Milei viaja por cuarta vez a Estados Unidos para reunirse con empresarios de Silicon Valley
El presidente argentino permanecerá cuatro días en San Francisco y después hará escala en El Salvador para asistir a la toma de posesión de Nayib Bukele
Javier Milei viaja más al exterior que dentro de las fronteras de Argentina. El lunes por la noche partió en el avión presidencial hacia San Francisco acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo, en busca de nuevas inversiones. Se trata del cuarto viaje a Estados Unidos de Milei como presidente argentino y el séptimo fuera del país latinoamericano. Como en sus anteriores visitas a territorio estadounidense, la agenda no incluye...
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Javier Milei viaja más al exterior que dentro de las fronteras de Argentina. El lunes por la noche partió en el avión presidencial hacia San Francisco acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo, en busca de nuevas inversiones. Se trata del cuarto viaje a Estados Unidos de Milei como presidente argentino y el séptimo fuera del país latinoamericano. Como en sus anteriores visitas a territorio estadounidense, la agenda no incluye ninguna reunión bilateral con las autoridades locales, sino exposiciones públicas y reuniones con empresarios y referentes académicos. La guinda del postre será el encuentro con el CEO de Meta, el multimillonario Mark Zuckerberg, prevista para el jueves. Al día siguiente dejará el país para viajar hacia El Salvador, donde Milei es uno de los jefes de Estado confirmados para la ceremonia de toma de posesión de Nayib Bukele.
La Presidencia argentina informó este lunes de que Milei aterrizará el martes por la mañana en San Francisco y tendrá su primera reunión por la tarde con el CEO de Open AI, Sam Altman. En los días siguientes celebrará encuentros con empresarios, inversores y dueños de start ups vinculados a la Inteligencia Artificial y se reunirá con dos de los gigantes de Silicon Valley: el jefe de Google, Sundar Pichai, y el director ejecutivo de Apple, Timothy Cook.
Milei quiere proponer a Argentina como polo de inteligencia artificial. El país latinoamericano es líder regional hoy en economía del conocimiento, con más de una decena de unicornios tecnológicos. A los veteranos Globant, Mercado Libre, Despegar y Olx se les sumaron hace poco otros como Auth0, Aleph, Vercel, Mural, Bitfarms, Ualá, Tiendanube y Satellogic.
El líder ultraderechista argentino combinará las reuniones con empresarios con presentaciones académicas vinculadas a la economía, su ámbito de estudio. Una de ellas será en la Institución Hoover, un think tank conservador dentro de la Universidad de Stanford dirigido por la exsecretaria de Estado republicana Condolezza Rice. La segunda conferencia de Milei se celebrará el jueves durante la Cumbre del Pacífico organizada por el Bay Area Council.
De repetir el guión, Milei se presentará ante los oyentes como el máximo defensor de la libertad mundial y venderá que Argentina tiene todas las condiciones para ser “la nueva meca de Occidente”. Pero sus logros económicos están cada vez más cuestionados: la motosierra que aplicó al gasto público para consiguir el primer superávit fiscal trimestral en más de una década no es sostenible en el tiempo y el ritmo de la inflación ha descendido—aunque está en el 289% interanual— a costa de derrumbar la actividad económica y aumentar el desempleo y la pobreza.
Inversiones escasas
Los viajes de Milei al exterior han respondido hasta ahora más a intereses partidarios y de negocios que a una agenda oficial, pero los líderes empresariales han sido tan generosos en halagos como cautos en inversiones. La falta de credibilidad de Argentina tras los numerosos impagos y cambios de reglas influye en la indecisión de los empresarios, pero es clave también la dificultad que ha encontrado Milei para aprobar la estructura legal con la que busca atraer grandes proyectos en energía y minería.
En vez de presentar un conjunto de proyectos de reformas normativas al Congreso, como sus predecesores, Milei insiste desde diciembre en incluirlos todos en uno, el denominado Ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos. Entre los más de 250 artículos de esa iniciativa, está la delegación de facultades legislativas por un año y la autorización para que el Gobierno privatice empresas estatales, cierre organismos públicos y ponga en marcha un régimen de inversión para grandes empresas que les da ingentes beneficios por 30 años de los que quedarán excluidas las pymes. El proyecto obtuvo el visto bueno de la Cámara de Diputados, pero el Gobierno pelea desde hace semanas por reunir los votos necesarios para la aprobación en el Senado. Es una batalla difícil: el partido oficialista, La Libertad Avanza, tiene sólo siete de las 72 bancas; su principal aliado, el Pro fundado por el expresidente Mauricio Macri, otras seis. La oposición dialoguista exige cambios que, de aceptarse, obligarían a devolver la ley a la Cámara de Diputados.
La pelea legislativa es ajena a Milei, sólo interesado por el rumbo económico de Argentina y la difusión mundial de su batalla cultural contra la izquierda. Milei retiene una popularidad cercana al 50%, pero los argentinos comienzan a dar muestras de hastío ante la agenda monotemática del presidente. Siete de cada diez creen que el ajuste no lo está pagando la casta, tal y como prometió el presidente en campaña, y sólo al 42% le parece relevante para el país que Milei apoye a Estados Unidos e Israel, según la última encuesta de Zuban Córdoba. El precio de los alimentos en los supermercados ha dejado de escalar a toda velocidad, pero la mejora en el bolsillo no se siente porque se ha disparado todo lo demás: el transporte, la luz, el agua y el gas.
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