La póliza de dos millones que cobró el Zoológico de Chapultepec tras la muerte de cientos de teporingos
La pérdida de estos conejos en peligro de extinción y los recortes en el presupuesto destinado a los alimentos para animales ponen en duda la gestión del centro
En las faldas de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, por encima de los 2.800 metros de altura, vive el teporingo, uno de los conejos más pequeños del mundo. “Endémico de las montañas del Valle de México es un animal muy especial, pertenece a un género único”, explica Gerardo Ceballos, director del Laboratorio de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre del Instituto de Ecología de la UNAM.
Este diminuto animal, en peligro de extinción principalmente por la pérdida de su hábitat, jamás suscitó tanto interés como hasta hace unos días, cuando una activista denunció que el ...
En las faldas de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, por encima de los 2.800 metros de altura, vive el teporingo, uno de los conejos más pequeños del mundo. “Endémico de las montañas del Valle de México es un animal muy especial, pertenece a un género único”, explica Gerardo Ceballos, director del Laboratorio de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre del Instituto de Ecología de la UNAM.
Este diminuto animal, en peligro de extinción principalmente por la pérdida de su hábitat, jamás suscitó tanto interés como hasta hace unos días, cuando una activista denunció que el Zoológico de Chapultepec, el único centro de fauna que cuenta con una colonia reproductiva de teporingos, había cobrado en los últimos años una póliza de casi dos millones de pesos por la defunción de estos animales. “Nos dimos cuenta de que en el 2012 hubo hasta 420 muertes reportadas, por las cuales el Gobierno llegó a cobrar entre 4.300 y 4.721 pesos por ejemplar”, explica Lucía Hernández, responsable de la investigación difundida a través de sus redes sociales.
“En 2013, se reportó la muerte de 380 conejos de los volcanes; en 2014 fueron 130 y en el 2015, se registraron 125 pérdidas. Todas ellas fueron pagadas por las aseguradoras. En total, el gobierno capitalino se hizo con 1,9 millones de pesos”, asegura la activista, fundadora del blog educativo Amo La Ciencia. “A partir del 2019 no hay datos sobre las pólizas individuales, tampoco sobre una relación entre un animal muerto y el monto de la indemnización, información que debería estar disponible. Por lo menos la referida al 2021 y al primer trimestre de este año”, expone el experto en gestión pública y parlamentaría Juan Ortiz, fundador de Lupa Legislativa, un portal que se dedica a disgregar y esclarecer en qué se destinan los fondos gubernamentales.
La póliza que cubre la pérdida de la fauna del zoológico se contrata a través de la Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales en la Secretaría de Administración y Finanzas, la cual ofrece cobertura para todos los bienes de la Ciudad de México, incluyendo a los animales domésticos y silvestres bajo resguardo de las diferentes dependencias de la capital. “Y nosotros somos una de esas dependencias, por lo que, como todos sus bienes, desde el equipo de laboratorio hasta los semovientes, como los animales, están asegurados”, explica Fernando Gual, responsable de la dirección general de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, dependiente de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema).
“Cuando estas pólizas son relativas a especies en peligro, como es el caso de los teporingos, se debe presentar en qué programa se usará el dinero”, explica Hernández. “Pero, cuando solicité información relativa a la indemnización por el caso de Bantú, el gorila que murió en el 2016, el zoológico me respondió que el centro jamás recibió el dinero para otros programas”, detalla la activista. Según los datos que ella misma obtuvo, el número de muertes de teporingos disminuyó a 57 durante el 2016, 46 en el 2017 y 40 al 2018, “justo tras el escándalo y despido del entonces director del zoológico de Chapultepec por la filtración de fotos de la necropsia del gorila”.
En la circular que la denunciante recibió, firmada por el propio Gual, se afirma que “los citados proyectos no se concretaron, permaneciendo los recursos en la Secretaría de Finanzas”. “El problema aquí es que no se hayan destinado a reemplazar a los animales muertos, objetivo del seguro”, apunta Ortiz. “Sería imposible sustituir a los animales fallecidos porque no existe la comercialización de teporingos, no hay otros en cautividad”, alega Gual, justificando por qué el dinero de la aseguradora no fue destinado a comprar más ejemplares.
Un conejo en extrema vulnerabilidad
Considerados en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se desconoce el número de teporingos que actualmente existen en su hábitat. “No tenemos ni idea de cuántos quedan y el problema es que, debido a que se distribuyen de forma restringida en una de las ciudades más grandes del mundo y cerca de un volcán activo, enfrentan una gran amenaza”, señala el biólogo Ceballos, quien lleva tiempo trabajando en una propuesta para estudiar tanto la distribución detallada como la densidad de poblaciones de este lagomorfo en la naturaleza. Con escasos individuos en los zoológicos capitalinos de San Juan de Aragón y Los Coyotes, la colonia más grande de estos conejos en cautividad se concentra en las instalaciones de Chapultepec, “con 90 ejemplares contabilizados entre los tres centros hasta finales de agosto”, señala Gual.
