado a civiles que, supuestamente, ha confundido con criminales. El mes pasado, presuntos integrantes de la Guardia Nacional atacaron una camioneta con una familia a bordo. Dos personas murieron, entre ellas una adolescente embarazada. Antes, en febrero, militares atacaron a un grupo de muchachos que volvía de pasar la noche en una discoteca. Cinco murieron a balazos y otro resultó herido.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país