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Milei defiende el ajuste fiscal, pero promete concesiones: “Lo peor ya pasó”

Después de la amplia derrota electoral en Buenos Aires y a seis semanas de los comicios nacionales, el presidente ultra modera su discurso al presentar el proyecto de presupuesto para 2026

En el momento más incierto de su Gobierno, debilitado en lo político y jaqueado en lo económico, Javier Milei presentó este lunes su proyecto de presupuesto para 2026. Con un discurso que leyó en apenas 15 minutos y se transmitió por cadena nacional, el presidente ultra de Argentina ofreció una imagen muy distinta a la que solía, sin exabruptos ni vivas a “la libertad, carajo”. Por un lado, ...

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En el momento más incierto de su Gobierno, debilitado en lo político y jaqueado en lo económico, Javier Milei presentó este lunes su proyecto de presupuesto para 2026. Con un discurso que leyó en apenas 15 minutos y se transmitió por cadena nacional, el presidente ultra de Argentina ofreció una imagen muy distinta a la que solía, sin exabruptos ni vivas a “la libertad, carajo”. Por un lado, repitió que “el equilibrio fiscal es la piedra angular” de su Gobierno y “un principio no negociable”. Pero, a la vez, abogó por alcanzar consensos con gobernadores provinciales y legisladores, a los que antes calificaba como “ratas” o exponentes de “la casta”. Y aseguró que habrá mejoras por encima de la inflación para los fondos destinados a educación y universidades, salud, pensiones jubilatorias y atención a la discapacidad, las áreas en que los recortes aplicados por su motosierra generan mayor rechazo social y donde el Congreso los está revirtiendo. “Lo peor ya pasó”, prometió Milei, en busca de sostener en las elecciones legislativas de octubre los apoyos que lo llevaron a la Casa Rosada.

El giro discursivo del presidente se concretó una semana después de la amplia derrota que sufrió su partido, La Libertad Avanza, en los comicios legislativos de la provincia de Buenos Aires, donde el peronismo lo superó por más de 13 puntos. Desde ese día, Milei intenta encontrar la manera de ratificar el rumbo de su gestión —“está fijado en piedra”, reiteró— y exhibir algún cambio para volver a seducir a los desencantados.

En el mensaje grabado este lunes, Milei insistió en que “el orden fiscal y el superávit” constituyen “el único camino” hacia la prosperidad de Argentina y “la solución definitiva” a los problemas que aquejan al país. Si bien no dio precisiones sobre el volumen de erogaciones previsto en su proyecto de presupuesto para 2026, dijo que será “el menor nivel de gasto a nivel nacional en relación al PIB de los últimos 30 años”.

Desde su asunción en diciembre de 2023, Milei gobierna sin ley de presupuesto, con la mera prórroga de la última norma aprobada bajo la administración anterior –la que encabezó el peronista Alberto Fernández–. Es, desde 1992, la primera vez que el país es gestionado durante dos años consecutivos sin un presupuesto. La ausencia de una ley actualizada, en un período en que la inflación acumulada superó el 220%, le ha permitido al Ejecutivo ir asignando o retaceando recursos mediante sucesivos decretos o resoluciones, sin acuerdo parlamentario.

De hecho, en los últimos meses, y hasta la semana pasada, Milei vetó diversas leyes aprobadas por el Congreso para asignar más fondos a los jubilados, las universidades, los discapacitados, la salud pediátrica y los Estados provinciales. Pese a que fueron normas que cosecharon respaldo de toda la oposición, el presidente ultra siempre argumentó que eran ataques del peronismo contra el corazón de su modelo, el déficit cero. Ahora, en cambio, anunció que en 2026 el “85% del presupuesto será destinado a educación, salud y jubilaciones”. Afirmó que los fondos para las pensiones de jubilados aumentarán un 5% real por encima de una inflación proyectada que no detalló. En los mismos términos, dijo que habrá aumentos del 17% en salud, 8% en educación y 5% en atención a la discapacidad.

A las universidades, aseguró Milei, les asignará 4,8 billones de pesos (unos 3.276 millones de dólares). El Consejo Interuniversitario Nacional, donde se agrupan las casas de estudios públicas, respondió que ese monto “queda muy lejos de los 7,3 billones necesarios para que pueda funcionar normalmente el sistema” y que el proyecto de Milei “consolida la pérdida y profundiza el ajuste sobre el sistema universitario y científico”. Este miércoles, está prevista una protesta nacional de estudiantes, docentes, médicos y otros sectores, en defensa de las leyes vetadas por el presidente. La oposición intentará ratificar esas normas en el Congreso.

En otro tramo de su exposición, Milei apostó a congraciarse con los gobernadores. La mayoría de ellos exige para sus distritos la restitución de fondos recortados por la Nación y ha tomado distancia del Ejecutivo, convirtiendo al Congreso en un campo minado para los intereses de la ultraderecha. Tras el fracaso electoral en Buenos Aires, el presidente publicitó la creación de un espacio de discusión política con los mandatarios provinciales y restauró el Ministerio del Interior que había abolido el año pasado —este lunes asumió en esa cartera Lisandro Catalán—. Este lunes, Milei dijo que el presupuesto de 2026 incluirá fondos para un “régimen de extinción de obligaciones recíprocas”, con el propósito de “seguir recomponiendo la relación entre el Estado nacional y las provincias”.

La última parte del discurso presidencial fue la más inusual para el estilo de Milei. “Roma no se construyó en un día”, dijo. Habló de la “necesidad de tiempo” para que sus planes den resultado y remarcó que “las reformas de fondo” para el país requieren “consensos”: “Estoy seguro de que trabajando codo a codo con los gobernadores, diputados y senadores que quieren una Argentina distinta, vamos a lograrlo”, leyó, sin énfasis.

Poco antes, había destacado como “grandes logros” de su Gobierno “la baja sostenida de la inflación, la baja de la pobreza, la baja de los impuestos y la salida del cepo”. Pero había admitido que quizá “muchos aún no lo perciban en su realidad material”. Fue entonces cuando remedó una frase pronunciada en 2018 por el expresidente Mauricio Macri, hoy su aliado: “Podemos afirmar, como hemos hecho en tantas otras veces y pese a las turbulencias coyunturales, que lo peor ya pasó”. En un contexto desfavorable, con el peso devaluándose sin pausa en las últimas semanas y los bonos argentinos en caída, con la actividad económica frenada y bajo amenaza de recesión, el pedido a sus votantes quedó claro. El 26 de octubre se sabrá si fue suficiente.

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