Movimiento Ciudadano, nombres por encima de ideologías para construir el asalto a 2024
El partido confía en sus grandes figuras y una amalgama de programas como estrategia para consolidar su apuesta política
Movimiento Ciudadano ha despedido el año con champán. Con un panorama político en el que los partidos tradicionales dibujan una oposición desmadejada y carente de líderes y la formación gubernamental, Morena, se agrieta con fuego amigo a medida que corre el sexenio, la corriente naranja avanza sin trabas. 2021 ha sido para los de Dante Delgado un año próspero donde obtuvieron un buen desempeño en las elecciones intermedias y situaron o mantuvieron algunos de sus candidatos en plazas importantes, ...
Movimiento Ciudadano ha despedido el año con champán. Con un panorama político en el que los partidos tradicionales dibujan una oposición desmadejada y carente de líderes y la formación gubernamental, Morena, se agrieta con fuego amigo a medida que corre el sexenio, la corriente naranja avanza sin trabas. 2021 ha sido para los de Dante Delgado un año próspero donde obtuvieron un buen desempeño en las elecciones intermedias y situaron o mantuvieron algunos de sus candidatos en plazas importantes, como Nuevo León, Guadalajara y sus capitales. Como en un juego de azar, arriesgaron y ganaron: concurrieron en solitario frente a un bloque opositor que evidenciaba su falta de fuerza para combatir por separado al partido de Andrés Manuel López Obrador. A tres años de las nuevas presidenciales, Movimiento Ciudadano (MC) ha situado algunos nombres que parten con fuerza para afrontar las urnas nacionales: Samuel García, Luis Donaldo Colosio Riojas, Enrique Alfaro, entre los más sonoros. ¿Es suficiente para alcanzar el poder? Siempre hay debilidades. Será complejo trasladar a un ámbito nacional un movimiento eminentemente regional o local, con caras y nombres dispersos sin una sólida amalgama ideológica, opinan algunos. Pero Dante Delgado, el coordinador nacional del partido, se muestra optimista: “Vamos a ganar la presidencia de la República, hay condiciones favorables para ello”.
Movimiento Ciudadano se dice distinto de las demás formaciones. Aunque en México las ideologías son difusas, ellos se autoinscriben en la socialdemocracia y defienden algunas medidas de corte nacional, comunes para todos, como la seguridad ciudadana o las energías limpias. Otras, sin embargo, se quedan en los estatutos, pero no alcanzan a impregnar del todo las campañas electorales de todos ellos, caso del aborto, donde se manifiestan con menos unidad. Tampoco las estrategias de campaña les son comunes. La confianza en las redes sociales y las nuevas tecnologías, una nueva forma de comunicación de enorme alcance, es lo que ha llevado a la presidencia del Estado de Nuevo León a Samuel García, entre otras cosas, pero no es algo que sea propio de todos ellos.
“Nadie va a estar pensado en ideologías, Movimiento Ciudadano no es un partido de planteamiento nacional, aunque lo tenga, la socialdemocracia, pero los ciudadanos no saben de eso. Nuestra narrativa es local, en torno a los personajes y candidatos. Nuestra oferta el regional y en eso somos diferentes a todos”, resume Rafael Valenzuela, estratega del partido desde 2012. “Nuestra carta de presentación es el buen gobierno en esas plazas, en Tlajomulco, en Zapopán, Monterrey, Guadalajara. Las personas cuando tienen que elegir miran lo que les une, no lo que les separa. Después, como Gobierno, se tomarán las decisiones que sean, pero si el 80% en Nuevo León está en contra del aborto, ¿por qué vamos a manifestarnos en contra de lo que ellos piensan?”, sigue Valenzuela.
Precisamente, en esa discontinuidad ideológica fija la analista política Viri Ríos, “la debilidad de Movimiento Ciudadano”. “Ser el partido preferido de distintas ideologías a nivel local le hace difícil consolidarse en el ámbito nacional. Son un Frankenstein ideológico del que se desconoce por qué agenda se decantarán”, afirma. Quien quiera votar por un partido progresista no puede estar de acuerdo con la agenda antiimpuestos de Nuevo León, por ejemplo”. Pero Ríos reconoce que “el votante mexicano es poco ideológico” y no descarta que, ante un panorama político enlodado, MC pueda dar alguna sorpresa en las presidenciales: “Con un golpe de suerte, como el que tuvieron en Nuevo León, podrían llegar a ser los segundos y desplazar a la coalición opositora. Creo que es una apuesta inteligente. Están construyendo, quizá no ganen en 2024, pero sí las siguientes, se están formando como alternativa para el futuro”, asegura.
