La disidencia liderada por Iván Mordisco anuncia la suspensión de la mesa de diálogos con el Gobierno
El llamado Estado Mayor Central asegura que es víctima de incumplimientos, y aclara que el cese al fuego acordado hasta el 15 de enero sigue en pie
Menos de un mes ha pasado desde que se instaló el 16 de octubre la atropellada mesa de diálogos con los los disidentes de las extintas FARC que se autodenominan Estado Mayor Central (EMC), y ya ese grupo disidente, que comanda Iván Mordisco, alerta que las negociaciones están en peligro de romperse “de manera definitiva” y suspende su participación en la mesa. El grupo lo hace público a través de un documento de dos pá...
Menos de un mes ha pasado desde que se instaló el 16 de octubre la atropellada mesa de diálogos con los los disidentes de las extintas FARC que se autodenominan Estado Mayor Central (EMC), y ya ese grupo disidente, que comanda Iván Mordisco, alerta que las negociaciones están en peligro de romperse “de manera definitiva” y suspende su participación en la mesa. El grupo lo hace público a través de un documento de dos páginas publicado este domingo, en el que sostiene que el Gobierno ha incumplido los acuerdos y protocolos acordados, sin señalar hechos concretos. Hasta el momento no se conoce ningún pronunciamiento ni por parte del coordinador de la delegación del Gobierno, Camilo González Posso, ni del Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda.
“Los militares deberían salir de las zonas como fue el compromiso, sin embargo, la respuesta ha sido incrementar el pie de fuerza copando todos los espacios que las partes nos comprometimos a desocupar” se puede leer en la extensa carta pública. El EMC no explica en concreto a qué espacios se refiere, y el comunicado tampoco está firmado desde alguna región determinada. Sin embargo, la misiva se conoce justo después de fuertes tensiones en el corregimiento de El Plateado del municipio de Argelia, al occidente del departamento del Cauca.
Se trata de un corregimiento de unos 7.000 habitantes en una zona montañosa por la que transcurren ríos que bajan hacia la selva y el litoral Pacífico. La región del cañón del río Micay es un enclave estratégico que concentra el 50% de las hectáreas de coca cultivadas en todo el departamento, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, y permite la salida de la coca hacia el mar. En la zona no solo hace presencia el EMC sino estructuras de la otra gran confederación de disidencias, la Segunda Marquetalia; la guerrilla del ELN; y el grupo paramilitar más grande, conocido como Clan del Golfo.
En el marco de las elecciones celebradas el pasado domingo se convirtió, además, en un punto fundamental de un pulso entre el EMC y el Gobierno, y de la presión de la sociedad sobre la naciente mesa de negociaciones: la posibilidad de que no se pudieran hacer votaciones allí estaba latente. Luego de varias declaraciones contradictorias entre altos funcionarios de del Gobierno sobre quién custodiaría los comicios, se logró que llegaran militares. Pero solo era un ingreso temporal a la cabecera municipal, y con actitudes mixtas de parte de la población.
Justamente, el pasado viernes 3 de noviembre, cinco días después de las elecciones, se hizo viral en las redes sociales un vídeo en el que se aprecia una multitud de personas detrás de una fila de soldados en las calles de El Plateado. Algunas versiones, como la publicada por Blu Radio, señalan que miembros del EMC habrían presionado a los pobladores para que estos expulsen a los miembros del Ejército. Esa disidencia señaló este domingo, horas antes de publicar el comunicado y a través de su cuenta de X, que no había tal presión. “La gente teme al ejército y policía por terrorismo de Estado, exigen que salgan de su territorio como apoyo al proceso de paz, no macarticen, ni mientan”, escribió.
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