Colombia aumenta el arancel a las importaciones de ropa al 40%
La medida se había discutido a inicios de noviembre, se hizo oficial el 23 de diciembre y no se ha revelado hasta ahora
El 23 de diciembre, el viernes previo a la celebración de la Navidad y cuando Colombia entró a la temporada festiva, el Gobierno publicó un decreto que aumenta el arancel para la mayoría de las confecciones importadas del 15% al 40%. Con las firmas de los ministros de Comercio, Germán Umaña, y Hacienda, José Antonio Ocampo, la norma aclara que la medida no aplica para los países con los que Colombia tenga tratados de libre comercio, como Estados Unido...
El 23 de diciembre, el viernes previo a la celebración de la Navidad y cuando Colombia entró a la temporada festiva, el Gobierno publicó un decreto que aumenta el arancel para la mayoría de las confecciones importadas del 15% al 40%. Con las firmas de los ministros de Comercio, Germán Umaña, y Hacienda, José Antonio Ocampo, la norma aclara que la medida no aplica para los países con los que Colombia tenga tratados de libre comercio, como Estados Unidos o la Unión Europea, sí afecta las confecciones que vengan de China, entre otros grandes exportadores de prendas de vestir.
La medida, que el Gobierno había anunciado como una posibilidad el de 2 noviembre al publicar el borrador del decreto para comentarios, busca incentivar la industria colombiana, uno de los ejes del programa económico del presidente Gustavo Petro. En su momento, el mandatario dijo que con ese cobro “permitirá que pueda dispararse la industria de confecciones de Colombia”.
Desde 2021, las confecciones tenían dos aranceles, según su costo. Las que valgan hasta 10 dólares por kilo pagaban el 40%, bajo el entendido de que al ser más baratas competían más directamente con la industria nacional. Las que costaran más pagaban menos: el 15% más 1.5 dólares por kilo. Matemáticamente, eso significa que pagaban máximo el 30%, y a mayor valor terminaban pagando porcentualmente menos. Son estas las que ahora tendrán un mayor costo para entrar al país.
El aumento del arancel ha sido objeto de discusión. De un lado, el Gobierno y voceros de la industria de las confecciones lo han aplaudido. “Arancel de 40 % a confecciones traídas de países con los que Colombia no tiene TLC firmado, significa un CAMBIO en política industrial del país, que el empleo se genere en Colombia y no en el exterior”, dijo en noviembre el consejero presidencial para las regiones y viejo defensor de la industria nacional, Luis Fernando Velasco.
“Gracias señor presidente @petrogustavo por apostarle a la industria y el empleo nacional. Ya que cuando importamos una prenda de vestir, en ultimas lo que estamos importando son minutos de mano de obra que se pierden en nuestro país”, fue la reacción de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines, el gremio de empresas del sector, en ese entonces.
La contracara son dos preocupaciones. Una es que esto dispare el contrabando de confecciones. A ello aludía el presidente en su reacción a la publicación del borrador, al afirmar “Mejor aún si frenamos el gran contrabando, que es la otra cara de la moneda de la exportación de cocaína ilegal.”
La segunda es que el aumento del arancel suba empuje la inflación de un producto tan básico como la ropa. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), las prendas de vestir y el calzado son el 3.98% de la canasta familiar básica y hasta octubre sus precios habían crecido un 10.2%. El incremento en el arancel implica un mayor precio final a menos de que las confecciones nacionales respondan rápidamente a la ventaja competitiva por la medida.
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