Dante Delgado también confía en un avance con pasos medidos: “La política no es, se va consolidando”, dice. La nueva prueba, para MC y para todos, serán las seis gubernaturas en juego el 5 de junio de este nuevo año: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas entran en liza en 2022. Las cartas nunca están marcadas en política, pero todo parece indicar que Morena se alzará victorioso en estos Estados, o en la mayoría de ellos. Hasta el propio Delgado se muestra más comedido en este punto: “Acreditaremos el mayor crecimiento”, dice. Poco a poco, parece sugerir. “Seremos la fuerza con mayor presencia en 2022, vamos a involucrar a figuras internacionales, como José Luis Rodríguez Zapatero, que ya nos dio una conferencia magistral recientemente. Este año haremos más eventos para consolidar nuestra presencia regional y nacional con figuras internacionales”, afirma. Hace apenas unas semanas, MC concedió la medalla Benito Juárez a un destacado aunque crítico morenista, Porfirio Muñoz Ledo. Delgado le invitó a colaborar con el futuro del partido naranja. “Bueno, yo creo que le reconocía con la medalla su trayectoria política en el país, lo demás es una travesura”, interpreta Rafael Valenzuela.
Mientras esas convocatorias electorales llegan, MC dice haber roto la polarización en que se movían tradicionalmente los grandes partidos políticos. “Nuestra campaña en solitario en 2021 ha generado expectativas y empuja una alternativa distinta”, asegura Clemente Castañeda, senador y antaño coordinador nacional del partido. “Más importante que los resultados es la construcción de una alternativa política de futuro. Si logramos demostrar que somos distintos seremos esa alternativa”, añade. Cree que Morena ha abandonado la agenda socialdemócrata dejando espacios que ellos están dispuestos a recoger: “La no militarización del país, medidas contundentes para salir de la pobreza y la desigualdad, donde el presidente ha fracasado o un serio debate para un pacto fiscal, que no se revisa desde hace 40 años”, cita. ¿Y el aborto? “Somos una expresión ciudadana plural, pero respetamos las dinámicas locales bajo la óptica de los derechos humanos”, dice.
Delgado abunda en lo que los hace distintos: “A nosotros nos acredita el progresismo en los hechos, mientras que el presidente se dedica a rescatar a Pemex, que son energías fósiles, nosotros apostamos por las minorías, la diversidad, la regularización del cannabis, ahí están las grandes diferencias. También apoyamos a Morena por convicción en el artículo 4 de la Constitución para el apoyo a mujeres, discapacidad y mayores, por ejemplo”, explica Delgado.
MC está sacando provecho del río revuelto en que se mueven los demás. Así lo cree Polo Berlanga, politólogo de la Universidad Autónoma de Nuevo León. “El desgaste de las estructuras existentes sumado a los nuevos cuadros de jóvenes que presenta MC ha permitido a la población tener una perspectiva nueva, una necesidad de creer. En México somos muy dados a creer en soluciones posibles y MC ha presentado perfiles distintos que marcan una pauta de nuevos gobiernos”, afirma. Berlanga echa mano de la tradición política del país. “Si nos fijamos en los últimos 30 años en México, la alternancia de Gobierno siempre la han marcado desde el norte y creo que ahora será parecido, Nuevo León dictaminará el poder en los próximos tres y seis años. Samuel García, sin ser el presidente ni tener una conferencia diaria ha impuesto una nueva forma de comunicación emanada de las redes y la tecnología de gran aceptación. Alfaro es distinto, la verdadera corriente viene de los perfiles del norte, García, Colosio y otros líderes en segunda línea. Esto será lo que veamos en los próximos años”, analiza. A su juicio, la población está muy atenta a las personas y los perfiles políticos.
Que el carisma de los líderes es una baza inigualable es una verdad política en todas partes, aunque quizá no sea suficiente. Para demostrarlo, qué mejor ejemplo que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, con quien Morena se juega incluso las elecciones en las que él ya no será el candidato. Tampoco Movimiento Ciudadano tendrá tiempo de preparar un líder presidencial, seguramente. Así lo piensa, Berlanga: “Creo que tendrá que salir de los cuadros que ya tienen, Colosio, García, Alfaro”. Este último se dijo de sobra preparado para afrontar ese reto en una entrevista reciente con este periódico.
El coordinador nacional, insiste en esa idea de las caras frente a las ideologías con esta frase. “Son más importantes las personas que lo que se desea transformar”.
Berlanga, sin embargo, cree que Movimiento Ciudadano tendrán que contar con los apoyos del resto de la oposición si quiere dar el salto a la presidencia. “Pueden ser de coalición o de Gobierno, acuerdos que se busquen antes, pero MC tiene los candidatos mejor posicionados”, afirma.
El exitoso 2021 ya pasó para la formación naranja. Principia un nuevo año y el tiempo corre sin freno en la carrera electoral. Valenzuela, el estratega del partido, ve así el futuro inminente: “¿Usted votaría a MC? Esa no es la pregunta, no nos ven como partido político. Siempre hay que ponerle un rostro, una marca”.
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