La sombra de la financiación ilegal de la campaña de Petro pone contra las cuerdas al presidente de Ecopetrol
Los señalamientos del exembajador en Venezuela Armando Benedetti por la presunta financiación irregular en el Caribe opacan el futuro de Ricardo Roa Barragán, gerente durante la carrera electoral de 2022
La política colombiana gira desde hace una semana en torno a los daños colaterales del escándalo de Laura Sarabia, la exjefe de gabinete del presidente Petro. Hoy el foco se posa sobre el papel de Ricardo Roa Barragán, cabeza de la petrolera de mayoría estatal Ecopetrol y exgerente de la campaña presidencial del oficialista Pacto Histórico. El ingeniero mecánico de 62 años tendrá que aclarar ante los órganos de control...
La política colombiana gira desde hace una semana en torno a los daños colaterales del escándalo de Laura Sarabia, la exjefe de gabinete del presidente Petro. Hoy el foco se posa sobre el papel de Ricardo Roa Barragán, cabeza de la petrolera de mayoría estatal Ecopetrol y exgerente de la campaña presidencial del oficialista Pacto Histórico. El ingeniero mecánico de 62 años tendrá que aclarar ante los órganos de control los señalamientos lanzados por el exembajador en Venezuela Armando Benedetti sobre la presunta financiación irregular, por hasta 15.000 millones de pesos, que presuntamente entró a la caja de la coalición progresista en la costa Caribe.
Un lío que se desprende de las filtraciones publicadas por la revista Semana y que puede envenenar el futuro de su gestión al frente de la mayor empresa del país. Roa, quien ha hablado poco en medios desde que fue designado en su cargo actual a mediados de abril, refutó esta semana las acusaciones durante un foro del sector energético. Argumentó que las cuentas de la campaña “surtieron todos los filtros” de “revisión, registro y certificación” exigidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y la Registraduría. De acuerdo con el presidente de la estatal petrolera, solo recibieron donaciones por 150 millones de pesos, en dinero y en especie, para las dos rondas de la carrera presidencial de 2022. Y afirmó que nunca recibió dinero “ni de forma directa ni indirecta de Armando Benedetti o alguno de sus referidos, aunque sí hubo intentos importantes de reuniones con empresarios, pero en ningún momento se llevaron a cabo”.
Quedan pocas dudas de que los presuntos problemas de financiación política ya han saltado a los altos rangos del mundo corporativo. El presidente de la junta directiva de la petrolera, Saúl Kattan, se limitó hace unos días a manifestar su confianza en Roa y concedió que, en caso de ser requerido, el gerente “tendrá que dar explicaciones”. A su vez, aseguró que la acción de Ecopetrol, que el viernes a mediodía se cotizaba a la baja en -048%, llegando a 10,35 dólares en la Bolsa de Nueva York, no se debería ver afectada por el momento.
Sin embargo, la preocupación ya llega a los mercados. Un análisis interno del banco estadounidense Citigroup subraya las “preocupaciones que surgen de las fuentes de financiación de la campaña”, en un apartado de un documento publicado por Bloomberg, que continúa: “Pensamos que Ecopetrol podría ser una desafortunada víctima en medio de una situación muy compleja para el Gobierno”.
La Fiscalía anunció este viernes que incorporará la información de Benedetti a la investigación por posible financiación ilegal de la campaña presidencial que ya estaba en marcha. Y desde finales de mayo el CNE adelanta la propia, ya no de índole penal sino administrativa, contra la campaña de Petro por el presunto ocultamiento de pagos a testigos electorales que, al parecer, no fueron registrados ante el CNE. En todas estas irregularidades el primer responsable no es el candidato sino el gerente de la campaña, es decir, Roa Barragán.
Una situación que hace eco de campañas anteriores y que recuerda que, a pesar de que la ley exige reportar los balances de las campañas, y se pueden consultar en la página del CNE, se trata de un campo donde aún quedan vacíos y lagunas que pocas formaciones o candidatos aclaran del todo. Las multas estipuladas por incumplimiento tampoco han servido, y el sistema híbrido, que permite por norma aportes de particulares y financiación pública, suele ser vulnerable.
Camilo Mancera, director del observatorio de justicia de la Misión de Observación Electoral (MOE), recuerda que el CNE indaga en torno a dos elementos: la violación de los topes generales de campaña y las contribuciones máximas permitidas a particulares. En el primer caso, la campaña de Petro reportó ingresos por 28.000 millones de pesos, el límite establecido. Sin embargo, para la segunda vuelta, el tope era de 12.000 millones de pesos y ahí vendría el problema en caso de que las revelaciones de Benedetti fueran confirmadas. “El máximo que un particular puede contribuir a una campaña es del 2% del tope. Si entraron esos 15.000 millones, estaríamos hablando de casi el 60% del valor de la campaña: se estarían volando los topes individuales y también los generales”, zanja el analista.
Pero más allá de conjeturas, las cosas para Roa Barragán se complicaron esta semana con otro lío. Esta vez por cuenta de dos contratos públicos firmados por el administrador de empresas Julián Caicedo, pareja sentimental del gerente de Ecopetrol. El portal La Silla Vacía reveló que Caicedo posiblemente se aprovechó de su actual puesto como asesor del Instituto Nacional de Vías (Invías), entidad cuyo gerente anterior fue recomendado por Roa, para recibir un contrato extra por prestación de servicios con la Universidad pública Pascual Bravo, en Medellín.
Como la ley prohíbe a los funcionarios adquirir contratos con el Estado, los dos meses transcurridos entre el 24 de enero y el 30 de marzo, en los que Caicedo recibió ingresos como funcionario y contratista del Estado, pueden ser constitutivos de una irregularidad. EL PAÍS ha llamado desde hace varias semanas a Ricardo Roa Barragán, y ha insistido a través de su cuenta de WhastApp, para conocer su postura frente a estos y otros hechos. Para el momento de esta publicación, este diario no había recibido respuesta.
En los audios filtrados por Semana, Benedetti afirma que él presuntamente consiguió 15.000 millones de pesos para la financiación de la campaña en la costa Caribe, que se tradujeron en votos. Y en una entrevista reciente con la directora del mismo semanario el político añadió con sarcasmo que la proveniencia de esos fondos no era precisamente de “emprendedores”.
A la espera de que las investigaciones se desenvuelvan, fuentes de Ecopetrol han manifestado su malestar con una situación que más de uno achaca a la elección de un gerente que no solo es amigo cercano del presidente, sino que además gerenció su campaña presidencial, y que si bien es experto en asuntos energéticos, no viene de la industria petrolera. Muchos temen que ahora tendrá que destinar parte de su tiempo y atención a temas ajenos al día a día de un buque con 18.000 empleados, y que se ha convertido en la quinta empresa más valiosa de América Latina, según el más reciente escalafón de la consultora estadounidense Brand Finance.
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