El reto de alimentar a una familia con 100 pesos al día en México
El aumento de la inflación en los últimos meses, reflejado en productos como el gas LP, la tortilla y el jitomate, ha orillado a las familias a reinventar su gasto
Desde febrero de 2021, Jessica Alfaro y su pareja dejaron de usar el calentador de agua de su departamento ante la imposibilidad de seguir adquiriendo un tanque de 20 kilos cada mes. “A veces no la calentamos, pero cuando hace frío usamos una resistencia [eléctrica] para gastar menos”, refiere la joven de 21 años. Todos los días trata de usar la menor cantidad de gas para cocinar para ella, su pareja y su madre, y lo hace con 100 pesos al día (menos de cinco dólares).
Con un nivel de ingresos de poco más de 5.000 pesos (unos 250 dólares) mensuales, Jessica y su familia no son catalogada...
Desde febrero de 2021, Jessica Alfaro y su pareja dejaron de usar el calentador de agua de su departamento ante la imposibilidad de seguir adquiriendo un tanque de 20 kilos cada mes. “A veces no la calentamos, pero cuando hace frío usamos una resistencia [eléctrica] para gastar menos”, refiere la joven de 21 años. Todos los días trata de usar la menor cantidad de gas para cocinar para ella, su pareja y su madre, y lo hace con 100 pesos al día (menos de cinco dólares).
Con un nivel de ingresos de poco más de 5.000 pesos (unos 250 dólares) mensuales, Jessica y su familia no son catalogadas como pobres de acuerdo a la medición que hace el Consejo Nacional de Evaluación de a Política de Desarrollo Social (Coneval) en México. “No creo que seamos pobres, pero tampoco me considero de la clase media”, explica Alfaro. Para ser pobre, los ingresos mensuales deben ser menores a 1.745 pesos al mes, según esta institución.
Bienes de uso cotidiano como el gas LP y alimentos como la tortilla de maíz y el jitomate han disparado la inflación en los últimos meses. De acuerdo con el Inegi, la inflación general anual hasta junio de 2021 se ubicó en 5,88%, y ha superado el objetivo de inflación estimado por el Banco de México para este año, que lo situaba hasta en 4% anual.
Alrededor de 80% de los hogares en México usan gas LP para cocinar y hacer uso de la regadera, por lo que el aumento sostenido de este combustible ha provocado que se cambien los hábitos de consumo para poder seguir sosteniendo la alimentación.
Para contrarrestar este aumento, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha propuesto recientemente la creación de una nueva empresa de distribución del energético llamada Gas Bienestar, dependiente de Pemex. El incremento del gas licuado por encima de la inflación ha frustrado la promesa del Gobierno de mantener estables las tarifas. El mandatario ha culpado de esta situación a la alta concentración del mercado en un puñado de actores. “Hay cinco empresas grandes que distribuyen casi el 50% del gas LP y se están quedando con márgenes de utilidad muy amplios. Pemex les vende a un precio y ellos venden al consumidor a un precio muy elevado”, ha declarado.
Flor Reyes prefiere preparar alimentos que no requieran mucha cocción, así que ha dejado de cocinar frijoles de la olla y ha optado por cocinar sopa de pasta o proteínas más baratas como el huevo. “Compro un par de veces al mes carne o pollo, pero siempre compro lo que voy a usar en el día para que nada se desperdicie”, cuenta la empleada doméstica de 48 años. Usar tomate verde en vez de jitomate, comprar medio kilo de tortillas cada día en vez de uno y medio para la semana o pedir la cantidad exacta de queso o leche en la tienda de abarrotes son algunas de las estrategias que usa Reyes para ahorrar algunos pesos al momento de adquirir los alimentos.
De acuerdo con datos del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, el precio de una Canasta Básica Recomendable tiene un costo superior a los 1.000 pesos diarios, e incluye frutas, legumbres, carne y no incluye el precio de los energéticos o combustibles para su preparación. “En promedio, 2,2 millones de trabajadores ocupados se han sumado a las filas de la pobreza extrema, sin duda que la cifra es indignante para un pueblo sumido en la miseria y, es clara muestra de la continuidad y agudización del proceso de precarización salarial de las y los trabajadores mexicanos”, indica David Lozano, economista de la UNAM.
El último tanque de gas de 20 kilos que compró Francisco Flores en la alcaldía Azcapotzalco le costó 560 pesos (unos 28 dólares), poco más de lo que gana en tres días de trabajo. “Ahora sí que uno se hace vegano por necesidad, no por gusto”, comenta el empleado de 38 años, al teléfono. Con empleos eventuales, él y su familia de cinco integrantes comen con alrededor de 150 pesos al día, pero asegura que no pasan hambre. “Como dicen, donde comen dos, comen tres y hasta cinco”, reflexiona.
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