Christie’s recauda tres millones de dólares en la subasta de las piezas prehispánicas reclamadas por México
Entre las figuras vendidas se encuentran tres que el Instituto Nacional de Antropología e Historia considera falsas
México ha perdido la última pelea por recuperar parte de sus tesoros. La casa de subastas Christie’s ha celebrado esta semana en París la venta de 33 piezas de arte prehispánico sin que el Gobierno mexicano pudiera hacer nada por detenerlo pese a las reclamaciones y denuncias presentadas. En total, la subasta, que ha superado las expectativas de Christie’s, ha recaudado tres millones de dólares (2,53 millones de euros, 61 millones de pesos). Entre ...
México ha perdido la última pelea por recuperar parte de sus tesoros. La casa de subastas Christie’s ha celebrado esta semana en París la venta de 33 piezas de arte prehispánico sin que el Gobierno mexicano pudiera hacer nada por detenerlo pese a las reclamaciones y denuncias presentadas. En total, la subasta, que ha superado las expectativas de Christie’s, ha recaudado tres millones de dólares (2,53 millones de euros, 61 millones de pesos). Entre las figuras vendidas se encuentran tres que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) considera falsas.
La historia no es nueva. Una casa de subastas en Europa ofrece piezas de arte mexicanas que no se sabe cómo ni cuándo salieron del país. El Gobierno protesta, trata de detener la venta, apela a las relaciones diplomáticas. Pero, finalmente, esas piezas se venden a coleccionistas privados y desaparecen. En este caso, la protagonista es la puja Quetzalcóatl, serpiente emplumada. Una colección compuesta de esculturas, vasijas, máscaras, platos y figuras de las culturas azteca, maya, tolteca, totonaca, teotihuacana y mixteca, provenientes de estados como Veracruz, Nayarit, Guerrero, Guanajuato, Colima, Chiapas y el Estado de México. La mayoría han sido tallados en piedra o elaborados con barro. Sus precios finales han ido desde 4.750 hasta 500.000 euros (de 115.000 a más de 12 millones de pesos).
La joya de la corona de la subasta ha sido una estatua de Cihuateotl, la diosa de las mujeres que mueren en el parto, encontrada en la zona arqueológica de El Zapotal, en Veracruz. La figura de 87 centímetros perteneció a la cultura totonaca en el periodo clásico (600-1000 d.c.). La pieza pertenecía a una colección privada belga y había sido expuesta en dos ocasiones en museos de Bruselas, en 1977 y 1992. Se ha vendido por 12 millones de pesos, aunque se ha quedado por debajo de lo que Christie’s buscaban en su valoración inicial, que llegaba a 900.000 euros (unos 22 millones de pesos).
La segunda pieza más valorada en la subasta es también la más polémica. Se trata de una máscara de piedra teotihuacana de 15 centímetros que se ha vendido por 437.500 euros (10,6 millones de pesos). Había sido exhibida en dos ocasiones anteriores: en 2012 en el Museo Quai Branly-Jacques Chirac, en París, y en 2018 en el Palazzo Loredan, en Venecia. La casa Christie’s ha publicitado la pieza como una de las más importantes de la colección, pero el director del INAH, Diego Prieto, la ha tachado de falsa. “Es de factura contemporánea, posiblemente de hace unas décadas. Ni la reclamaríamos, no es antigua. Probablemente la hizo alguna mano experta mexicana, pero en fecha no muy lejana”, dijo Prieto en una rueda de prensa. Sin embargo, Christie’s mantiene que la máscara perteneció a Pierre Matisse, hijo menor del artista francés Henri Matisse.
El INAH también considera falsas una máscara y un cuenco con una figura de una rana tallada en piedra atribuidos a la cultura Xochipala, en Guerrero. En total fueron vendidas por 100.000 euros (unos 2,4 millones de pesos). Prieto considera un delito que hagan pasar esas obras como piezas antiguas, pero sobre todo asegura que no hay duda de que el resto de figuras de la subasta pertenecen al pueblo de México, debieron por fuerza ser expoliadas y por tanto no se pueden comercializar.
La ley mexicana es meridiana al respecto: los bienes patrimoniales son inalienables, imprescriptibles e inembargables y es delito la exportación de piezas arqueológicas o de relevancia particular. Por esa razón. El INAH presentó una denuncia ante la fiscalía mexicana para emprender acciones legales contra la comercialización de estas piezas de Christie’s, una lucha en la que también se involucró la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Sin embargo, Francia, uno de los huesos duros en este tipo de reclamaciones y con el que no existe un acuerdo bilateral al respecto, entiende estas transacciones como un intercambio comercial privado en el que no se involucra. Por su parte la casa de subastas ha defendido su proceso de venta: “Los objetos vendidos en la venta de Quetzalcóatl fueron ofrecidos de forma transparente y legal. Los resultados [recaudados] refuerzan nuestra postura de que existe una fuerte demanda por un mercado legítimo para arte prehispánico”.
México ha emprendido desde hace un par de años una cruzada para recuperar el patrimonio histórico que se encuentra en colecciones privadas en el mundo. Sin embargo, tiene en su contra que no siempre puede acreditar cómo, cuándo y quién sacó esos tesoros del país, algunos de ellos probablemente incluso antes de la ley de 1972, en cuya elaboración participó el ahora fiscal Alejandro Gertz Manero.