El último vuelo de Keylor Navas con la selección de Costa Rica
El mayor referente del fútbol costarricense sorprendió con su adiós al combinado nacional después de 16 años y tres copas mundiales
Un rayo en seco cayó este jueves sobre el terreno futbolero de Costa Rica mientras las aficiones de los dos equipos tradicionales discutían sobre la final del torneo local y algunos veían en sus calendarios el próximo inicio de la eliminatoria mundialista y el comienzo de la Copa América en junio. Nadie esperaba que llegara esa noticia y sobre todo nadie la quería, pero Keylor Navas volvió a demostrar que actúa de formas particulares y lanzó la bomba: no volverá a jugar en la selección.
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Un rayo en seco cayó este jueves sobre el terreno futbolero de Costa Rica mientras las aficiones de los dos equipos tradicionales discutían sobre la final del torneo local y algunos veían en sus calendarios el próximo inicio de la eliminatoria mundialista y el comienzo de la Copa América en junio. Nadie esperaba que llegara esa noticia y sobre todo nadie la quería, pero Keylor Navas volvió a demostrar que actúa de formas particulares y lanzó la bomba: no volverá a jugar en la selección.
A sus 37 años y dar explicaciones claras, el ágil arquero decidió poner fin a 16 años de recorrido con la selección nacional costarricense, con la que compitió en las últimas tres copas mundiales, incluida aquella maravillosa página de Brasil 2014 tras la cual dio el salto a la élite mundial con el Real Madrid.
Es la noticia que todos sabían que llegaría, pero jamás era el momento esperado. La edad y las condiciones de Navas parecían permitir muchos planes más para la selección de los ticos. Era el titular aún indiscutible y no sólo por su trayectoria. En la Federación confiaban en él para llegar al Mundial 2026 y enfrentar a Brasil, Colombia y Paraguay en la Copa América de junio. Entre los aficionados y prensa la discusión seguía siendo cuál debía ser el segundo portero, y el tercero o el cuarto, por si en algún momento se lesionaba Navas o se daba el lujo de elegir no jugar.
El portero que aún es ficha del París Saint-Germain seguirá jugando pero sólo con clubes. Su carrera va en descenso, pero viene de muy arriba después de haber tocado la cima al ganar tres Champions League con Real Madrid y poder contar a sus hijos que jugó con Cristiano Ronaldo en Madrid y con Lionel Messi en París. Hace sólo dos semanas Kylian Mbappé lo abrazaba con cariño en la gradería del Parque de los Príncipes dedicándole un gol porque también se va del PSG para buscar nuevo club.
La casa de Navas, sin embargo, ha sido la selección de Costa Rica. Con su escudo voló el 29 de junio de 2014 para detener el tiro desde punto de penal del griego Theofanis Gekas y pasar a semifinales mundialistas. Seguro es la parada más vista por los costarricenses y seguidores que ha ido dejando por los distintos clubes, pero antes y después hay cientos de jugadas salvadoras. Hay videos virales de narradores centroamericanos maldiciendo el momento en Navas aparecía con una mano increíble. Hay tomas de Navas firmando autógrafos de hinchas rivales desesperados. Hay miles de estampas para la historia del portero al que el mote de ‘cóndor’ nunca llegó a marcarlo tanto como su nombre propio: Keylor. Algunos más entusiastas le decían Keylord.
Pero todas esas imágenes ya son parte del pasado. Miles de aficionados costarricenses y argentinos vieron el partido amistoso de ambas selecciones en marzo, en Los Ángeles, sin imaginar que esa sería la última vez en que Keylor defendería el arco de la selección costarricense. Parece una casualidad que la campeona mundial de Catar 2022, aunque sin Messi, hubiera dado la despedida en una fecha FIFA, pero nadie podía preverlo. Aún hace 10 días en la Fedefutbol catalogaban a Keylor como “fundamental” para la eliminatoria mundialista a cargo del seleccionador argentino Gustavo Alfaro.
Por eso la sensación de vacío que quedó con la decisión de Navas, principal referente en la historia del fútbol costarricense y quizás el tico más conocido en el mundo. Ahora empiezan las apuestas por ver quién podrá calzar esos guantes que parecen gigantes para cualquiera. La leyenda está demasiado fresca y nadie estaba preparado para ese adiós, aunque ya había temores. El portero pertenece a una generación de futbolistas que de a pocos se han marchado de la selección o incluso han colgado las botas. Eran sus amigos y su “familia”, como los calificó en el video que grabó para la despedida. Y él, hombre de familia, se sentía extraño.
“Extrañando a todos los compañeros que estaban en la Selección antes, en el ámbito personal es un cambio para uno también estar con otras generaciones”, decía en marzo después de derrotar a Honduras en el repechaje por el último cupo de Copa América. Es la única explicación que se daban el jueves en los programas deportivos, además de la especulación de si está dispuesto a seguir cruzando océanos para jugar con la roja. Su próximo destino de club puede estar en Europa o en Asia, no se sabe, pero todas las distancias pueden parecer demasiadas para el veterano convertido en leyenda que ya no debe demostrar nada a nadie.
A fin de cuentas, Keylor siempre ha actuado con mente fría. Sin medir ni 1,90 metros ni haber crecido en las canteras europeas, Navas hizo de su fuerza mental una fortaleza mayor que la velocidad de sus brazos o la técnica de pies de la que alardeaba en momentos lúdicos con Marcelo o Ramos, entre otros grandes amigos. No era entonces el clamor popular ni la presión del ambiente factores que lo obligarían a seguir en la Sele. Una leyenda se marcha cuando quiere, aunque alguna sensación de abandono en la Federación es innegable, decía una fuente de la Federación.
El comunicado fue escueto, pero generoso: “Describir a Keylor está más allá de números y hazañas. Keylor es el ejemplo de todos los niños que sueñan con volar como un halcón. En la retina de los costarricenses siempre quedarán sus grandes actuaciones y las alegrías que compartimos con un solo corazón, el corazón de la Sele”. Es cierto que miles de niños se hicieron porteros después de 2014 sólo por él. Un entrenador de una escuelita de fútbol en la provincia de Alajuela recordaba este viernes cuando en 2015 en su equipo infantil había nueve porteros y nueve jugadores de campo. Soñaban con ser ese guardameta que con el número 1 en el dorsal oraba de rodillas antes de comenzar el juego, como en la imagen que FIFA publicó este jueves en homenaje a Keylor después de la noticia que nadie en la Costa Rica futbolera quería escuchar.
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