El fenómeno de El Niño y la temporada seca juntan fuerzas para prender fuego a Colombia
Varios expertos coinciden en que la exagerada aridez y falta de lluvias son las causas de los más de 500 incendios forestales que han ocurrido en lo que va de año. Advierten que las condiciones seguirán hasta abril
Colombia lleva casi una semana en llamas. Tan solo este jueves había 31 incendios forestales activos en el país, de acuerdo con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastre (UNGRD). Son cifras inéditas. Entre el 1 y el 23 de enero se registraron 508 incendios forestales, 200 más que en las mismas fechas del año pasado, de acuerdo con la Dirección Nacional de Bomberos. Y las autoridades advierten que no van a parar hasta abril, cuando vuelvan las lluvias. ...
Colombia lleva casi una semana en llamas. Tan solo este jueves había 31 incendios forestales activos en el país, de acuerdo con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastre (UNGRD). Son cifras inéditas. Entre el 1 y el 23 de enero se registraron 508 incendios forestales, 200 más que en las mismas fechas del año pasado, de acuerdo con la Dirección Nacional de Bomberos. Y las autoridades advierten que no van a parar hasta abril, cuando vuelvan las lluvias. Confluyen en este momento, aseguran varios expertos, tres factores que hacen que el territorio colombiano sea particularmente vulnerable: la temporada seca usual, un fuerte fenómeno de El Niño y temperaturas muy elevadas a raíz del cambio climático. Es la receta perfecta para que un país se prenda en fuego, explica por teléfono Johana Herrera, oficial de bosques y cambio climático de WWF Colombia.
“Existe un patrón climático muy bien definido en Colombia”, dice Herrera. De diciembre a abril, y de junio a septiembre, hay dos temporadas secas, en las que llueve poco. De abril a mayo, y de octubre a diciembre son las épocas de lluvia. Es normal, entonces, que las primeras semanas del año sean soleadas. Pero este año esa falta de nubes ha sido mayor a lo usual. La capital, por ejemplo, lleva ya nueve días consecutivos sin lluvias mayores a 0,2 mm, según el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger). Y los bogotanos lo están sufriendo.
A inicios de la semana, un incendio forestal en los Cerros Orientales llenaba el nororiente de la ciudad de un fuerte olor a quemado. Las autoridades lo extinguieron este miércoles, tras dos días de lucha. Pero ya habían empezado varios más en otras zonas y horas más tarde, otra sección de los mismos cerros, el cerro El Cable, estalló en llamas. No es solamente un problema en Bogotá. Herrera asegura que la llegada del fenómeno de El Niño ha exacerbado la aridez de esta temporada seca y ha convertido a gran parte de Colombia en un polvorín.
¿Qué es El Niño?
Yolanda González es directora del Centro de Investigación del fenómeno de El Niño (CIIFEN) y durante cuatro años dirigió el estatal Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM). “Es normal que El Niño resulte en más incendios forestales”, dice a este periódico. Se trata de un fenómeno cíclico que se presenta por los calentamientos del océano Pacífico tropical. Junto con La Niña, su fase opuesta, son la causa de la mayor señal de variabilidad climática en la franja tropical del Pacífico.
El Niño tiene dos expresiones, dependiendo de la región. Si en Perú implica lluvias, en Colombia, especialmente en sectores de alta montaña, suele provocar sequías. Eso, durante esta temporada seca, “está dejando unas condiciones propicias para los incendios”. Justamente, además de la treintena de incendios, 28 de los 32 departamentos están en alerta por incendios en zonas forestales. Más de la mitad de los 1.102 municipios del país están en máxima alerta.
El Niño es un fenómeno natural y cíclico que alterna con periodos de normalidad y con La Niña, y suele ocurrir cada cuatro años. Sin embargo, últimamente se produce con más frecuencia. “Tiene una tendencia a ser cada vez más fuerte. El cambio climático está fortaleciendo los impactos de El Niño y también la frecuencia y la intensidad”, afirma González.
La responsabilidad de la población
En estas condiciones tan propicias a los incendios, las expertas coinciden en que la población tiene una gran responsabilidad en evitarlos. El 95% de los incendios en Colombia son causados por seres humanos, según el Ministerio del Medio Ambiente. La mayoría empieza debido a “despistes, imprudencias, falta de atención o irresponsabilidad del ser humano”, de acuerdo con ese Ministerio. Herrera agrega que muchos de estos desastres se producen en zonas alejadas, donde las vías son precarias y el acceso de los bomberos o los socorristas es complejo.
Para evitar que más zonas del campo padezcan las llamas, la ingeniera forestal hace un llamado a los colombianos: “Eviten quemas. No quemen basura, no echen colillas de cigarrillos en zonas donde hay vegetación. No se puede prender pólvora ni globos con mechas. Es superpeligroso”. Juan Carlos Orrego, experto en gestión del riesgo y adaptación al cambio climático de la Cruz Roja Bogotá, hace eco de este mensaje y añade que es importante no dejar en zonas naturales botellas o elementos de vidrio que puedan incendiarse.
Los Gobiernos, nacionales o locales, también tienen una responsabilidad. En sus manos está todo lo relacionado con la gestión de riesgo, según Herrera. “Tienen que desarrollar acciones que permitan evitar o prevenir estos incendios. Eso requiere de acuerdos de trabajo, de inversión”, dice. Orrego, por su parte, hace un llamado a las autoridades para que preparen protocolos para poder acceder a los sitios cuando se presente un incendio. “Los primeros minutos son de vital importancia para delimitarlo y definir la estrategia de abordaje”, sostiene en un video compartido con medios.
Ante la creciente amenaza de los incendios, el presidente Gustavo Petro ha anunciado que Colombia pedirá ayuda a la ONU. “Activamos todos los protocolos para buscar ayuda internacional. En la medida en que sabemos que se van a incrementar los hechos de crisis, queremos estar seguros de que tenemos la capacidad física para atenderlos y mitigarlos”, dijo este jueves en una rueda de prensa desde Tumaco (Nariño). Según él, “prácticamente toda la capacidad física en este momento, más de 600 hombres entrenados para apagar incendios, están sobre el terreno”.
Al igual que los expertos, el presidente también prevé que la situación actual dure al menos dos meses más. Y advierte que seguirá empeorando. “Vamos hacia una etapa cada vez más dura. La predicción de esta crisis del clima es que atravesaremos todo el mes de febrero y buena parte de marzo. Esperamos que a finales de marzo termine el ciclo”, declaró.
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