El juicio político contra el responsable de la política migratoria de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, llega al Senado

Los congresistas republicanos han entregado este martes los artículos que detallan los cargos contra el secretario de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden

Un grupo de congresistas republicanos camina hacia el Senado de Estados Unidos para entregar los cargos para el juicio político contra el secretario de Segurida Nacional, Alejandro Mayorkas.MICHAEL REYNOLDS (EFE)

El juicio político contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, el responsable de la política migratoria de la Administración de Joe Biden, ha llegado este martes al Senado de Estados Unidos. En un acto de espectáculo político, una procesión de congresistas republicanos designados por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, ha desfilado por los pasillos del Capitolio para llev...

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El juicio político contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, el responsable de la política migratoria de la Administración de Joe Biden, ha llegado este martes al Senado de Estados Unidos. En un acto de espectáculo político, una procesión de congresistas republicanos designados por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, ha desfilado por los pasillos del Capitolio para llevar a la Cámara Alta y leer allí los artículos que detallan los cargos que la Cámara Baja, de mayoría republicana, presenta contra él. Pero es improbable que el proceso progrese mucho más, dado que el Senado cuenta con mayoría demócrata.

El presidente del comité de Seguridad Nacional, el republicano de Tennessee Mark Green, fue el encargado de leer los cargos contra Mayorkas, acusado de dejación de funciones por aplicar unas políticas migratorias demasiado laxas. Mientras Green hablaba, algunos senadores seguían lo que decía en sus propias copias en papel. Otros miraban al frente. Otros se concentraban en sus teléfonos móviles.

Una vez que se han recibido los cargos, el Senado tiene que programar la celebración del juicio político. Sus cien miembros quedarán constituidos mañana miércoles como jurado. El siguiente paso, ese mismo día, sería el envío de una citación a Mayorkas para que asista al proceso; el acusado no está obligado a comparecer.

A partir de ahí, no se espera que el resto del proceso dure mucho. El líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer, puede intentar rechazar los cargos el mismo miércoles, antes incluso de escuchar los argumentos a favor o en contra. La mayor parte de su grupo parlamentario considera que los cargos de los que se acusa a Mayorkas no constituyen los “graves delitos” que, según la Constitución estadounidenses, deben motivar los los juicios políticos. Schumer ha indicado que quiere ver el asunto “resuelto lo antes posible”. “Los juicios políticos no deberían utilizarse nunca para resolver un desacuerdo político”, insistía el senador neoyorquino. “Eso sentaría un precedente horrible en el Congreso” estadounidense.

Aunque Schumer fracasara en el intento de evitar un impeachment en toda la regla, una vez que se presentaran los argumentos en el juicio político la mayoría demócrata declararía inocente al secretario de Seguridad Nacional y antiguo fiscal.

La Cámara de Representantes aprobó el 14 de febrero, por un solo voto (214 frente a 213), celebrar un juicio político contra Mayorkas por dejación de funciones en su deber de proteger la frontera y violación de la confianza pública depositada en él al hacer declaraciones falsas ante el Congreso. Todos los votos a favor fueron republicanos. En contra se pronunciaron la bancada demócrata al completo y tres legisladores republicanos moderados que se les sumaron.

Era la primera vez en 150 años que los congresistas se pronuncian a favor de abrir un impeachment contra un miembro del Gobierno. Mayorkas niega haber cometido ninguna infracción y argumenta que los problemas en la frontera sur, donde en 2023 se batieron los récords de cruces irregulares desde México hacia Estados Unidos, se deben a un sistema migratorio heredado y plagado de problemas.

La inmigración se ha convertido en uno de los grandes temas de la campaña electoral de cara a las elecciones presidenciales del próximo noviembre en Estados Unidos, ante el aumento de las llegadas de migrantes irregulares. El año pasado batió los récords de entradas ilícitas: 2,4 millones, un 14% más con respecto al año anterior. En diciembre, la Patrulla Fronteriza detuvo a casi 250.000 personas que trataban de cruzar la frontera de manera ilegal, la cifra más alta en décadas. Pero en enero, los cruces descendieron casi a la mitad, según los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).

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