Gabriel Boric pide que la confianza se imponga al derrotismo tras un inicio de mandato adverso en Chile
El presidente apela a sus mejores momentos en su primer discurso ante la Nación
En un discurso ante el Congreso en la ciudad de Valparaíso, a unos 120 kilómetros de Santiago de Chile, el presidente chileno, Gabriel Boric, ha ofrecido este miércoles su primer mensaje a la Nación, como lo hacen los mandatarios en esta fecha, una vez al año. En una intervención larga, de dos horas y 20 minutos, Boric ha reiterado la hoja de ruta que lo llevó a ganar la elección presidencial y dibujado su idea de desarrollo para Chile, ...
En un discurso ante el Congreso en la ciudad de Valparaíso, a unos 120 kilómetros de Santiago de Chile, el presidente chileno, Gabriel Boric, ha ofrecido este miércoles su primer mensaje a la Nación, como lo hacen los mandatarios en esta fecha, una vez al año. En una intervención larga, de dos horas y 20 minutos, Boric ha reiterado la hoja de ruta que lo llevó a ganar la elección presidencial y dibujado su idea de desarrollo para Chile, a menos de tres meses de llegar a La Moneda el pasado 11 de marzo.
Con un aterrizaje adverso marcado por una caída fuerte de popularidad, una crisis de seguridad pública y una inflación a la que el país no está acostumbrado –con dos dígitos en su variación interanual–, Boric ha intentado reencontrarse con sus mejores momentos de candidato en un discurso donde buscó un cambio de ánimo político, con la convocatoria a sectores diversos y un llamamiento a “que la esperanza y la confianza en el porvenir compartido se impongan por sobre el derrotismo y la sospecha”.
Fue una intervención donde, nuevamente, Boric mostró su talento de orador y su facilidad para comunicar. En una ceremonia donde el presidente llegó sin corbata, fiel a su estilo, hizo diferentes menciones a sus predecesores y a la historia. A diferencia de lo que ha sucedido con su propia generación política, acusada de soberbia y de desconocer los logros del pasado reciente en Chile, Boric en su mensaje hizo un llamamiento a “pensar en las dificultades que enfrentaron” los que gobernaron antes y los sucesivos intentos que a lo largo de dos siglos Chile ha realizado en la búsqueda del desarrollo.
El presidente, en esa línea, hizo un reconocimiento a la política económica de responsabilidad fiscal de los últimos 30 años y se refirió a las críticas realizadas desde su sector al Gobierno anterior por su manejo de la pandemia. “Reconozco también la labor, dedicación y aprendizajes de las autoridades del Ministerio de Salud del Gobierno de mi predecesor, Sebastián Piñera”, dijo Boric, que explicó que las críticas siempre fueron realizadas desde “la buena fe”.
En su intervención se ha referido a prácticamente todos los temas que aquejan a la sociedad chilena, de los más diversos ámbitos. Anunció una ley para avanzar hacia la prohibición total de tenencia de armas, otra para que Chile tenga una política nacional de educación sexual integral o un plan nacional de búsqueda de los cuerpos de detenidos desaparecidos. Aseguró que se finalizará con el sistema de créditos con la banca avalados por el Estado para la educación superior –”no más deudas para estudiar”–, ratificó que se impulsará el proyecto de ley que reduce la jornada laboral a 40 horas y anunció una pensión garantizada para los mayores de 65 años. Reiteró, a su vez, el compromiso en materia de equidad de género del primer Gobierno chileno que se declara feminista.
Reforma tributaria
Pero aunque buena parte de su hoja de ruta no se tradujo necesariamente en el anuncio de nuevas políticas públicas –diferentes a las ya informadas, sobre todo en materia de ayudas inmediatas ante la inflación o la seguridad–, se refirió a las dos principales transformaciones que pretende realizar en este período, hasta 2026. Mientras aseguró que en agosto enviará el Congreso un proyecto de ley que reforme el sistema previsional, Boric dijo que este mes de junio se presentará al país la propuesta de reforma tributaria, que “se enmarcará en un nuevo pacto fiscal para Chile” y que buscará generar mayores recursos para cumplir con los compromisos con el país.
“Un país que está fracturado socialmente no puede crecer, por lo que una distribución más justa de la renta es condición necesaria para que retomemos el camino del desarrollo. Por ello hoy los quiero invitar a que juntos, trabajadores, empresarios, Congreso y Gobierno, avancemos hacia un gran pacto tributario y productivo que permita llevarnos al camino de un crecimiento justo, inclusivo y sustentable”, aseguró Boric, que ha marcado una diferencia y, en esta primera intervención ante el Congreso pleno, ha convocado directamente a los empresarios.
“Tengo la convicción de que es posible volver a encontrarnos, para juntos sanar las heridas que nos dividen y fracturan. Para darle estabilidad al camino de los grandes cambios, debemos hacerlo con la participación de todos y todas. Quiero ser enfático, sin exclusiones. Y en esto, la participación de trabajadores y empresarios es fundamental”, aseguró el presidente de izquierdas, cuyo Gobierno no invitó a los empresarios a su toma de posesión en marzo.
En materia de orden y seguridad, la principal preocupación actual de la ciudadanía, de acuerdo a diferentes encuestas, Boric aseguró que está “decidido a hacer respetar la ley, y que los ciudadanos y trabajadores puedan volver a caminar tranquilos por sus ciudades y transitar en paz por sus campos y caminos”, mientras hizo mención a su decisión de decretar un Estado de excepción “acotado” en La Araucanía y regiones aledañas, una zona de reclamo mapuche donde se vive una creciente violencia. El presidente, que ha tenido fuertes diferencias en su propia coalición por la utilización de militares para controlar el conflicto, se justificó: “Estoy consciente que esta medida no resuelve el problema de fondo, el cual estamos abordando mediante una política integral de compra de tierras y reconocimiento antes detallada, pero como presidente de la República tengo el deber de utilizar todas las herramientas jurídicas para garantizar la seguridad de la población”.
Boric habló de un país “fracturado”, lo que quedó en evidencia en el estallido de octubre de 2019, pero aseguró que “en este momento histórico nos enfrentamos a la gran tarea de consolidar e institucionalizar los cambios que la ciudadanía reclama y hacerlos en paz, con estabilidad y entre todos”, sin que nadie quede afuera.
Fue un discurso convocante en el que, curiosamente, no hizo mención a las dos coaliciones que lo respaldan y evitó hacer un llamamiento explícito a aprobar el texto constituyente en el plebiscito del septiembre, donde su Administración se juega buena parte de su éxito. “Ambas opciones son legítimas [aprobarlo o rechazarlo] y el Gobierno tiene el deber de garantizar que la ciudadanía se manifieste libremente en las urnas de manera informada”, manifestó Boric con respecto al proceso de mayor relevancia política que lleva adelante el país.
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