La oposición y la comunidad internacional mantienen el pulso a Maduro, que pretende dar por amortizado a Edmundo González

El fiscal venezolano anuncia que las causas del opositor serán archivadas después de su exilio, un movimiento con el que el chavismo pretende zanjar la controversia sobre su victoria electoral

El mandatario venezolano, Nicolás Maduro.Jesus Vargas (Getty Images)

El chavismo quiere dar por amortizado a Edmundo González Urrutia con su exilio a España, pero ni la oposición ni la comunidad internacional dan su brazo a torcer. Sin la presencia en Venezuela del candidato que casi con toda probabilidad ganó las elecciones presidenciales del 28 de julio, Nicolás Maduro siente que tiene el camino despejado, o al menos eso quiere hacer ver en público. “Comprendo el paso al lado que ha dado el embajador González Urrutia y lo respeto, como cuando Biden lo hizo [en referencia al presidente de EE UU, que renunció a ser el candidato demócrata a las elecciones tras las dudas sobre sus capacidades para el cargo]”, dijo Maduro en su programa de televisión. Era su primera aparición pública desde que se conociera que su principal obstáculo para enfundarse la banda presidencial el 10 de enero, Edmundo González, había decidido refugiarse en Madrid, después de casi dos semanas de persecución y hostigamiento por parte del propio presidente de Venezuela y sus colaboradores más cercanos.

La marcha de Edmundo González obliga a la oposición a recomponer el tablero. La líder y estratega del cambio, María Corina Machado, había previsto casi todo lo que ha ocurrido después de las elecciones. Vislumbraba un escenario en el que el chavismo no iba a reconocer su derrota e iba a utilizar la autoridad electoral y la justicia bajo su control para proclamarse ganador. Sin embargo, estaba convencida de que la comunidad internacional, ante la evidencia, iba a presionar a Maduro para que admitiese los resultados que daban ganadora a la oposición. Eso ha ocurrido. Ese camino difícil, sin embargo, debía transitarse con ella y Edmundo González de la mano. Ella como guía, él como símbolo y vehículo de la transición. Había que resistir, explicaban en sus comandas de campaña, estos meses de envite y enroque chavista y llegar a enero con un escenario en el que el cambio fuese una probabilidad real.

González Urrutia, de 75 años, ha sido acosado y amedrentado desde que fue elegido candidato de consenso por la oposición y todo se redobló a las pocas horas de cerrar las urnas, cuando empezaron a llegar los datos oficiales al Consejo Nacional Electoral (CNE), en Caracas, y se empezó a demostrar que las encuestas que otorgaban una ventaja importante a la oposición estaban en lo cierto. Varias semanas después, la amenaza de que pasase el resto de la vida en una prisión era más que real. Y ahora jugará su papel desde el exilio en España. Machado y el resto de opositores han tratado estos días de que este nuevo contexto no haga decaer el ánimo y la política venezolana vuelva a esa normalidad paralizante que impone el chavismo en los periodos sin grandes novedades políticas.

Para Maduro, ese tiempo está a punto de instalarse. “Hemos jugado limpio y hemos ganado. Ha ganado la paz del país y por eso estamos tranquilos”, dijo en el programa de televisión, mientras pedía a los realizadores que le dieran a probar un dulce de guayaba. “La oposición no tiene liderazgo”, añadió. “El lector opositor se siente defraudado porque esta señora [Machado, a la que nunca nombra por su nombre] va por el fascismo y las sanciones. La oposición tiene que reorientarse y reorganizarse para que crean en el camino electoral y democrático. Si no, sencillamente pasarán al olvido de la historia”.

Horas antes, el fiscal general, Tarek William Saab, había anunciado que la causa contra Edmundo González será cerrada después de su exilio. Saab, cercano a Maduro, chavista desde los tiempos en los que estuvo preso Hugo Chávez por el golpe de Estado frustrado, ha liderado la persecución contra González, al que le imputó cinco delitos poco creíbles. El último arreón fue dictar una orden de busca y captura en su contra, cuando el opositor ya se encontraba resguardado en la embajada de Países Bajos en Caracas y estaba a punto de mudarse a la de España, país que le ha asegurado que le concede el asilo.

Maduro, claramente, quiere dar por zanjado el asunto y posesionarse en enero por otros seis años. Sin embargo, la comunidad internacional no tiene la intención de que esto quede así. “Sigue todo en pie, negociamos en las mismas condiciones”, dicen en el entorno del presidente colombiano, Gustavo Petro. La estrategia con Brasil y México debe replantearse por la salida de González, cuentan, pero eso no quiere decir que vaya a quedar enterrada. La diplomacia española también ha advertido de que recibir en condición de asilado y después de una negociación al virtual ganador de las elecciones no supone reconocer en ningún momento la victoria del chavismo. Maduro, sin embargo, no quiere darse por enterado, para él toda esta crisis ha llegado hasta aquí. El pulso se mantiene.

Como muestra de ese vigor, Edmundo González ha vuelto a enviar un mensaje a los venezolanos desde Madrid, esta vez a través de su hija Carolina González, que leyó un escrito en la concentración convocada frente al Congreso de Diputados de España. En ese texto, ratifica que continuará en la defensa del triunfo de la oposición en las presidenciales del 28 de julio. “Mi agradecimiento va a todos aquellos que votaron por mí y también a los que no pudieron hacerlo por las artimañas de un Consejo Nacional Electoral que así lo impidió”, dijo en referencia a los millones de venezolanos en el extranjero que se quedaron sin votar por las limitaciones impuestas por las autoridades. “La voluntad del pueblo expresada el 28 de julio tiene que ser respetada y lo haremos respetar. María Corina y yo les aseguramos que esta lucha que iniciamos continuará hasta alcanzar los objetivos que nos pusimos, hasta el final”. El texto agradece al Gobierno de España el cobijo que ha recibido para él y su familia y pide a la comunidad internacional redoblar los esfuerzos “por la restitución de la democracia y la libertad en Venezuela”. En un tono más enérgico a la misiva que difundió el pasado lunes, ha asegurado a los venezolanos que no los defraudará.

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