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El Ejército libera a 45 soldados que estaban retenidos por campesinos en el Cauca

El presidente Gustavo Petro denuncia que siete militares siguen “secuestrados por civiles”

Vídeo: Ejército Nacional de Colombia

El Ejército de Colombia ha anunciado en la mañana de este martes la liberación exitosa de 45 soldados que desde hace 24 horas estaban retenidos por campesinos en el departamento del Cauca. “Los 45 soldados que permanecían secuestrados en zona rural del municipio de El Tambo, fueron liberados y se encuentran en el Cantón Militar de la ciudad de Popayán”, se lee en una comunicación oficial. De acuerdo con el informe, los uniformados recibirán atención médica para evaluar su estado de salud y después se rencontrarán con sus familias. Sin embargo, minutos después de conocerse la noticia, el presidente Gustavo Petro denunció en su cuenta de X que aún hay soldados retenidos. “Hasta este momento quedan siete militares secuestrados por civiles. Libérenlos ya”, escribió el mandatario de izquierda.

La liberación ocurrió tras una operación militar aérea en la que helicópteros de la tercera brigada del Ejército llegaron hasta la vereda el Tigre del corregimiento de Honduras, en El Tambo, donde estaban los soldados. “Con apoyo de aeronaves del Batallón de Movilidad de la Fuerza Aérea se adelantan operaciones con el propósito de llevar a cabo la extracción de los uniformados que permanecían secuestrados. El Ejército Nacional mantiene todos sus esfuerzos para garantizar su regreso y reitera su compromiso con la protección de la vida, la seguridad de la población y el respeto por los derechos humanos”.

Esta retención generó la inesperada reacción del presidente Petro, que busca abrir la posibilidad de volver a la fumigación aérea de los cultivos ilícitos. “Dada la táctica mafiosa de oponer personal civil al ejército, la corte constitucional debe reconsiderar su sentencia. Allí donde la ciudadanía ataque al ejército habrá fumigación aérea”, escribió en X. La aspersión de cultivos ilícitos con glifosato ha sido una vieja reivindicación de la derecha colombiana y un anatema en la izquierda, por cuenta de sus efectos ambientales y sanitarios. La Corte Constitucional la ha prohibido, y el Ejecutivo debe someterse a sus dictámenes para poderla reiniciar.

En la zona de la retención hay, justamente, cultivos de uso ilícito. Allí hace presencia el grupo disidente de las extintas FARC conocido como Carlos Patiño, que forma parte del Estado Mayor Central al mando de Iván Mordisco. Allí las Fuerzas Militares ejecutan desde octubre de 2024 la Operación Perseo, con la que buscan recuperar el control de uno de los lugares más abandonados por las instituciones en Colombia y con mayor concentración de coca, el cañón del río Micay, que conecta a la más poblada región andina con el selvático litoral sobre el océano Pacífico.

Esta última retención de los uniformados se suma a otras denuncias de ataques contra la Fuerza Pública. El pasado 3 de septiembre, dos militares fueron heridos en medio de un ataque en el municipio de Villagarzón (Putumayo), después de que personas sin identificar trataran de quemarlos vivos. Una semana atrás, el ministro de Defensa de Colombia, Pedro Sánchez, dijo públicamente que otros 34 oficiales no podían salir de una vereda por la intervención de otro grupo de civiles en el municipio de El Retorno, en el departamento del Guaviare. “No es una retención, es un secuestro porque están contra la voluntad de ellos”, dijo en su momento.

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