La lucha por vivir de las víctimas de ataques de ácido en Colombia

Pese a la creación de la Ley Natalia Ponce en 2016, Colombia ocupa el tercer lugar a nivel mundial en ataques con diversos agentes químicos y los casos siguen en aumento

Patricia Espita, mujer víctima de ataque con agente químico, en su casa en Bogotá, el 10 de febrero.Vídeo: SAMUEL BREGOLIN

Hace 16 años, la vida de Patricia Espitia cambió para siempre. Mientras caminaba por las calles de Bogotá acompañada de su hija, vio como una persona a la que no reconocía se le acercó y le arrojó algo a la cara, ella sintió un calor de inmediato, se limpió y escupió. Ese instinto le salvó la vida, pues se trataba de un ataque con un agente químico. Desde entonces, Patricia se ha tenido que someter a 48 cirugías reconstructivas y 190 procedimientos estéticos para tratar de recuperar su calidad de vida.

De acuerdo con la organización benéfica ASTI (Acid Survivors Trust International), Co...

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Hace 16 años, la vida de Patricia Espitia cambió para siempre. Mientras caminaba por las calles de Bogotá acompañada de su hija, vio como una persona a la que no reconocía se le acercó y le arrojó algo a la cara, ella sintió un calor de inmediato, se limpió y escupió. Ese instinto le salvó la vida, pues se trataba de un ataque con un agente químico. Desde entonces, Patricia se ha tenido que someter a 48 cirugías reconstructivas y 190 procedimientos estéticos para tratar de recuperar su calidad de vida.

De acuerdo con la organización benéfica ASTI (Acid Survivors Trust International), Colombia es el tercer país en el mundo donde suceden ataques con agentes químicos con un promedio de 100 casos al año, de los cuales el 79 % son en contra de mujeres. De acuerdo con el Ministerio de Salud colombiano, esta violencia es utilizada como un mecanismo de control, venganza o castigo.

El número de ataques con agentes químicos ha incrementado a lo largo de la última década en Colombia, pero fue hasta el año 2016 que fueron considerados un delito y no una lesión personal, y las condenas de cárcel aumentaron hasta 40 años. Esto sucedió gracias a la presión de diversas organizaciones y víctimas que impulsaron la Ley 1773, conocida como la Ley Natalia Ponce, por el nombre de otra mujer víctima de un ataque. Sin embargo, los procesos judiciales son muy complicados para estas mujeres, algunas no pueden acceder a ellos o tienen temor a las represalias, por lo que gran parte de estos delitos quedan impunes.

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