El ‘cerebro’ de la reforma de pensiones de Gabriel Boric cae por una acusación de acoso sexual
El subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, fue destituido el viernes por la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, con la que tenía diferencias sobre la propuesta. El economista acusa “una cultura de la cancelación sin ninguna investigación previa”
Eran casi las 19 horas del viernes 26 de mayo, cuando un comunicado de la oficina de la Presidencia de Gabriel Boric anunció la renuncia del subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín Pizarro. La noticia sorprendió: el economista, de 62 años, era una pieza clave de la reforma previsional, una de las principales promesas del programa del Gobierno de izquierdas. El carácter técnico e independiente de Larraín auguraba que el proyecto para mejorar las pensiones podría salir de las barreras ideológicas que durante más de ocho años no han permitido acuerdos en el Congreso y, finalmente, re...
Eran casi las 19 horas del viernes 26 de mayo, cuando un comunicado de la oficina de la Presidencia de Gabriel Boric anunció la renuncia del subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín Pizarro. La noticia sorprendió: el economista, de 62 años, era una pieza clave de la reforma previsional, una de las principales promesas del programa del Gobierno de izquierdas. El carácter técnico e independiente de Larraín auguraba que el proyecto para mejorar las pensiones podría salir de las barreras ideológicas que durante más de ocho años no han permitido acuerdos en el Congreso y, finalmente, resolver uno de los problemas estructurales de mayor impacto en la calidad de vida de la ciudadanía: el bajo monto de las jubilaciones.
En el comunicado entregado el viernes no se esgrimían las razones de la renuncia. Se especuló que el subsecretario tenía diferencias con su jefa directa, la Ministra del Trabajo, la militante comunista Jeannette Jara, respecto a algunos puntos dentro de la reforma de pensiones que fue presentada por el Gobierno al Congreso el 2 de noviembre del año pasado. Pero durante la tarde de este lunes, el diario La Tercera publicó que lo que gatilló la salida de la autoridad fue una acusación de un supuesto acoso sexual de parte de Larraín hacia una funcionaria del ministerio. La denuncia –que recién se formalizó anoche– apuntaría a “uso de lenguaje de connotación sexual” por parte del ahora exsubsecretario.
El economista de la Universidad de Chile y magíster en economía de la Université Catholique de Louvain-La-Neuve, Francia, decidió luego romper el silencio y en el mismo medio, acusó: “Estamos en presencia de una cultura de la cancelación sin ninguna investigación previa de lo que se te acusa”. Ahí explicó que hasta hoy no tiene información detallada de la denuncia ni de la persona que lo hace, por lo que se deduce que no existía una investigación y que se le despidió solo ante la existencia de una acusación. “Lo único que me dijeron es que hice comentarios de carácter sexual inapropiados emitidos en público. O sea, en público, ni siquiera dirigidos a una persona”. Y añadió que no recuerda una situación de ese tipo.
Además, aseguró que tenía diferencias con la ministra del Trabajo por las negociaciones para la reforma previsional. En un seminario privado a principios de mayo, Larraín dijo que “las cuentas nocionales [un mecanismo para calcular pensiones en sistemas de reparto] no gozan de una mayoría parlamentaria”. “Estamos obligados a buscar alternativas que logren los mismos propósitos”, agregó a comienzos de mes. Según él, desde ese día a titular de la cartera del Trabajo dejó de hablarle.
Larraín posee una nutrida trayectoria ligada a las políticas públicas. Ha trabajado como consultor internacional para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). También fue parte de la Comisión Asesora Presidencial para reformar el sistema previsional en el Gobierno de Michelle Bachelet y, entre 2017 y 2020, fue vicepresidente de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
Cercano a la Concertación, el conglomerado político de centroizquierda que gobernó Chile durante los primeros 20 años post dictadura, y afín al ministro de Hacienda, Mario Marcel, era él quien lideraba las conversaciones con parlamentarios para buscar puntos en común para alcanzar acuerdos por la reforma de pensiones. En su entrevista con La Tercera, el exfuncionario explicó que desde el mes de febrero ya tenía claro que no había posibilidades de avanzar con la reforma previsional tal como estaba presentada originalmente por el Gobierno de Boric y que debía buscar alternativas para subir las pensiones.
Entonces, empezó a mirar opciones para que las personas pudieran mantener la propiedad de sus fondos, que éstos fueran heredables y que hubiera libertad de elección de dónde invertirlos. A partir de entonces y luego de sus declaraciones sobre las cuentas nocionales a comienzos de mayo, habría tenido roces con la ministra Jara. “La ministra me dice, ¿por qué hiciste estas declaraciones? No corresponde que las haga un subsecretario, te tienes que quedar callado. A lo cual mi respuesta fue: ‘Ministra, yo entiendo mi rol no solo como un técnico especialista en pensiones, sino que también político, porque yo tengo una visión política y la voy a seguir expresando mientras tenga este cargo”, relató en la entrevista.
Tras las palabras del exsubsecretario, la ministra Jara, quien en la mañana del lunes no había querido referirse a las razones de la salida de Larraín, confirmó por la noche que la causa de su destitución fue la acusación de acoso sexual: “Hubo conductas que no eran del todo positivas”. Asimismo, Jara anunció el inicio de un sumario administrativo contra el economista, justamente cuando la denunciante –que podría ser más de una– habría formalizado la causa.
“Lamento mucho que quien haya ejercido un cargo de responsabilidad pública salga generando conflictos que no son efectivos, por más que uno pueda tener diferencias por temas más políticos. Es súper importante, para nosotros como país, ponernos de acuerdo en la reforma que necesitamos y muchas veces, más que una profunda teoría conspirativa, lo que hay son razones humanas que se expresan de manera no adecuada en un comportamiento”, explicó la ministra del Trabajo de Boric.
La salida de Larraín y sobre todo las circunstancias sorprendieron al mundo empresarial. El subsecretario junto a la ministra Jara llevaban las conversaciones con las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y con la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), que reúne a los principales gremios de Chile. “La gran duda es si vamos a poder seguir negociando o no. Larraín tenía un tono dialogante, pero duro. Él es un gran defensor de las cuentas nocionales, pero había un poco de realismo en su postura, se daba cuenta que no tenía los votos”, explica a EL PAÍS una de las personas que participó de esas tratativas.
Para el diputado democristiano Alberto Undurraga, miembro de la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja, más allá de las razones que empujaron la salida de Larraín, lo importante es quién será la persona que lo reemplazará. “Lo que pase para adelante con la reforma depende mucho de quién sea el reemplazo y si esa persona tiene las capacidades técnicas y de diálogo para acercar posiciones. Si el reemplazo es una persona intransigente, no vamos a tener acuerdo en pensiones”, advierte a este periódico.
El Gobierno todavía no informa sobre el sucesor o sucesora de Larraín. Hasta ahora, quedó en su cargo en carácter de subrogante, la jefa de Gabinete del economista, Consuelo Maldonado, funcionaria de plantilla que llegó a la Subsecretaría en el primer Gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014).