Catalina Ortiz y su candidatura a la Alcaldía de Cali que naufragó en una obra de teatro

El video se difundió con la facilidad y el ímpetu que permiten las redes sociales y en cosa de minutos estaba en boca de media Colombia: Catalina Ortiz, precandidata de la Alianza Verde a la Alcaldía de Cali, se acerca a un carro para entregar publicidad a uno de sus pasajeros, quien la increpa con violencia: “Vaya pa’ la casa, mija, lo que ha de hacer”, dice. Ella contesta algo que no se alcanza a discernir. El hombre, iracundo, le grita: “¿Esa es su respue...

El video se difundió con la facilidad y el ímpetu que permiten las redes sociales y en cosa de minutos estaba en boca de media Colombia: Catalina Ortiz, precandidata de la Alianza Verde a la Alcaldía de Cali, se acerca a un carro para entregar publicidad a uno de sus pasajeros, quien la increpa con violencia: “Vaya pa’ la casa, mija, lo que ha de hacer”, dice. Ella contesta algo que no se alcanza a discernir. El hombre, iracundo, le grita: “¿Esa es su respuesta al debate?”, y le lanza un chorro de agua que lleva en una botella. La candidata se aleja del carro con un gesto de sorpresa, sin decir nada más. La grabación termina con el vehículo ya en marcha, y el supuesto agresor volviendo a gritar: “¡La mujer tiene que estar en la casa, necesita mano fuerte pa’ que la gobiernen!”. Se viralizó el lunes, 29 de mayo.

Después vinieron la indignación, los mensajes de apoyo, las ofertas de recompensa (el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, ofreció 10 millones de pesos de su salario a quien identificara al supuesto agresor). Incluso una denuncia de la candidata ante la Fiscalía. Pero, al mismo tiempo, las sospechas: que el video tenía elementos para desconfiar como el buen audio de la voz del hombre o el que estuviera cortado justo antes de ver la matrícula del carro, que podía ser un montaje. Y así terminó siendo, según lo reconoció la propia Ortiz, quien ofreció disculpas a primera hora del jueves: “Lamento lo ocurrido y reitero que no conocía que lo acontecido fuera una puesta en escena. Nunca fui informada, ni pagué por esto, ni tuve conocimiento de que no fuera real hasta ahora que surge un video”, escribió en su cuenta de Twitter.

Todo se trató, pues, de una estrategia para llamar la atención que al final salió mal. Isabel Salazar, publicista de la campaña de Ortiz, a través de otro video en su perfil de Twitter @LaNegraVikinga, dio su propia versión: que el sábado anterior habían recibido el insulto de un hombre (“No pudimos con un marica, menos con una mujer”) que la indignó a tal punto que se le ocurrió hacer un “performance” para “evidenciar la violencia de género”. Convocó a un amigo suyo, actor, de nombre Fernando, quien según ella aceptó: “Vamos a hacer teatro del oprimido”. La explicación continúa: “Obviamente para hacer eso tuve que coger desprevenida a Cata, si no, no hubiera sido una reacción natural. […] Tenía el video listo para que lo revisáramos, pero no alcancé a revisarlo con ella y cuando menos pensé ya estaba publicado”.

El “experimento social”, como lo llama Salazar, tomó rumbos inesperados: “Cuando menos pensé Cata ya estaba poniendo el denuncio, porque ella estaba totalmente sana de todo esto”. Y luego dice que lo que le parece “curioso” es que, ante casos reales de agresiones machistas, la atención suele durar como máximo un día, pero con el montaje de Ortiz fueron dos. “¿Por qué? Porque existen ciertas personas malintencionadas que buscan aprovecharse de todo este tema”. Que es justo una de las cosas que se le reprochan a la candidata y a su campaña.

La senadora Angélica Lozano, copartidaria de Ortiz, atacó a la publicista: “Usted no solo destruyó a Catalina, usted profundizó el machismo, reforzó la incredulidad en las víctimas”. El exsenador petrista Gustavo Bolívar opinó: “Lamentable porque le hace mucho daño a la lucha feminista. [...] Quien hace una campaña con deshonestidad gobernará de la misma manera”. De igual forma intervino la alcaldesa de Bogotá, también copartidaria de Ortiz, Claudia López: “Sálganse de la virtualidad, pongan los pies en la tierra, que la vida real de millones de mujeres ya es muy dolorosa para que ustedes además la empeoren”. El alcalde de Medellín fue más allá y acusó a Ortiz de haber planeado el montaje: ”La fuente que me dio la información confirmó no sólo que el montaje fue planeado con usted, sino que además usted participó en tareas para ocultar al agresor y que no fuera descubierto por los medios”.

La candidata Ortiz, que no ha atendido a las llamadas ni a los mensajes de este periódico, explicó más temprano en La W que se enteró de que el video era un montaje el miércoles por la noche. “Me asaltaron en mi buena fe y esto ha sido una cosa de un nivel abrumador”, aseguró. Indicó también que la persona responsable de hacer el video ya no trabaja en la campaña y anunció que retirará la denuncia que interpuso ante la Fiscalía. “Hay una consecuencia tremendamente negativa y es que a las mujeres no nos crean cuando tenemos temas de violencia. [...] Esto perjudica enormemente a las mujeres que están en esa coyuntura”, reconoció más adelante. Además, afirmó que el futuro de su candidatura está en el aire y negó las acusaciones del alcalde de Medellín, al decir que no conocía al actor que participó de la puesta en escena.

La violencia, más allá del teatro

La difusión del video y la posterior polémica ocurrieron de manera casi simultánea a la aprobación de una ley que crea sanciones especiales para castigar a quienes ejercen la violencia contra las mujeres en el ámbito de la política. Heidy Cerquera, concejal de Florencia (Caquetá) y quien ha denunciado haber sido víctima de violencia en ese cabildo, opinó sobre la nueva ley: “Eso puede frenar las acciones de esas personas que consideran que las mujeres no tenemos ni la capacidad ni el derecho a ser parte de los cargos de elección popular porque ya se fija un precedente”. Según datos de la Misión de Observación Electoral (MOE), entre octubre de 2022 y abril de 2023 hubo 65 actos violentos contra mujer líderes políticas, sociales y comunales en todo el país (49 amenazas, seis atentados y seis asesinatos).

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