Se apaga la luz en los escenarios mexicanos: muere Alejandro Luna, escenógrafo, arquitecto e iluminador
Padre del actor Diego Luna, el artista realizó la escenografía e iluminación para más de 250 obras de teatro, 25 de ópera y 10 coreografías
El luto envuelve al teatro mexicano. El escenógrafo y arquitecto Alejandro Luna Ledesma ha fallecido este martes a los 83 años en Ciudad de México. Luna Ledesma es considerado el gran innovador de la puesta en escena de su país y durante sus 50 años de carrera fue el creador de la escenografía e iluminación para más de 250 obras de teatro, 25 de ópera y 10 coreografías. “Es el gran conceptualizador de la escena del siglo XX en México”, dice a este periódico...
El luto envuelve al teatro mexicano. El escenógrafo y arquitecto Alejandro Luna Ledesma ha fallecido este martes a los 83 años en Ciudad de México. Luna Ledesma es considerado el gran innovador de la puesta en escena de su país y durante sus 50 años de carrera fue el creador de la escenografía e iluminación para más de 250 obras de teatro, 25 de ópera y 10 coreografías. “Es el gran conceptualizador de la escena del siglo XX en México”, dice a este periódico Aurora Cano, directora artística de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), en cuyo seno desarrolló gran parte de su creación. De hecho, los amantes del teatro pueden esta semana disfrutar de su trabajo, porque la CNT presenta El convivio del difunto, el último diseño de escenografía del artista mexicano. “Pertecenió a una generación que rompe con la manera tradicional de hacer teatro e imagina otras posibilidades. Como escenógrafo e iluminador pensaba el espacio a partir de la integración de las dos cosas”, explica Cano.
Luna Ledesma —padre del actor Diego Luna— nació en 1939 en Coyoacán, el barrio colonial de Ciudad de México, que además es refugio de artistas, escritores e intelectuales. En 1957 entró en la Escuela Nacional de Arquitectura, pero pronto se desilusionó de los métodos educativos y decidió cursar materias en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y más tarde Literatura y Arte Dramático, donde descubrió su país por el teatro. Su relación con la escenografía comenzó cuando sus compañeros de escuela, a cambio de tener un papel en las obras, le pidieron que diseñara los espacios para la puesta en escena. “Entonces me empezaron a llamar para las obras con la condición de que hiciera la escenografía. Y ahora me llaman para hacer la escenografía con la condición de que no actúe. Esa es la tragedia de mi vida”, dijo Luna a EL PAÍS en 2015, tras recibir la Presea del Festival Internacional Cervantino.
“Es un día muy triste para el teatro”, dice Cano, la directora de la CNT. “Él tuvo un flechazo con el teatro, lo que es completamente irracional, porque nadie en sus cinco sentidos se pasa al teatro, pero es el gran conceptualizador de la escena del siglo XX en México”, agrega. Cano explica que Luna Ledesma forma parte, junto al dramaturgo y director Luis Fernando de Tavira, de una generación de creadores que revolucionaron el teatro en México. “Pertenece a esta generación que fue de ruptura, que rompe con el realismo gradualmente, y empieza a imaginar otro tipo de espacios, de representación del teatro y él es uno de los grandes ideólogos de estos nuevos espacios”, dice Cano. “Para nosotros era siempre una sorpresa ir a ver una obra diseñada por él, porque sabíamos que siempre iba a haber algo inesperado, además de que la factura era altísima”, agrega.
Quienes trabajaron directamente con el artista mexicano también lamentan su fallecimiento. Óscar Nárvaez, integrante del elenco de la Compañía Nacional de Teatro, dice a EL PAÍS que su primer trabajo con Luna Ledesma fue en 1982 y recuerda con cariño cómo el escenógrafo tomaba en cuenta el rol de los actores a la hora de diseñar la escenografía e iluminación paralas obras. “Era un hombre que cuidaba mucho el trabajo del actor y eso es muy importante en los creadores que hacen posible una puesta en escena”, dice. “Es el maestro indiscutible de una gran parte de los escenógrafos e iluminadores de México”, afirma Narváez.
El actor asegura que Luna Ledesma “es uno de los hombres más importantes del teatro mexicano”. Durante su carrera obtuvo varios reconocimientos, incluyendo el Premio de las Ciencias y Artes 2001; un Ariel por el diseño de producción de la película Frida, naturaleza viva; el premio a la Mejor Película de Cine Fantástico en el Festival de París por el diseño de Santa sangre; y Distinguished Artist Award 2004, otorgado por la Internacional Society for the Performing Arts. “Su trayectoria es impresionante”, afirma Narváez. Además de su trabajo en el teatro, Luna Ledesma ha realizado proyectos y asesorías de 40 edificios teatrales, entre los que se encuentra el Centro Cultural Universitario (CUT) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Luna Ledesma recibió un emotivo homenaje a inicios de noviembre, cuando la CNT celebró sus 50 años de creación en el palacio de Bellas Artes de Ciudad de México. La compañía puso en escena fragmentos de 14 de sus producciones más emblemáticas y las autoridades de Cultura entregaron reconocimientos a toda una generación de creadores, entre ellos el escenógrafo mexicano. Esa noche el hombre que por cinco décadas creó la iluminación para decenas de obras, era el objetivo de los focos. “Fue un momento impresionante”, dice Aurora Cano. “Todo el palacio de Bellas Artes se puso de pie para ovacionarlo y me da mucho gusto que hayamos tenido ese momento con él, de poder reconocer su dedicación al teatro”, agrega.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país