‘Caníbal: Indignación total’, la nueva serie de la Suprema Corte y Televisa contra los feminicidios
Arturo Zaldívar, presidente del máximo tribunal, defiende la decisión de llevar a la televisión el caso del mayor feminicida serial en la historia de México: “No busca el morbo, sino generar reflexión”
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha decidido llevar a la televisión el caso del mayor feminicida serial en la historia de México. El máximo tribunal ha anunciado el lanzamiento de Caníbal: Indignación total, una serie documental sobre los crímenes de ...
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha decidido llevar a la televisión el caso del mayor feminicida serial en la historia de México. El máximo tribunal ha anunciado el lanzamiento de Caníbal: Indignación total, una serie documental sobre los crímenes de Andrés Mendoza, un hombre que asesinó con total impunidad a por lo menos 19 mujeres a lo largo de 31 años en Atizapán (Estado de México). Se trata de una alianza, en la que la autoridad del Poder Judicial financia la serie y Televisa, la mayor empresa de medios en el país, se encargará de transmitirla en señal abierta. Arturo Zaldívar, el presidente de la Corte, se ha adelantado a la polémica y ha dicho que el proyecto se ha hecho con “una enorme seriedad y cuidado”, por lo delicado del caso y el tratamiento mediático que recibió en su momento. “No busca el morbo, sino generar reflexión y un cambio de cultura”, ha sostenido Zaldívar.
El documental se estrenará el próximo 27 de junio y se transmitirá en simultáneo por el canal del Poder Judicial y el Canal de las Estrellas, la señal de televisión abierta más vista en el país. Es una serie de cinco episodios de media hora, en los que se desgrana cómo las autoridades atraparon a Mendoza, se da voz a familiares de las víctimas y se trata la crisis de violencia machista en México, donde entre 10 y 11 mujeres son asesinadas a diario por el hecho de ser mujeres. Mendoza fue arrestado hace un año, el 18 de mayo de 2020, después de que la investigación del feminicidio de una víctima de 34 años revelara restos humanos desmembrados, identificaciones oficiales, ropa y accesorios de más mujeres en su casa.
El detenido, que tenía entonces 72 años, trabajó para el Ayuntamiento de Atizapán, en la periferia de Ciudad de México y tenía experiencia como carnicero, por lo que sabía cómo cortar los cuerpos. Investigaciones que siguieron corroboraron que Mendoza estuvo involucrado en varios feminicidios que no se habían resuelto y él mismo aseguró que el número real de víctimas ronda las 30 mujeres. El asesino serial recibió el apodo mediático de “el caníbal”, “el abuelo caníbal” o “el monstruo de Atizapán”. Un par de años antes emergió el caso del “monstruo de Ecatepec”, otra ciudad a las afueras de la capital mexicana. La narrativa del asesino como “monstruo” ha sido duramente cuestionada por colectivos feministas, abogadas, escritoras, artistas, activistas y autoridades. “No son monstruos, son varones socializados en nuestra sociedad”, dijo, por ejemplo, Elizabeth Gómez Alcorta, ministra argentina de Mujeres, Género y Diversidad. “Es tu hermano, tu vecino, tu papá, tu hijo, tu amigo, tu compañero de trabajo. No es una bestia, no es un animal”, agregó Gómez Alcorta en marzo pasado, tras una violación grupal en el barrio de Palermo, en Buenos Aires.
Zaldívar ha dicho que la historia de Mendoza es solo “el hilo conductor” y que el objetivo es “mover consciencias”, pensar sobre cómo se cometieron estos crímenes “sin que pasara nada”. “Siempre era muy atento, sobre todo con las mujeres”, dice una persona identificada como inquilino de Mendoza en el tráiler de la serie. Un policía local dice inmediatamente después que los vecinos decían que “el señor era muy buena gente”. El programa lleva al título el apodo del “caníbal”, en una zona gris entre lo fáctico (el propio asesino confesó que comía ciertos restos) y los señalamientos que han surgido antes por la explotación recurrente de la “monstruosidad” del caso y no insertarla en un contexto social real.
Otras veces se ha cuestionado el protagonismo dado al autor de los crímenes y que no se ponga el foco en el relato de las víctimas. El debate sobre el tratamiento de la historia se despejará tras el estreno de la serie, aunque en el adelanto se anticipan críticas a la impunidad y las resistencias a investigar los asesinatos de mujeres con perspectiva de género. “El sistema de justicia le está fallando a las mujeres”, afirma en el tráiler Fátima Gamboa, codirectora de la organización Equis Justicia.
El presidente de la Suprema Corte también ha justificado el hecho de buscar una alianza con Televisa para la emisión del programa bajo el argumento de que muchas instituciones públicas en varios países han optado por participar en proyectos artísticos o televisivos sobre problemas sociales. Zaldívar ha citado el caso de Roma, la película mexicana ganadora del Oscar, que contó con financiamiento del Estado y tocó el tema de las trabajadoras del hogar; El fin de ETA, una coproducción de EL PAÍS y varias cadenas de televisión autonómicas, o La Jauría, la serie chilena sobre una violación en un colegio. “Las series son hoy un instrumento extraordinariamente poderoso de comunicación y me parece que, ante un tema tan delicado y terrible como el de los feminicidios en México, todos y todas tenemos que tratar de que las cosas cambien”, ha comentado.
La serie tomó 11 meses en realizarse y fue dirigida por Grau Serra, escrita por Ana Mata y la fotografía corrió a cargo de Luis Posada y María Consuelo Saldaña. Está narrada por la periodista Gabriela Warkentin, colaboradora de este diario. “Va a cimbrar a la sociedad mexicana y hacerles ver las cosas de forma distinta”, ha asegurado Zaldívar.
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