Los murales olvidados de México
Tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 el antiguo edificio de la Secretaría de Comunicaciones y Obra Pública quedo colapsado y sumido en el abandono institucional
Cuando el arquitecto Carlos Lazo estuvo al frente del proyecto de obra del centro SCOP pensó que había llegado el momento de llevar la técnica de mosaico muralista usada anteriormente por Juan O’Gorman a un nuevo escalón dentro del muralismo mexicano. Nunca se había cubierto tal magnitud de metros cuadrados con esta técnica. El proyecto que había encomendado el mismo presidente Adolfo Ruiz Cortines tenía como finalidad durar más de 500 años. Sin embargo, en el sismo de 198...
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Cuando el arquitecto Carlos Lazo estuvo al frente del proyecto de obra del centro SCOP pensó que había llegado el momento de llevar la técnica de mosaico muralista usada anteriormente por Juan O’Gorman a un nuevo escalón dentro del muralismo mexicano. Nunca se había cubierto tal magnitud de metros cuadrados con esta técnica. El proyecto que había encomendado el mismo presidente Adolfo Ruiz Cortines tenía como finalidad durar más de 500 años. Sin embargo, en el sismo de 1985 el edificio que albergaba la entonces Secretaría de Comunicaciones y Obra Pública sufrió graves daños. Pero a pesar de la tragedia el centro se reconstruyó y reforzó. Duró treinta años más y el sismo del 2017 finalmente terminó de colapsar el ambicioso proyecto. En la actualidad, el centro SCOP, como lo conocen los habitantes de Ciudad de México, permanece en el abandono.
El mismo arte, pero no el mismo valor
Al sur de Ciudad de México se yergue la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su vista sorprende a los visitantes que a lo lejos aprecian los murales que recubren todo el edificio realizado por el maestro Juan O’Gorman, que de la mano de Diego Rivera perfeccionaron la técnica conocida en el mundo del arte como mosaico mexicano. Tal es la magnitud de la obra que en 2007 fue reconocida como patrimonio cultural de la humanidad por parte de UNESCO.
A pocos kilómetros de ahí Juan O’Gorman convocó a los que finalmente serían los cinco artistas que cubrirían el centro SCOP con la misma técnica de mosaico, los maestros José Chávez Morado, Luis García Robledo, Guillermo Monroy y Arturo Estrada. Al lado de O’Gorman levantarían los murales para recubrir el edificio completo y sus recovecos. Así que mientras en un sitio los murales son considerados patrimonio cultural, en el otro son considerados un edificio en ruinas.
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