El Ejército toma la iniciativa en el Catatumbo
Tras una semana de ataques de la guerrilla del ELN, que han obligado a unas 40.000 personas a desplazarse, los militares pasan a la ofensiva
El Ejército de Colombia ha tomado la iniciativa en el Catatumbo. Este viernes ha iniciado la Operación Catatumbo, con la que busca controlar la región que ha vivido una crisis humanitaria por la ofensiva de la guerrilla del ELN contra un grupo disidente de las extintas FARC, en la que han sido asesinadas al menos 60 personas y unas 40.000 más han sido obligadas a desplazarse. El Ejército ha desplegado tropas tanto por tierra como por aire para fortalecer la seguridad de la zona y de sus habitantes, empezando por los alrededores de Tibú, el municipio más poblado de la región fronteriza con Venezuela.
Luis Emilio Cardozo, comandante del Ejército, ha explicado en Noticias Caracol la operación: “Estamos ingresando tropas a los puntos más críticos donde se han presentado las confrontaciones y esperamos en una o dos semanas tener ya control sobre esos sitios y también sobre las veredas y corregimientos”. Agregó que, con la conmoción interior decretada este viernes por el Gobierno de Gustavo Petro, espera que la fuerza bajo su mando obtenga los recursos necesarios para avanzar en su operación en la zona.
Las acciones militares empezaron una semana antes, el mismo 17 de enero en que el ELN atacó al llamado Frente 33. Pero en esos primeros días la lógica había sido otra. El jefe de operaciones del Ejército, el general Eric Rodríguez, ha explicado que las Fuerzas Armadas se han concentrado en la evacuación de civiles confinados y en la entrega de ayuda humanitaria. “Estamos adelantando una operación que será mucho más amplia y de mayor duración, diseñada para retomar el control territorial y garantizar la seguridad de la población”, explicó el general el miércoles a Caracol Radio, en anticipación a la fase iniciada este viernes.
El operativo ofensivo y de control territorial, según han confirmado los militares de la zona, se extenderá al menos hasta la próxima semana. Su finalidad es garantizar las condiciones de seguridad para que los desplazados puedan retornar y, en general, para recuperar la vida en una región que suma unos 300.000 habitantes. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, ha afirmado que no se autorizarán planes de retorno de las familias desplazadas en tanto no haya condiciones de seguridad adecuadas.
El estado de excepción del Gobierno cobija no solo a esa región ―integrada por los municipios de Ocaña, Abrego, El Carmen, Convención, Teorama, San Calixto, Hacarí, La Playa, El Tarra, Tibú y Sardinata―, sino también a la vecina área metropolitana de Cúcuta ―compuesta por los municipios de Villa del Rosario, Los Patios, El Zulia, San Cayetano y Puerto Santander― y a los municipios de Río de Oro y González, en el sur del departamento de Cesar.
La mayoría de las personas desplazadas ha llegado a las ciudades de Ocaña, en el occidente del Catatumbo, y a Cúcuta, la capital del departamento y al suroriente de la zona, en búsqueda de acompañamiento y protección. La ONU confirmó en un documento que en este momento hay más de 1.000 personas de 23 comunidades indígenas que permanecen confinadas, sin poder salir de sus territorios. Además, registra la privación ilegal de la libertad por parte de los grupos armados de al menos 30 personas. Más adelante añade: “La ONU Derechos humanos condena las graves infracciones del Derecho Internacional Humanitario, DIH, y abusos perpetrados por grupos armados no estatales en la región del Catatumbo”.