Beatriz Gutiérrez Müller critica a Ralph Lauren por plagiar el diseño del sarape mexicano

La esposa del presidente López Obrador ha exigido a la empresa de moda que “resarza el daño a las comunidades originarias que hacen este trabajo”

(Der.) Beatriz Gutiérrez Müller retratada en 2020 y (Izq.) el diseño del sarape lanzado por Ralph LaurenReuters / Secretaría de Cultura

Los diseños elaborados por culturas ancestrales mexicanas encantan al mundo entero, hasta el punto de que marcas internacionales como Ralph Lauren no pueden evitar copiarles una y otra vez. Así lo ha denunciado este miércoles en sus redes sociales Beatriz Gutiérrez Muller, escritora y esposa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. “Oye Ralph, ya nos dimos cuenta de que te gustan mucho los diseños mexicanos. Sin embargo, al copiar estos diseños incurres en plagio, que es ilegal e inmoral...

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Los diseños elaborados por culturas ancestrales mexicanas encantan al mundo entero, hasta el punto de que marcas internacionales como Ralph Lauren no pueden evitar copiarles una y otra vez. Así lo ha denunciado este miércoles en sus redes sociales Beatriz Gutiérrez Muller, escritora y esposa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. “Oye Ralph, ya nos dimos cuenta de que te gustan mucho los diseños mexicanos. Sin embargo, al copiar estos diseños incurres en plagio, que es ilegal e inmoral”, ha escrito Gutiérrez, que también ha exigido a la empresa de moda que “resarza el daño a las comunidades originarias que hacen este trabajo”.

La polémica ha surgido a raíz de una falda y un albornoz que imitan a la perfección el diseño del sarape original del municipio de Contla de Juan Cuamatzi, en el Estado de Tlaxcala, al este de Ciudad de México. Allí, cientos de artesanos siguen fabricando los sarapes de forma tradicional, y la Secretaría de Cultura ha condenado lo que considera una “apropiación cultural indebida por parte de Ralph Lauren”. No se conoce reacción alguna por parte de la empresa, que además mantiene a la venta otros productos como sudaderas y camisas claramente inspirados en estos diseños mexicanos, y los vende por precios 10 veces mayores de lo que podría costar una artesanía local.

Alejandra Frausto, la titular de la Secretaría de Cultura, denunció en su cuenta de Twitter que “los símbolos identitarios no son una mercancía”. Frausto señaló que sólo las comunidades creadoras son quienes deciden las vías de comercialización de sus prendas. Al mismo tiempo, la funcionaria invitó a la población a asistir al festival Original 2022, el cual se llevará a cabo del 17 al 20 de noviembre en el Bosque de Chapultepec de Ciudad de México, al que acudirán los artesanos de Contla y Saltillo, las dos poblaciones que se disputan la propiedad intelectual de los sarapes tradicionales, aunque cada uno tiene diseños de colores muy diferentes.

Este caso es una muestra más de la difícil batalla que México lucha para evitar que estas marcas internacionales se inspiren en su cultura hasta el punto del plagio. El más reciente caso de plagio ha sido el de Shein, la marca de ropa barata, que fue acusada por la marca Yucachulas, una marca local de Yucatán, por haber plagiado sus diseños tradicionales. Finalmente la empresa retiró la prenda de su catálogo y emitió una disculpa.

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