“Teniendo en cuenta que en el 2018 había solamente 39 teporingos, debemos considerar un gran logro haber mantenido a esta población. Los pequeños mamíferos, como los conejos, suelen mostrar altas tasas de nacimiento y de mortalidad: es un fenómeno natural”, explica el responsable de la dirección de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre para justificar el alto número de pérdidas de estos animales, que desde el 2012 superó los miles de ejemplares. “Este tipo de animales son vulnerables al cambio de dieta, de temperatura, a brotes escépticos por una alguna bacteria o enfermedad vírica. En general registran tasas de mortalidad muy altas”, concuerda Ceballos.
No obstante, la mayoría de las pérdidas de teporingos reportadas en lo que va de año en el centro de Chapultepec, un total de 35, se han debido a “traumatismos”, según se detalla en el documento de transparencia solicitada por Hernández. “Y eso ya indica un mal manejo de los animales”, apunta el experto de la UNAM. De acuerdo con Jürgen Hoth, biólogo responsable de la conservación de los conejos del zoológico capitalino, la muerte por traumatismos “se debería a la agresión entre los conejos”.
Recorte del presupuesto de alimentos para la fauna
Además de los millones que el Gobierno recibió de las pólizas, la activista también sacó a la luz el recorte de presupuesto para alimentos que había sufrido el zoológico en el último año. “La cantidad mensual de toneladas de carne, pescado, verduras y frutas ha ido disminuyendo desde el 2019, cuando se destinaron más de 40 millones, mientras que para el 2022 fueron menos de la mitad”, denuncia Hernández. “El presupuesto de los zoológicos sufrió un recorte de 21 millones de pesos, lo que significa que más de la mitad del dinero destinado para alimento Claudia Sheinbaum lo está utilizando para algo más que no sea garantizar la salud de los animales”, afirma la activista.
En respuesta a su reporte, la Sedema publicó un comunicado de prensa que confirmaba que el presupuesto para el 2022 era menor que el del 2019. Y la semana pasada, la jefa del gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aclaró estos datos alegando que “por alguna razón”, que no llegó a especificar, “había salido un presupuesto deficitario cuando se había aprobado en el Congreso el pasado diciembre, pero en enero se le dio mayor suficiencia a la alimentación. Fue un problema a la hora de diseñar el presupuesto”.
“Como son contratos abiertos la cifra se puede ir para arriba, según las necesidades. Pero el gasto contemplado hasta diciembre de este año es de alrededor de 31,5 millones”, explican fuentes de la Secretaría de Medio Ambiente.
Ortiz apunta que las cifras de transparencia presupuestaria del propio Gobierno de la Ciudad de México señalan que el presupuesto inicial es de 18 millones 985.000 pesos y tendrían que estar presupuestando como mínimo 37,2 millones para hacer frente a los efectos de la inflación. “En ocasiones, las solicitudes del alimento requeridas para cumplir con todas las necesidades se hacen de un día para otro, como cuando llegaron los leones con desnutrición rescatados del autollamado santuario del Ajusco [Black Jaguar-White Tiger]. Se cuenta con los recursos suficientes incluso para cubrir las necesidades tanto de animalitos que nacen en el centro como de los que lleva Profepa para mejorar su condición, que no están inicialmente contemplados”, asegura el máximo responsable del centro de Chapultepec.
Los zoológicos como centros de conservación e investigación
Las anteriores no son las únicas irregularidades en la atención de los animales que activistas y asociaciones animalistas señalan. En el documento del registro de muertes desde enero hasta finales de mayo de este año, petición de una información que realizó Hernández a la Unidad de Transparencia de la Secretaría del Medio Ambiente, se pudo constatar el fallecimiento de casi 200 animales por diversas causas.
En opinión de Ceballos, especialista en especies en peligro de extinción y conservación, “se tiende a satanizar los zoológicos cuando, bien gestionados, cumplen una función extremadamente importante para la preservación de especies. Promueven la educación ambiental y funcionan como centros de resguardo para animales amenazados. Hay especies extintas en la naturaleza que sólo se han conseguido preservar gracias a centros de cautiverio”. Tal es el caso del lobo mexicano.
“A lo largo de estos años hasta 43 camadas de este canino, que estuvo a punto de extinguirse, han salido de nuestras instalaciones. Y el cóndor de California es otro ejemplo. Este año hemos aportado cuatro crías para su reintroducción en la naturaleza. Parecen pocos ejemplares, pero en el 2019 había en todo el mundo apenas 27″, detalla Gual. “El Zoológico de Chapultepec ha tenido un papel fundamental en la conservación de algunas especies que estuvieron al borde de desaparecer”, insiste su máximo responsable.
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