Felipe Calderón, sobre la condena a García Luna: “Tengo muchas dudas sobre el veredicto”

Felipe Calderón finalmente rompió el silencio tras el juicio contra Genaro García Luna en Estados Unidos. “Tengo muchas dudas del veredicto porque hubiera esperado ver lo que tanto anunció la Fiscalía: videos, grabaciones, fotografías, estados de cuenta, depósitos, y la verdad nada de eso se exhibió”, dijo el expresidente de México antes de la inauguración del Foro de Aviación y Turismo, este lunes en Madrid. Es la primera vez que el exmandatario da declaraciones a los medios de comunicación tras la condena contra su secretario de Seguridad Pública por narcotráfico y delincuencia organizada. “Es evidente que hay en México una persecución político-mediática en contra mía”, aseguró.

El expresidente Calderón evitó mencionar a García Luna por nombre ante los cuestionamientos de los corresponsales mexicanos. “Soy un hombre de leyes y respeto las decisiones de los tribunales, sobre todo si se dan conforme a derecho”, insistió el político, que en octubre pasado consiguió un permiso de residencia en España. El exmandatario criticó la estrategia de la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York, que apostó por construir el caso en las declaraciones de testigos cooperantes. “Todo fue con base en testimonios de criminales confesos que, por cierto, a la mayoría de ellos en nuestro Gobierno perseguimos, capturamos y extraditamos”, zanjó.

García Luna fue declarado culpable el pasado 21 de febrero de los cinco cargos que enfrentaba en Estados Unidos: tres por tráfico de cocaína, uno por delincuencia organizada y otro por mentir a las autoridades estadounidenses en su solicitud de naturalización. El fallo puso en evidencia, como nunca antes, el contubernio entre las autoridades mexicanas y el narcotráfico, y significó el mayor revés de un alto cargo de México en una corte de EE UU. Calderón negó que el veredicto contra su mano derecha y la persona a la que eligió como el símbolo de la guerra contra las drogas ponga en entredicho el legado de su Administración. “La política de seguridad de mi Gobierno no dependía de una persona”, afirmó.

Con todo, Calderón fue uno de los principales afectados por las revelaciones en la corte de Brooklyn. Ocho de cada diez mexicanos consideran que el expresidente debería ser investigado tras el juicio, según una encuesta de Enkoll para EL PAÍS y W Radio que se publicó el mes pasado. El político, que realiza una estancia en el Instituto Atlántico de Gobierno del expresidente español José María Aznar, culpó al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador de orquestar una campaña para desacreditarlo. “El fallo se trata de utilizar para exacerbar esa persecución que es casi personal”, reclamó.

El expresidente sostuvo que no es el único que debe responder a los señalamientos, después de nombrar a García Luna como parte de su Gabinete. El exfuncionario fue director de la Agencia Federal de investigación, creada durante el mandato de su predecesor, Vicente Fox (2000-2006). “Este funcionario era alguien que tenía años trabajando en la Administración Pública con dos Gobiernos sucesivos, formado en tareas de inteligencia, que son muy rigurosas en sus procesos de control de confianza”, justificó.

Calderón se presentó como “el presidente que más ha perseguido el crimen organizado en México” y subrayó la cooperación en materia de Seguridad que tuvo su Gobierno con la Casa Blanca. “Nunca negocié ni hice trato con los narcos, y sí defendí a todos los mexicanos con toda la fuerza de la ley, con toda la fuerza del Estado, y lo volvería hacer”, aseguró.

Se trata de la misma respuesta que dio el expresidente después de que Édgar Veytia, exfiscal de Nayarit y uno de los testigos contra García Luna, declaró que durante el Gobierno de Calderón se dio la instrucción de proteger a Joaquín El Chapo Guzmán y al Cartel de Sinaloa frente al resto de narcotraficantes. “Nunca negocié ni pacté con criminales”, escribió en sus redes sociales. Tras el fallo, el exmandatario defendió en un comunicado que “la resolución no demerita la lucha valiente de miles de policías, soldados, marinos, fiscales, jueces y servidores públicos de bien que defendieron a las familias mexicanas de la delincuencia”. El último titular del Ejecutivo emanado del Partido Acción Nacional (PAN) no había tenido apariciones públicas en las que se pronunciara sobre el veredicto.

Desde el juicio, López Obrador puso en la diana a Calderón, su principal rival político. El actual Gobierno interpuso en septiembre de 2021 una demanda civil en Florida para recuperar más de 700 millones de una red ligada a García Luna, acusada de malversar fondos públicos durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y el de Calderón (2006-2012). En entrevista con EL PAÍS, el líder nacional del PAN, Marko Cortés, aseguró la semana pasada que no había entablado comunicación con el expresidente. “Él tendrá que hacer la parte que le corresponde”, respondió Cortés, al ser cuestionado sobre si el exmandatario debería responder tras el juicio.

“Ese señor posiblemente va a hablar porque va a buscar que le reduzcan los años de cárcel y va a decir lo que es obvio, que él informaba a sus jefes, a Fox, a Calderón y que también tenía vinculación con la DEA”, dijo López Obrador sobre un posible acuerdo de cooperación entre García Luna y las autoridades estadounidenses, en su conferencia matutina de este lunes. “Yo no soy Calderón”, dijo después de que en los últimos días ha intercambiado acusaciones con el PAN de haber establecido un “narcoestado”.

El presidente ha aprovechado el fallo contra el exsecretario para poner en la mira a sus predecesores y, de paso, responder a las críticas sobre su política de seguridad de sectores conservadores del Partido Republicano en Washington. “¿Cómo confiar en la DEA? ¿Lo han hecho muy bien? Ellos nos deben una explicación. Ojalá antes de que García Luna pueda convertirse en testigo protegido, que ellos nos digan qué sabían de García Luna, de los jefes de García Luna porque se han quedado callados”, declaró.

Está previsto que se dicte sentencia contra el exfuncionario a finales de junio en Nueva York. García Luna se enfrenta a una condena de 20 años a cadena perpetua.

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