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Caicedo y Mr. Taxes promueven una izquierda alternativa a Petro y lanzan un salvavidas a Comunes

El exalcalde de Santa Marta, el mediático exministro Luis Carlos Reyes y el exmagistrado Jaime Araújo anuncian una consulta por fuera del Frente Amplio que lidera el Pacto Histórico

Una izquierda alternativa al Pacto Histórico toma forma en la política colombiana. El exalcalde de Santa Marta Carlos Caicedo ha rotó con el presidente Gustavo Petro, un viejo aliado, para lanzar su propia coalición de cara a las elecciones legislativas del 8 de marzo. En esa fecha, además, el también exgobernador de Magdalena se propone competir con el exministro Luis Carlos Reyes y el exmagistrado Jaime Araújo en una consulta independiente al Frente Amplio que impulsan desde el oficialismo para definir otra candidatura presidencial. Esas listas, de paso, le lanzan un salvavidas a Comunes, el partido de los firmantes de paz surgido del acuerdo con la extinta guerrilla de las FARC y que el Pacto Histórico no quiso integrar. La fractura del progresismo de cara a las elecciones del 2026 es una realidad.

La idea es “avanzar en un proceso de presentación de liderazgos alternativos a toda Colombia”, ha explicado este jueves Caicedo, flanqueado por Reyes y Araújo, durante el lanzamiento en un hotel de Bogotá de la Coalición Fuerza Ciudadana, el mismo nombre de su movimiento político. El camino enfocado hacia la justicia social que Colombia empezó a recorrer en 2022, cuando eligió a Petro como el primer presidente de izquierdas en la historia contemporánea, es un “clamor que aún persiste, especialmente en las regiones”, valoró el abogado que domina la política de su departamento, en la región Caribe. La coalición –conformada por 11 partidos, movimientos y organizaciones políticas– se propone animar el debate presidencial y convertirse en una “alternativa real” de poder para profundizar los cambios y transformaciones.

La “postura camaleónica de muchos políticos que se acercan al Gobierno de turno es la que nos ha llevado a convocar una consulta con los que sí creemos que se puede hacer una política limpia, conectada con las aspiraciones de la mayoría”, señaló Caicedo sobre ese mecanismo de primarias, en una crítica velada a un Pacto Histórico que ha aceptado en sus filas a figuras de vieja trayectoria en la derecha o la política tradicional. Desde el petrismo “tienen una idea equivocada de que la izquierda no puede ganar sin la derecha camaleónica, oportunista, y creemos que eso es un error”, insistió al explicar sus diferencias. En la balanza, asegura, está un modelo que se ha concentrado en construir una izquierda con resultados, que dice representar, y otro “enriquecido de ideas, pero con un déficit de resultados en los territorios”.

Lo complementaron sus compañeros de coalición y al mismo tiempo competidores en la incipiente consulta de la izquierda alternativa. Reyes, apodado Mr. Taxes desde que encabezó la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) a inicios del Gobierno Petro, destacó el objetivo de llevar al Congreso de la República candidatos comprometidos con la transformación del país. “Nadie quiere regresar a lo que teníamos antes de 2022 [pero] eso no nos impide a algunos de nosotros ser críticos”, apuntó el también exministro de Comercio, que ha sostenido más de un contrapunteo con su antiguo jefe. Es una visión que incluye a todos los sectores de la sociedad, “desde el empresariado, hasta los firmantes de paz”, subrayó. Araújo, magistrado de la Corte Constitucional entre 2001 y 2009, enfatizó por su parte la idea de que “no son los presidentes ni los expresidentes los que pueden decir quiénes van a representar al pueblo”.

La nueva coalición es producto de los choques entre distintos sectores del progresismo, y se produce justo cuando el Pacto Histórico acababa de materializar el propósito de convertirse en un partido unificado, con Iván Cepeda como el aspirante que encabeza las encuestas y la consulta del llamado Frente Amplio en el horizonte. Más de un observador advierte el riesgo de fragmentar el voto de izquierda entre las diferentes listas al Congreso. A las del Pacto y Fuerza Ciudadana se suma la del Frente Amplio Unitario, promovido por el expresidente Ernesto Samper y los exsenadores y precandidatos Roy Barreras y Clara López.

Caicedo ya había ventilado sus reparos. “El presidente ha sido poco a poco secuestrado por una cúpula de políticos del Pacto que lo rodean, dentro de los cuales hay personas venidas de la derecha, camaleones políticos como Armando Benedetti, como Roy Barreras, que no representan ninguna izquierda”, había reclamado el mes pasado desde la Plaza de Bolívar, en el corazón de Bogotá. El motivo de su enfado era que el Pacto Histórico le dio la espalda en las elecciones atípicas para escoger el gobernador del Magdalena, su fortín político, donde en cualquier caso terminó por imponerse su candidata, Margarita Guerra. Eso no apaciguó los ánimos. En ese intercambio de reproches, Petro fue el primero en lanzar dardos en un Consejo de Ministros televisado. “Yo no puedo estar con organizaciones que se dicen de izquierda y buscan dividir a la izquierda”, reclamó el mandatario, en referencia a Fuerza Ciudadana.

La caja de los truenos no se ha cerrado desde entonces. “Que nos muestre una obra que haya sido importante. Le incumplió al pueblo del Magdalena”, se lamentó Caicedo en medio de sus cuestionamientos. Aseguró que el Gobierno ha mantenido el centralismo e insinuó que el presidente está desconectado de los territorios, aunque no llegó a quemar todos los puentes.

Un salvavidas para Comunes, el partido de los firmantes de paz

La lista de Fuerza Ciudadana es conjunta con Comunes, el partido surgido del acuerdo de paz sellado a finales de 2016. Cambiar las balas por votos fue una de las frases más repetidas durante esa larga negociación para sintetizar el propósito de sacar las armas de la política. De ahí que Comunes haya tenido una bancada garantizada de diez escaños –cinco en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes– por dos periodos legislativos, que se cumplen el próximo año.

Hasta ahora, las urnas no le han perdonado a sus candidatos medio siglo de guerra. En las elecciones de 2018, el partido logró apenas 85.000 votos –y acabó por renunciar a la candidatura presidencial de Rodrigo Londoño, Timochenko– y en las de 2022 todavía menos, unos 21.000 a la Cámara y 30.000 al Senado. Lejos del umbral necesario para sobrevivir como partido –equivalente al 3% de los votos válidos emitidos al Senado, que suelen ser más de 500.000–. Coaligados, sus posibilidades aumentan.

La lista combina diversos liderazgos sociales, entre ellos, varias víctimas del conflicto armado que piden no estigmatizar a los excombatientes en aras de la reconciliación. Incluir a Comunes les “enorgullece”, afirma Luis Carlos Reyes: “¿Por qué nos parece pertinente que en nuestra coalición estén los firmantes de paz? Porque firmaron la paz”.

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