La Argentina de los Lioneles acelera el paso en busca del triplete de trofeos
La Albiceleste juega este jueves frente a Ecuador en los cuartos de final intentado sumar dos copas América y un Mundial, un récord sin precedentes en América
En la versión más ganadora de su historia, Argentina le inyecta fútbol a una Copa América que, en estadios de fútbol americano y campos de juego con medidas al filo del reglamento, huele a soccer. Este jueves ante Ecuador en Houston, en la apertura de los cuartos de final del torneo en Estados Unidos, la selección de los Lioneles -...
En la versión más ganadora de su historia, Argentina le inyecta fútbol a una Copa América que, en estadios de fútbol americano y campos de juego con medidas al filo del reglamento, huele a soccer. Este jueves ante Ecuador en Houston, en la apertura de los cuartos de final del torneo en Estados Unidos, la selección de los Lioneles -Messi y Scaloni- se largará a la caza final de una aventura tan inalcanzable que solo fue conseguida por España entre 2008 y 2012: la conquista consecutiva de tres títulos, dos continentales y uno mundial. El 10 argentino tardó tanto en conseguir con su selección los títulos que multiplicaba en el Barcelona que ahora su voracidad está pintada de celeste y blanca.
Si aquella España ganó las Eurocopas Austria-Suiza 2008 y Polonia-Ucrania 2012, con el Mundial Sudáfrica 2010 en el medio, la actual Argentina ya se aseguró dos estrellas, la Copa América Brasil 2021 y el Mundial Qatar 2022. Para terminar su trilogía en la actual Copa 2024 le faltan tres partidos, en dos de los cuales es amplio favorito, no solo este jueves ante Ecuador sino también en un hipotético cruce de semifinales contra el ganador de Canadá y Venezuela, la revelación del torneo.
La Conmebol pareció allanar el camino de los vigentes campeones del mundo –y del continente- con un fixture que le evita cruzarse hasta la final no solo con Brasil, sino también con Uruguay y Colombia, las dos selecciones que desde hace varios meses parecen un paso arriba de los pentacampeones del mundo. Pero, peculiaridades de la Conmebol aparte y a la espera de esos rivales de mayor peso, Argentina demostró en sus tres primeros partidos en Estados Unidos que todavía tiene los colmillos afilados.
Sus tres triunfos en serie, 2-0 ante Canadá, 1-0 sobre Chile y 2-0 ante Perú, tuvieron además un valor agregado: Emiliano Dibu Martínez mantuvo su arco invicto, sin goles en contra. Son números que repiten un patrón de hambre deportiva y de seriedad grupal: tras la épica final de Qatar 2022 ante Francia, la selección de Scaloni ganó 16 de los 17 partidos que jugó. Es cierto que algunos fueron amistosos o recaudatorios cuyos resultados no deberían ser más que un asterisco o una nota al pie, pero en el medio hubo duelos bravos, como el triunfo 1-0 ante Brasil en el Maracaná por las eliminatorias al Mundial 2026, lideradas también por Argentina al cabo de seis fechas.
Ya con 37 años, Messi afronta un torneo sin cuentas pendientes por primera vez desde que empezó a jugar en su selección. El título en Qatar 2022 barrió con todos los cuestionamientos que aún recibía en su país. Sin presiones, la actual Copa América también puede servirle de medida al 10 para que empiece a definir si jugará o no el Mundial 2026, una decisión también trascendente para la FIFA y su maquinaria económica: el fútbol masculino sin Messi en Estados Unidos se parecería a un deporte inconcluso, acéfalo.
Su plácido exilio en el Inter Miami, sin embargo, despierta algunas dudas sobre su condición física para la alta competencia contra defensores que, en más de un caso, regresan a su selección tras haber participado en la temporada europea de clubes. Messi se lesionó en la primera jugada del segundo partido de Argentina en la Copa, ante Chile, y debió quedarse en el banco de suplentes en el encuentro siguiente, contra Perú. Se da por descontado que regresará frente a Ecuador, pero no queda claro en qué estado quedó su zona lesionada, el aductor de la pierna derecha.
Mientras Ángel Di María juega sus últimos partidos –anunció que dejará la selección tras la Copa-, Argentina aprovecha para darle rodaje a sus cartas del futuro, las que deberán hacerse cargo de la vida sin Messi: ante Perú sumaron minutos Alejandro Garnacho (del Manchester United, nacido en Madrid pero de madre argentina) y Valentín Carboni (del Inter de Italia, cedido en la última temporada al Monza, y definido por Messi como “presente y futuro”). Los goles, eso sí, son de Lautaro Martínez, el delantero del Inter de Italia que anotó cuatro de los cinco de Argentina y por ahora es el máximo anotador de la Copa.
Las tres selecciones albicelestes que ganaron un Mundial tuvieron su cuota de importancia: elegir una sobre otra suena injusto. La primera, la de Argentina 1978, dirigida por César Luis Menotti, abrió el camino y le dio un marco de trabajo en el que se apoyaron los dos títulos siguientes. La segunda, la de México 1986, canonizó a Diego Maradona a la altura de un héroe de la patria. Y la tercera, la de Qatar 2022, le dio a Messi el premio final que su carrera merecía. De las tres, sin embargo, la única selección que inició su ritmo ganador antes del Mundial y lo mantuvo después fue la de los Lioneles, que por ahora recurrió más al oficio que al brillo para iniciar su camino en Estados Unidos en búsqueda de más historia, acaso la definitiva.
Los favoritos, es cierto, pocas veces ganan en el fútbol. Y aunque Brasil, Colombia y Uruguay deban eliminarse previamente entre sí, en una hipotética final serían rivales de un nivel contra el que la Albiceleste aún no se midió. En todo caso, Argentina y Messi van por sus obras completas: la trilogía final.