‘Wilson’, el perro rescatista y último drama de la historia de los niños perdidos en la selva
El animal que contribuyó al hallazgo de los menores que estuvieron desaparecidos 40 días en Guaviare todavía está extraviado. El Ejército le sigue la pista
Cuando se supo que los cuatro niños perdidos en la selva del Guaviare habían aparecido, la tarde del 9 de junio, pareció editarse al mismo tiempo una historia derivada de aquel Relato de un náufrago en que Gabriel García Márquez contó la supervivencia en el mar durante 10 días de un marino. Pero el caso de los menores, de uno, cuatro, ocho y 13 años, tiene más elementos de milagro. ...
Cuando se supo que los cuatro niños perdidos en la selva del Guaviare habían aparecido, la tarde del 9 de junio, pareció editarse al mismo tiempo una historia derivada de aquel Relato de un náufrago en que Gabriel García Márquez contó la supervivencia en el mar durante 10 días de un marino. Pero el caso de los menores, de uno, cuatro, ocho y 13 años, tiene más elementos de milagro. No solo estuvieron perdidos 40 días en un entorno agreste, donde lo tupido del follaje impide ver a 20 metros de distancia, sino que antes habían sobrevivido a un accidente de avión en el que murió su madre, Magdalena Mucutuy. El relato que los niños puedan hacer de semejante experiencia se podrá conocer en parte gracias a Wilson, un perro pastor belga de seis años que contribuyó en la búsqueda y que hoy sigue perdido en algún lugar de la selva.
El animal fue reclutado para ayudar en una misión que mantuvo en vilo al país desde que se encontraron los restos de la avioneta accidentada y los cadáveres de los tres adultos que iban en ella. El perro nació y creció entre militares. El 8 de junio, un día antes del hallazgo de los niños, el Ejército informó de que Wilson se había perdido en la selva. Una de las hipótesis que explicaba su desaparición era que, debido a las dificultades del terreno, a la humedad y a las condiciones climáticas tan poco favorables de la zona, se había desorientado. Pero estaba cerca, a juzgar por las huellas que fueron avistadas en la tierra, y no solo del Ejército, sino también de los niños, de quienes se habían encontrado rasgos a poca distancia.
Más de 100 miembros de las Fuerzas Especiales de las Fuerzas Militares, aparte de miembros de la Defensa Civil, perros militares y más de 70 indígenas conocedores de la selva, seguían en la búsqueda, que culminó en final feliz el viernes por la tarde. Se anunció que, junto con los niños, había sido localizado el animal. Sin embargo, no era así. Ese fue otro de los giros dramáticos de una historia que ha estado acompañada de información inexacta y falsas alarmas.
Al mismo tiempo, las redes sociales, que servían de termómetro para la euforia, elevaban con gracia a Wilson a la categoría de héroe: “Pongan a Wilson en el billete de $200.000″, escribió algún usuario. Otros pintaron dibujos del can que se compartían a toda velocidad por internet.
El perro, a juzgar por el relato de Lesly, la mayor de los niños hallados, sí los había encontrado. La directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Astrid Cáceres, dio detalles sobre lo que contaban los menores, este sábado al mediodía: “Lesly nos sonrió, nos dio abrazos, nos contó del perrito”. El mismo que se perdió y en el que ahora está centrada toda la atención de los soldados que permanecen en la selva del Guaviare. El general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares, dio la orden de seguir tras las huellas del perro: “Jamás se abandona a un compañero caído en el campo de combate. Avanza la Operación Esperanza en la búsqueda de nuestro canino Wilson, que, haciendo rastreo y en su afán de encontrar a los niños, se aleja de las tropas y se pierde”.
El Ejército ha insistido en que la Operación Esperanza, como fue bautizada la búsqueda en la selva, no terminará hasta que Wilson aparezca. El general Pedro Sánchez, quien lideró la operación, aseguró este sábado que desde que el perro se perdió, el 18 de mayo, los militares establecieron contacto con él en dos ocasiones, pero en ambas se volvió a extraviar. Según el general, cuando los niños se encontraron con el animal, estaba demacrado, producto de las dificultades naturales de encontrar alimento en esa zona. El nuevo objetivo de la misión es que Wilson salga de la selva para que la dicha, que ya es enorme, pueda ser completa.
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