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El “cónclave” del Consejo Nacional Electoral entorpece la unidad de la izquierda colombiana

La hoja de ruta de los sectores progresistas queda en al aire ante la imposibilidad de que la Colombia Humana del presidente Petro y el movimiento Progresistas de María José Pizarro se fusionen con el Pacto Histórico en un partido único

El Consejo Nacional Electoral se ha convertido en el palo en la rueda para la unidad de la izquierda colombiana, congregada en torno al presidente Gustavo Petro. El opaco organismo encargado de regular los partidos políticos y las elecciones aprobó a medias este martes la fusión del Pacto Histórico, una coalición de fuerzas progresistas de todo tipo que quería llegar a las urnas como un partido unificado. Al tiempo que autorizó la condicionada confluencia del Polo Democrático, al Partido Comunista y la Unión Patriótica, dejó por fuera tanto a la Colombia Humana, el partido del presidente, como a Progresistas, el movimiento de la senadora María José Pizarro, una de las aspirantes a sucederlo. El efecto más inmediato de ese fallo es que deja en vilo la consulta popular que todas esas fuerzas habían acordado para el 26 de octubre.

Las principales afectados –que incluyen a cuatro de sus 10 aspirantes presidenciales– han salido en coro a fustigar las decisiones del CNE. La precandidata Pizarro acusó “un cónclave con intereses oscuros” para impedir la consulta y anunció que acudirán a todas las instancias legales –nacionales e internacionales–. “Hay una intención gravísima, antidemocrática, para dividir a las fuerzas políticas del Pacto Histórico”, reaccionó una de las mujeres más visibles de la bancada de Gobierno. “Están buscando impedir mi candidatura presidencial y proscribirme políticamente”, aseguró. Ella es una de las mayores damnificadas, pero no la única.

El camino ha sido largo. Petro habla desde hace al menos dos años de la necesidad de crear un partido único, un llamado que ya habían hecho varias de las voces más visibles del progresismo. El Pacto venía de ser la fuerza más votada al Congreso, un resultado inédito para la izquierda, y de catapultar a Petro al poder en el ciclo electoral del 2022, pero sufrió un retroceso notable en las elecciones regionales del 2023. A esa realidad política se le suma la telaraña jurídica de normas para los partidos y los umbrales electorales necesarios en Colombia para mantener la personería jurídica por separado (el 3% de los votos válidos). El Pacto Histórico no puede volver a coaligarse después de haber obtenido en su conjunto más del 15% de los votos válidos en las últimas elecciones (en las de 2022 rozó el 20%).

De cara al 2026, el Pacto fijó una hoja de ruta que pasa por hacer una consulta en las urnas el próximo 26 de octubre para elegir tanto una candidatura presidencial propia como sus listas al Senado. Una suerte de primarias. El ganador de esa primera consulta (partidista, en la jerga electoral colombiana) pasaría a medirse en marzo del año entrante en otra consulta (interpartidista), como parte de una coalición más amplia que denominan Frente Amplio. Ese plan postula a una decena de precandidatos propios. Entre ellos están los senadores Pizarro, Iván Cepeda, y Gloria Flórez, el exsenador Gustavo Bolívar, o las exministras Susana Muhamad (Ambiente), Gloria Inés Ramírez (Trabajo) y Carolina Corcho (Salud). La lista la completan el exalcalde de Medellín Daniel Quintero, el líder afrodescendiente Ali Bantú y el exjefe de Despacho Presidencial Alfredo Saade.

De ese grupo, además del caso particular de Pizarro, Gloria Flórez, Gustavo Bolívar y Susana Muhamad pertenecen formalmente a Colombia Humana, con lo que también enfrentan obstáculos inesperados para poder participar en la consulta de octubre. “El CNE no permite la participación en igualdad de condiciones a una de las fuerzas mayoritarias de la democracia colombiana para las elecciones del 2026”, reaccionó Muhamad, la exministra de Ambiente que ya había convocado plantones frente al organismo.

“El Consejo Nacional Electoral nos acaba de asestar un duro golpe a los militantes y a los candidatos del Pacto Histórico”, coincidió Bolívar, exdirector del Departamento de Prosperidad Social, quien también apuntó a los apretados plazos de ese laberinto normativo. “Tenemos un plan B y un plan C”, señaló con un tono más optimista Gloria Flórez, quien asumió el año pasado la presidencia de Colombia Humana, justamente con el mandato de unirse al Pacto Histórico. Aseguró que explorarán alternativas para definir al candidato único. “La decisión de la unidad no está en juego porque la hemos tomado los partidos y movimientos políticos que nos hemos agrupado alrededor del Pacto Histórico. No la para nadie”, añadió.

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