Eugenio Derbez: “La clase trabajadora es invisible en Estados Unidos”
El actor mexicano estrena una nueva comedia que pretende celebrar a los latinos en el país
La bofetada de Will Smith a Chris Rock la noche del Oscar eclipsó muchas cosas. Una de las más importantes fue el gran triunfo de CODA en la noche de Hollywood. Cómo una minúscula película de solo 10 millones de dólares de presupuesto, estrenada en una plataforma de streaming, se impuso a los gigant...
La bofetada de Will Smith a Chris Rock la noche del Oscar eclipsó muchas cosas. Una de las más importantes fue el gran triunfo de CODA en la noche de Hollywood. Cómo una minúscula película de solo 10 millones de dólares de presupuesto, estrenada en una plataforma de streaming, se impuso a los gigantes de la industria. Aquel domingo, ni siquiera pasaba por la cabeza de sus protagonistas la idea de conquistar la estatuilla más añorada de la noche, la de Mejor película. “Estar nominados ya era un premio, ¿cómo íbamos a competir con Dune, House of Gucci o Don’t Look Up y los mejores actores de Hollywood? Yo sentí que no tenía oportunidad”, cuenta Eugenio Derbez (México, 60 años), el actor que interpreta al maestro de música que inspira a cantar a la hija de sordos, un papel clave en la gran apuesta de Apple.
“Era una película tan de bajo presupuesto que yo tuve que poner mi vestuario”, afirma Derbez, cuyas llamativas prendas de estilo moderno contrastan con la comunidad trabajadora de Massachusetts donde se lleva a cabo la historia. El papel es poco común para los latinos que prueban suerte en Hollywood, una aventura que el exitoso comediante inició hace más de una década. “Siempre he tratado de cambiar la percepción del latino aquí. Me molestaba que lo único que me ofrecieran eran papeles de narco, pandillero, asesino. En el mejor de los casos era jardinero o cocinero. Lo evité por mucho tiempo”, asegura. Con los años, Derbez se ha convertido en uno de los rostros latinos más identificables en una industria donde solo el 5% de los papeles son para hispanos.
Apple compró Coda por 25 millones de dólares después de verla en Sundance. El monto se le hizo un exceso incluso a Netflix, una compañía siempre generosa con la cartera para adquirir nuevos contenidos. Esta fue la excepción, pues se negó a negociar hasta que el precio bajara a un número razonable (el cálculo era de 18 millones). La apuesta ha pagado con creces a la tecnológica, que ha conseguido lo que Netflix no, el Oscar de Mejor Película. Ese éxito también ha trazado para Derbez una línea en su trayectoria. “Me ha cambiado la vida. Me están ofreciendo papeles dramáticos y eso en México jamás hubiera sucedido. Eso para mí es empezar una nueva carrera a mi edad. Es una bocanada de aire fresco”, señala Derbez, hijo de la actriz de la era de oro del cine mexicano, Silvia Derbez. Tres de los hijos de Eugenio han seguido sus pasos en cine y televisión, haciendo del apellido Derbez una de las marcas más reconocidas en América Latina.
Derbez se dice sorprendido por el peso político que sus palabras han adquirido en los últimos años. Describe dos episodios recientes como absurdos. El primero fue en abril de 2020, cuando la pandemia comenzaba a despuntar en México. El comediante acudió a las redes sociales para pedir mascarillas y material sanitario para un hospital público en Tijuana. “El IMSS lo negó porque no querían ser exhibidos, quisieron hacerlo pasar como si fuera fake news, pero no lo era porque estaba en contacto con los médicos del hospital”, indica.
El segundo fue el mes pasado, cuando Derbez apareció en un video coral con artistas que denunciaban la devastación en la selva que ha dejado la construcción del Tren Maya, uno de los proyectos prioritarios del presidente Andrés Manuel López Obrador. Este calificó al actor de “supuesto ambientalista” y lo comparó con los “conservadores corruptos” que se le oponen. A estos dichos siguieron varias críticas en las redes de simpatizantes de la Administración. “Nunca en mi carrera me había atacado tanto un Gobierno como este. Y eso habla tristemente de la falta de libertad de expresión que hay en el país. Pasa con los periodistas. Yo soy un simple comediante que da su opinión o que trato de ayuda a una causa y me crucifican”, asevera el actor, quien dice que sus opiniones han tenido consecuencias. “Estoy vetado en una televisora, en mi propia televisora [Televisa], la que alguna vez fue mi casa, por haber hablado del Tren Maya. Es fuerte”. El viernes, Emilio Azcárraga, presidente del consejo de administración de Televisa, rechazó que exista un veto. “Tú y yo sabemos que la verdadera razón es que estás enojado porque quieres que te regalemos nuestros derechos de La Familia Peluche”, escribió el empresario en Twitter, en referencia a una popular serie cómica que hizo Derbez entre 2002 y 2012.
Estereotipos en Hollywood
Siempre más afortunado con la taquilla que con la crítica, Derbez emprende un nuevo viaje que obliga a darle la espalda a su código en Hollywood. Este viernes estrenó El Valet en Hulu, el servicio de streaming de la cadena ABC, propiedad de Disney. La película es una versión del éxito francés de 2006 El juego de los idiotas, de Francis Veber. En la adaptación, Derbez interpreta a un aparcacoches que debe aparentar una relación con una estrella de cine liada con un hombre casado y así evitar un escándalo de relaciones públicas. Derbez había rechazado papeles estereotípicos para los migrantes hispanos en Estados Unidos. Hubo un motivo importante que llevó a decir sí a este proyecto: Donald Trump.
Aunque el guion comenzó a desarrollarse durante la presidencia de Barack Obama, la retórica racista y xenófoba del expresidente republicano obligó al equipo a modificar la ruta. “Tuvimos que cambiar el libreto diciendo: esto tiene que ser un homenaje a los latinos. La sociedad de este país salen todas las mañanas de sus edificios y los pisos están limpios, los coches en la puerta, se paran en un restaurante y el desayuno está caliente. Todo eso es por los latinos que están detrás de las puertas, en una cocina, escondidos en los armarios de los conserjes. Es una clase trabajadora que es invisible. Solo los notan cuando faltan”, indica Derbez, quien también sirve de productor.
El valet (El aparcacoches en España) fue hecha por 3Pas, la productora que Derbez tiene con Ben Odell, un exejecutivo en Pantelion, una empresa que tiene una larga experiencia con el público latino en Estados Unidos. La compañía fue nombrada así en un juego de palabras que revela “que todas las decisiones las tomamos con las tripas”, confiesa Derbez. La unión entre Odell y el comediante mexicano era un paso natural y se enfoca en el público en México y Estados Unidos. No se aceptan devoluciones, dirigida por Derbez, sigue siendo uno de los mayores éxitos en español en la taquilla estadounidense, donde ingresó más de 100 millones de dólares.
Además de la cinta ya mencionada, 3pas ha filmado Instrucciones para ser un latin lover y Un mar de enredos. Las tres cintas suman ingresos por 250 millones de dólares pese haber costado solo 35 millones producirlas. “En Hollywood manda el dinero. No importa si eres talentoso o no, lo importante es que metas dinero a la taquilla”, dice con orgullo Derbez, quien finca su éxito en una gran base de latinos que crecieron viéndolo en comedias televisivas producidas por Televisa. La pandemia pone a prueba a El Valet, que no será exhibida en salas. Esto resta oportunidades a que el veterano comediante refrende nuevamente su calidad de estrella en la venta de boletos. “Confío en que rompa récords en Hulu para jalar latinos”, afirma el rey de la factoría Derbez.
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