La sospecha de turismo de vacunas golpea a la Suprema Corte de México
La ministra Yasmin Esquivel niega que haya recibido trato preferente en el consulado de San Antonio (Texas) para vacunarse en EE UU, mientras el Gobierno investiga si hubo tráfico de influencias
La sombra del turismo de vacunas planea sobre algunas de las más altas instituciones de México. La sospecha de que dos ministros de la Suprema Corte y sus cónyuges viajaron a San Antonio (Texas) y recibieron apoyo del personal consular para vacunarse en Estados Unidos amenaza con convertirse en un nuevo escándalo de tráfico de influencias, en un país que ha logrado inmunizar solo a menos del 2% de su población. Dos ministros del máximo órgano del Poder Judicial s...
La sombra del turismo de vacunas planea sobre algunas de las más altas instituciones de México. La sospecha de que dos ministros de la Suprema Corte y sus cónyuges viajaron a San Antonio (Texas) y recibieron apoyo del personal consular para vacunarse en Estados Unidos amenaza con convertirse en un nuevo escándalo de tráfico de influencias, en un país que ha logrado inmunizar solo a menos del 2% de su población. Dos ministros del máximo órgano del Poder Judicial son los señalados hasta ahora: Yasmín Esquivel y Alberto Pérez Dayán. Esquivel ha salido a las redes sociales para desmentir las publicaciones periodísticas que aseguran que se vacunó, mientras que Pérez Dayán no se ha pronunciado públicamente. El Ejecutivo no quiere salir salpicado y Marcelo Ebrard, el titular de Exteriores, ha respondido esta semana ante la polémica que se realiza una investigación interna para aclarar lo sucedido.
Los primeros señalamientos contra ambos ministros fueron publicados por la periodista Dolia Estévez en el portal SinEmbargo. Estévez asegura en su columna que Esquivel, nominada a principios de 2019 por Andrés Manuel López Obrador, viajó el pasado 1 de febrero en un jet privado a San Antonio. Siempre según esta versión, la acompañaba su esposo José María Riobóo, un empresario de 80 años al que se le conoce como un contratista cercano al presidente. El artículo es mucho más vago sobre el supuesto viaje de Pérez Dayán, nombrado durante el Gobierno de Felipe Calderón, y se limita a decir que voló “en otro momento”.
El enlace clave en San Antonio, se lee, es el cónsul Rubén Minutti, quien fue subordinado de Esquivel en el Tribunal de Justicia Administrativa, de acuerdo con el periódico Reforma. Esquivel llegó a la sala superior de ese tribunal, que entonces tenía otro nombre, a propuesta de Ebrard cuando era jefe de Gobierno de Ciudad de México (2006-2012). La ministra recibió el comprobante de domicilio de uno de los trabajadores del consulado para apuntarse a la vacunación en Texas, acusa la periodista.
“El Consulado General de México en San Antonio no ha proporcionado apoyos individualizados para acceder a las vacunas contra la covid-19″, responde Minutti en un correo electrónico presentado por Estévez. Entre los empleados de la legación que tuvieron contacto con la ministra está Susana Monreal, consejera de asuntos económicos y comerciales y hermana de Ricardo Monreal, líder de Morena en el Senado, según las fuentes consultadas. Monreal, sin experiencia diplomática previa en su currículum público, es la tercera funcionaria mejor pagada de la representación: gana más de 6.100 dólares al mes. Minutti, que gana más de 9.000 dólares, tampoco tenía antecedentes en el servicio exterior.
Esquivel confirmó que estuvo ese día en San Antonio y dijo que fue invitada por Minutti para conocer un lactario al que le puso su nombre. En 2019, la ministra recibió una invitación similar para cortar el listón inaugural de otro lactario con su nombre en el Tribunal Superior de Justicia Administrativa, en Ciudad de México. “Falso como asegura la periodista que se haya ido a vacunar, cosa que hasta la fecha no ha hecho ni en la Ciudad de México”, se lee en un mensaje que envió el secretario de Esquivel a la redacción de SinEmbargo. Esquivel tiene 57 años y no entra dentro del grupo prioritario de vacunación de mayores de 60 años. No está claro si otras personas acompañaron a la ministra en su visita a Texas además de su marido.
Después de que Reforma cuestionara que se le expidiera una matrícula consular, un documento que sirve como identificación a los mexicanos que residen en el extranjero, la ministra dijo que su esposo tiene una residencia en San Antonio desde hace 40 años y que no hay nada extraño en la solicitud. “La matrícula consular no sirve para obtener algún servicio de vacunación en San Antonio”, asegura Esquivel, en su petición de replicar la información publicada. Las explicaciones de la ministra no han disipado las críticas: por hacer un viaje no esencial a EE UU, por el homenaje de abrir un lactario en su honor y porque no ha aclarado la relación que tiene con Minutti. En el centro de la polémica también está el supuesto uso irregular de la red consular más grande del mundo (la de México) en el país que más vacunas ha aplicado (Estados Unidos).
“Habrá que ver qué participación tuvo el cónsul”, dijo el miércoles Ebrard y adelantó que el Órgano Interno de Control ya estaba revisando el tema, la misma respuesta que dio en la conferencia matutina de López Obrador el martes. “Ya esperamos a ver qué nos dicen ellos”, agregó. Las sospechas de trato preferente aparecen en un momento en el que la vacunación masiva apenas empieza a fluir en el país y choca con el discurso anticorrupción de López Obrador, cuya Administración también ha tenido que enfrentar señalamientos contra miembros de su Gabinete y familiares. “Tenemos todos que denunciar el influyentismo, tenemos todos que denunciar a los que quieran brincarse o saltarse la fila, tiene que ser por edades”, dijo el presidente en enero. Mientras se aclaran las acusaciones, unos 115 millones de mexicanos esperan su turno para recibir la vacuna.
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