Alberto Fernández y Cristina Kirchner dejan solo al peronismo ante el desafío de las PASO
El ministro y precandidato Sergio Massa se pone al hombro la campaña electoral en Argentina sin el apoyo del presidente y su vice
El precandidato peronista y ministro de Economía argentino, Sergio Massa, se ubicó el martes frente a la cámara de televisión y respondió a la primera pregunta del periodista sobre cómo estaba. Había visitado por la mañana una fábrica de electrodomésticos en la ciudad de Rosario, a 300 kilómetros de Buenos Aires; por la tarde participó de un acto multitudinario con una central sindical en el conurbano bonaerense; después pasó por el cierre de campaña de un compañero de su e...
El precandidato peronista y ministro de Economía argentino, Sergio Massa, se ubicó el martes frente a la cámara de televisión y respondió a la primera pregunta del periodista sobre cómo estaba. Había visitado por la mañana una fábrica de electrodomésticos en la ciudad de Rosario, a 300 kilómetros de Buenos Aires; por la tarde participó de un acto multitudinario con una central sindical en el conurbano bonaerense; después pasó por el cierre de campaña de un compañero de su espacio. “Bien, un poco cansado”, dijo al periodista pasada la medianoche. Desde que fue designado precandidato, y sobre todo en la última semana, la campaña del peronismo ha recaído sobre él. El presidente, Alberto Fernández, y la vicepresidenta, Cristina Kirchner, se han acomodado fuera de escena en la recta final antes de las primarias de este domingo.
Los dos principales referentes del oficialismo han estado esta semana sumidos en sus propias agendas. Alberto Fernández lo expresó en una entrevista radial: “Con mucho esfuerzo, estoy tratando de mantenerme al margen de la campaña porque no debo ser yo el que hace campaña, son los candidatos”. Ese día, dijo que aún no sabía dónde esperaría los resultados de las elecciones primarias, a las que la coalición peronista Unión por la Patria lleva dos precandidatos: Massa, que fue designado de forma sorpresiva en junio, y el dirigente social Juan Grabois, que se presentó después de que las precandidaturas del ministro Eduardo de Pedro y del embajador Daniel Scioli cayeran en favor de la de Massa.
La noche previa a que Massa hiciera su recorrido por fábricas, escenarios y platós, Fernández había estado respondiendo preguntas por redes sociales. Cuando todavía faltan cuatro meses para que termine su mandato, con una imagen negativa muy elevada, el presidente se dedicó a contestar desde el jardín de la residencia oficial, acompañado por su Dylan a las preguntas de los ciudadanos. “¿Por qué seguiste dando clases en la UBA [Universidad de Buenos Aires]?”, “¿cómo anda Dylan?” o “¿tres razones para votar a Massa?”. “Laura, te puedo dar muchas más que tres razones”, comenzó su respuesta. Fernández repasó el currículum del ministro hasta que llegó a 2022: “Un día, se complicó la situación económica y tuve que recurrir a él”.
Massa, que nunca ocultó sus aspiraciones presidenciales –se presentó en 2015 con su propio partido, el Frente Renovador, y fracasó–, asumió como ministro de Economía en 2022. Acababa de renunciar Martín Guzmán, artífice de un acuerdo entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que había fracturado a la alianza de Gobierno. En junio, fue elegido precandidato en un giro que sorprendió. Fernández ya tenía a su candidato, el embajador de Argentina en Brasil, Daniel Scioli, y Kirchner respaldaba al ministro del Interior, Eduardo de Pedro. La interna se iba a jugar entre ellos dos. Pero entonces, Unión por la Patria informó en redes sociales “una lista de unidad”: “Nuestro candidato a presidente será Sergio Massa”.
La precandidatura de Massa se anunció después de que el ministro de Economía y la vicepresidenta se reunieran un viernes a puertas cerradas. Enfrentados por años, mostraban unidad. Desde entonces, Cristina Kirchner ha participado en tres actos junto al aspirante a presidente. El primero fue dos días después del cierre de listas electorales, durante la repatriación de un avión que se usó para los vuelos de la muerte de la dictadura; el segundo ocurrió el 9 de julio, para la inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner; el tercero fue hace tres semanas, en la conmemoración de los 15 años de la reestatización de Aerolíneas Argentinas, la compañía aérea de bandera.
Desde entonces, Kirchner no se ha vuelto a mostrar públicamente con Massa. Esta semana, su aparición más sonada ocurrió en las redes sociales, en donde se enfrentó con el expresidente Mauricio Macri, referente de Juntos por el Cambio, la principal alianza opositora del país. La vicepresidenta respondió a las declaraciones que el exmandatario hizo en una entrevista televisiva sobre el FMI, al que responsabilizó de propiciar “todo este desastre” en el país. “Lo trajiste vos, papi. Hacete cargo de algo alguna vez en tu vida. ¡Por Dios!”, escribió Kirchner. Después, en otro mensaje, lo acusó de “mafioso”. Macri le respondió que “debería ser más seria y no tan chabacana” (ordinaria).
Kirchner, decían en su entorno, no iba a participar este jueves en el cierre de campaña de Massa en la ciudad de La Plata para viajar a Río Gallegos, en el sur de Argentina, y votar el domingo. De Fernández, tampoco se sabía si acudiría. El acto finalmente se suspendió, como el del resto de los principales precandidatos, por la muerte violenta de una niña de 11 años, que falleció después de que dos ladrones la asaltaran y golpearan cuando se dirigía a la escuela. Massa compartió un mensaje de la cuenta oficial de Unidos por la Patria y continuó con su agenda en la duplicidad de ser ministro y precandidato antes de que inicie la veda, este viernes.
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