Milei pone condiciones a las vacaciones de verano de sus ministros

El presidente argentino pide a los miembros de su Gabinete que sean “razonables” y “austeros” y eviten destinos como Miami, Nueva York o Punta del Este

Javier Milei y los integrantes de su gabinete, en Buenos Aires el 10 de diciembre de 2024.Presidencia de Argentina (EFE)

Ni Nueva York, Miami o Punta del Este. Y, en lo posible, que no haya fotos. Javier Milei ordenó a sus ministros y altos funcionarios de la Administración que las vacaciones de este verano austral deben ser “razonables” y “austeras”. La idea del ultraderechista es que nadie se salga del guion: en Argentina “no hay plata” y el Gobierno debe diferenciarse de “la casta”, una movediza categoría en la que entra todo lo que huela a política tradicional. La orden, sin embargo, ya chocó con la realidad. Al menos dos ministros, de los más cercanos al presidente, adelantaron que pidieron “permiso” para salir del país y ya fueron autorizados. En la Argentina de Milei, las vacaciones son una cuestión de Estado.

Cada Gobierno tiene su perfil vacacional. En los años noventa, el gabinete de Carlos Menem compartía carpas en las playas de Pinamar, un balneario ubicado a 350 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires. La concentración de políticos solo se comparaba con la de empresarios ricos, que aprovechaban el verano para todo tipo de acuerdos. Con la llegada de Néstor y Cristina Kirchner en 2003, el poder se trasladó a El Calafate, una pequeña localidad patagónica a casi 3.000 kilómetros de la capital que servía de morada de descanso para el matrimonio presidencial. Mauricio Macri (2015-2019) también eligió la Patagonia, pero al pie de los Andes, en Villa La Angostura, donde aún tiene una lujosa casa en un barrio privado.

El descanso de los políticos empezó a ser tema de discusión pública, sobre todo, después de la pandemia. Los ministros del peronista Alberto Fernández solían tomarse vacaciones a sitios variados, sin demasiado control. Cuando la crisis económica arreciaba, se volvieron habituales los videos en redes sociales de altos funcionarios siendo insultados por argentinos que los reconocían en el exterior. Escenas semejantes quiere evitar Milei, obsesionado por mantener su perfil de outsider de la clase política.

Milei no se irá de vacaciones, pese a las recomendaciones que le llegan desde círculo íntimo. Y recomendó a su equipo que, en lo posible, no se ausente más de dos semanas, con algunas restricciones. “Pidió que los ministros sean razonables con las vacaciones que se toman y que tengan sentido con lo que uno venía haciendo en su vida anterior”, dijo el lunes en una entrevista el vocero de Milei, Manuel Adorni. La encargada de pasar el mensaje fue la hermana del presidente, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia. En la lista de destinos vetados, que se usaron “como ejemplo”, dijo Adorni, están Nueva York, Miami y Punta del Este, sitios predilectos de los argentinos de altos ingresos. El pedido provocó ya algunos problemas entre los integrantes del Gabinete, el primero a Adorni. El vocero asegura que lleva más de 10 años veraneando en Miami y que no tiene pensado decirles a sus hijos pequeños que este año deberán quedarse en casa. “Todo el mundo sabe dónde yo me iba de vacaciones en años anteriores y no voy a modificar mucho de lo que venía haciendo”, advirtió.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, pasará los primeros días de enero en Disney. Este martes, dijo que le pidió permiso primero a Karina Milei y luego al presidente. “Hablé con Karina, le dije que tenía un compromiso de honor con mis nietos, que los chicos vienen ahorrando plata para ir a Disney. Y bueno... la verdad que me dijeron que sí, que ellos cumplen estas promesas que son sagradas”, contó la ministra, llegada al Gabinete tras ser la candidata presidencial de Mauricio Macri en las últimas elecciones.

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